Daniel Drexler

yH5BAEAAAAALAAAAAABAAEAAAIBRAA7 - Daniel DrexlerDaniel Drexler
“Vacío”
Factoría Autor, 2007

Este es el tercer trabajo del cantautor uruguayo Daniel Drexler después de La llave en la puerta (1997) y Full time (2001), sin embargo, es el primero que se presenta en España. Cuenta con las colaboraciones de Fernando Cabrera y Jorge Drexler (sí, sí, su hermano mayor) y la producción de Matías Cella, que es también un sólido guitarrista. Es un disco de pequeñas (pero no simples) canciones, nacidas de la voluntad de rendir tributo al vacío, con letras que invitan a reflexionar sobre la vida, las crisis existenciales, el no-hacer y  el fluir con la corriente,… tal y como aprendió de la filosofía oriental del Tao Te Ching de Lao Tse que leía mientras componía. Con ciertos toques de folk, más en los acompañamientos y arreglos que en las melodías, nos recuerda que su formación académica como músico incluye también la música popular uruguaya, así que no debe sorprendernos que las bases electrónicas se combinen con bandoneón, guitarra criolla, acordeón y coros cercanos al tango o a la murga, esta última protagonista en Vacío, el track que da nombre al CD. En el tema Luna, algo más roquero, nos acercamos al acantilado de la desesperanza, con ciertas reminiscencias de la música del argentino Charly García, siempre al borde del abismo, aunque Daniel aporta esperanza ante la decepción y optimismo para aderezar la melancolía. Cocinado en Cabo Polonio, una remota región de Uruguay, mantiene ciertas coincidencias sonoras con 12 segundos de oscuridad de su hermano Jorge, (2006 Dro Atlantic), compuesto en parte también en ese lugar, las letras aportan una poesía similar e incluso las voces de ambos artistas tienen un timbre similar (cuesta distinguirlos en Linda, tema que interpretan a medias), quizás tendrá que ver con las raíces, las influencias mutuas o la genética…, quién sabe. El trabajo de Daniel Drexler se diferencia, tal vez, por una mayor cercanía al pop argentino, con un toque más eléctrico y roquero, como el que aplica a Nada más, que recuerda al grupo Superchango. Es un disco elegante, liviano y bastante equilibrado, calmado, nostálgico pero esperanzador. // Mónica Rubio