Concierto Homenaje a Gato Pérez. Sala Apolo. Barcelona 1 de abril de 2009 Noche emotiva la del miércoles, tanto por lo que sucedía en el escenario como a sus pies.
El Apolo hasta la bandera con un público sorprendentemente diverso, en el que me atrevo a afirmar, confluían tres generaciones como mínimo. Hay artistas que realizan una simbiosis tal con el medio que los envuelve, que imaginarlos por separado resulta imposible. En este caso, elGato y Barcelona, Barcelona y el Gato. Aplicando la lógica aristotélica de los sabios, el miércoles, pasada la medianoche, concierto homenaje a Barcelona. La Rumba es como una madre. Cuando vienen mal dadas siempre está ahí para que nosotros, malos hijos, nos acordemos de ella. Y ya de nuevo empezamos a recordar a la “ enèrgica ciutat… oasi de tolerància impossible d´amagar”. Barcelona, Rumba, Gato… términos equivalentes. El homenaje a Xavier Patricio Pérez no podía hacerse esperar más ante el “nuevo” resurgir rumbero. Con los Derrumband como banda mater, fueron subiendo al escenario tanto antiguos compadres como “nuevos” admiradores del homenajeado: Rafalito Salazar de los Ai Ai Ai, Manel Joseph de la Platería, CarmeCanela, Adrià y Ruben de la Pegatina, Carlos “Payo Yeyé” de El Tio Carlos, Xavi Ciurans de Gertrudis, Irene Atienza de SaravaCalé, Jaime “El Negro” de Palo Q´sea, Dani Txarnegö de La Familia Rústika, Kiko y SitoJaleito de Jaleo Real, Josele Sangüesa de Caníbala, Carles Mestre de La Sinfónica de Gavá, Joan Garriga y Muchacho dela Troba Kung Fu…. Cada uno de ellos versionando un clásico del maestro felino, más algún par del también doctor Rubén Blades. Tanto monta monta tanto. Pasión, ganas, respeto y corazón sobre las tablas, en un “grato recuerdo sincero y espontáneo”,sin ensayos, tal como surge en cualquier respetable esquina. Cuando a última hora el escenario del Apolo se abarrotó de gatos pardos y en el salón estábamos todos maullando, quedó claro que “si con el alma abierta se deja hablar al cuerpo, en un idioma propio que resulta familiar, ruge desde dentro el pulso de la sangre, la rabia y el orgullo, siglos de hambre. Sabor de barrio, tesoro antiguo….”. //Juanjo Peña.