Dani Txarnego
BarnaSants
Koitton Club, Barcelona. 10 de marzo de 2016
Es una buena noticia que un festival con la historia del BarnaSants escoja para su programación una “nueva” propuesta como la de Dani Txarnego. Y todo un acierto que lo hiciera en una sala tan acogedora como la Koitton Club, que dicho sea de paso tiene una potente historia de trabajo y lucha, justamente en un barrio tan social como es Sants. Así que todo encajó para que la noche fuera, por lo menos, memorable.
Lo que entrecomillábamos como “nueva” propuesta, era para dejar claro que Dani lleva en esto de la música muchos años, pero ha sido ahora cuando ha decidido emprender esta aventura en solitario. Hasta el momento Dani ha compartido, o comparte, viaje musical junto a bandas tan emblemáticas como La Familia Rústika (rumba adúltera), Elêctric Gozarela (boogaloo), Los Toros (rock cañí) o La Temible Orquesta Enana (son, bolero, guaracha), donde canta y compone, además cuenta con innumerables sesiones de dj bajo su alias de DJ Txarnegö (latin-funk, reggae-swing, rumba’n’roll & booga-soul). Pero después de macerar unas nuevas composiciones ha parido Petit, once canciones de carácter más íntimo, más personal, que no desdeña el buen ritmo, pero sin preocuparse de encasillamientos en géneros musicales.
Así esa noche pudimos disfrutar de blues, swing , flamenco-rock, bossa o murga uruguaya, por nombrar algunos estilos, pero diríamos que eso es casi accidental, porque en realidad son sus largas y trabajadas letras lo que hace que lo importante en sí, sean las canciones, con mayúsculas. Y aunque el disco figure a su nombre, Dani no está solo, ni estuvo solo para presentarlo. Oriol Pidelaserra a los teclados, piano y arreglos; Carles Gutiérrez a las guitarras y arreglos; Joan Vigo al bajo y contrabajo, y Martí Hosta con la batería y percusiones son sus cómplices Les Puntuales y le hicieron un traje a medida a cada canción. Dani con su voz, a veces más aguardentosa, a veces más amplia en matices, pero siempre sugerente, fue desgranando una a una sus nuevas composiciones. Empezó por Soy, la principal culpable de este proyecto, con una letra que dice mucho de quien la canta “soy lo que han hecho de mí, y algún detalle elegido, soy el caminante quieto, soy memoria y soy olvido. Soy mi pasado y mi destino, nada tengo y de mis soledades vengo”, y que musicalmente empieza lenta para ir creciendo y acabar muy “cuban”. Siguió con el “swinguero” Atrapasueños, en el cual echamos de menos esos arreglos de vientos, pero no se puede tener todo, claro. Sonaron especialmente bien la preciosa Cántame Miel donde Oriol se lució al piano, Estela donde brilló la guitarra de Carles o la cruda La Espera con ese aire cabaretero, “tantos dardos llevo hincados en la piel como noches “sintigo”. La pena me habita la boca la pena me cubre de arena”. Que contrasta con la festiva Vivir Brindando, “Viviendo, sin ser ni tener esclavos, sin ama ni dueño. Brindando, por que nunca jamas se nos mueran los sueños. Y es que esta noche no va a terminar cuando al Sol le de la gana”.
Como decíamos, tocó todas las canciones de su disco, pero se permitió hasta cinco temas “externos” que dicen mucho de hacia dónde mira Dani. Una fue una versión fronteriza de Ando Como Hormiguita de Silvio Rodríguez. Otra del siempre loable Antonio Vega, del cual eligió Seda y Hierro. También cayó un clásico de Patanegra, el Pasa la Vida, que justo cerró el concierto antes de los bises. Pero asimismo dos temas de sus bandas hermanas, el Pataitas de su Familia Rústika, que curiosamente suena muy bien con el Dani actual. Y la canción que sí cerró definitivamente la noche, la canalla Esta Noche va a Nevar de Elêctric Gozarela. Con ella, el público que pudo estar sentado, pero también de pie, se dejó llevar por este funambulista de la Barcelona más abierta, nos introdujo en su universo y nos hizo sentir parte de ese Petit. +Info | Relacionados | Miguel Amorós.