Ciutat Flamenco

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Rocio Molina | Sistema Tango | Free Art  Ensemble

Mercat de les flors, Barcelona. 23 y 24 de mayo de 2013

Dos noches de riesgo. La propuesta de este Ciutat Flamenco 2013 se aleja cada vez más de los festivales flamencos de cantaor y guitarrista. Con el fin de homenajear a la bailaora Carmen Amaya, los organizadores programan las apuestas más heterodoxas y transgresoras que podemos encontrar en la actualidad. El jueves fue el turno de Rocio Molina. Con una copa de vino y un gran escenario donde bailar, saltar correr y dar rienda suelta a su increíble manera de entender el baile, la siempre sorprendente bailaora ofreció una actuación que puso en pie a todo el Mercat de les flors que acabo aplaudiendo a rabiar a esta figura imprescindible del baile flamenco actual. El vino como fusión de tierra, esfuerzo, placer. El vino como peligro y traición. Las copas que pueden romperse, las botellas que golpean y también se rompen. La música excepto un tema de solo guitarra de Eduardo Trassierra compositor de toda la música del espectáculo, siempre al servicio del baile. José Ángel Carmona al cante y José Manuel Ramos a las palmas totalmente al servicio de la bailaora. Acompañando, remarcando las ideas, la bailaora, como siempre creando con sus brazos figuras nuevas, maravillosa, bailando con el cuerpo, con la cabeza, y con los objetos, sea la copa, sea la pandereta “encendida” cualquier objeto substituye perfectamente a los tradicionales abanico, mantón o cola. Un momento único cuando trabajando con música grabada, baila sobre estructuras electrónicas. Esta mujer esta revolucionando el baile, simplemente por que puede y por que quiere.

 

Sistema tango, Tomás de Perrate al cante con Emilio “Caracafé” al compás y detalles de guitarra fusionando con los saxos de Juan M. Jiménez y el piano de Daniel B. Marente. Empiezan los cuatro “arrimaditos” al piano, con “Caracafé” buscando todos los rincones donde percutir, sea fuera o en las mismas tripas del piano. Perrate declara su pasión por el tango y sin saber como, ya estamos en Buenos Aires, “las tardecitas de Buenos Aires, tienen ese no sé que …..”, un Adiós Nonino genial. Después sería Chiquilin de bachín, está claro que Perrate no pretende ninguna exhibición de voz, más bien vive el tango desde el recitado. Genial su Maquillaje, volvieron a experimentar con Youcali, el tango habanera de Kurt Weill, y cerraron con Piazolla y su Vuelvo al sur. Me gustó mucho como entienden a Piazzolla y me atrevería a pronosticar que pueden entender otras músicas siempre que merezca la pena entenderlas.     
Los Free Art Ensemble con su espectáculo “Antes existió el grito” fue sin duda alguna el punto álgido de la transgresión.
2 baterías, 2 contrabajos, seis vientos, Sonia Sánchez al baile y Carles Dénia al cante son una formación poco habitual en certámenes flamencos, y un espectáculo como el suyo donde el free jazz sirve de soporte musical para viajar al flamenco, son palabras mayores. Si conocéis a Carles Dénia ya sabéis de lo que es capaz el valenciano, no tiene ningún problema para cantar lo que sea, su voz es un prodigio y como músico, conoce suficientemente el jazz y el flamenco como para estar en este proyecto, usó su voz como un instrumento más y estuvo preciso y seguro. Los músicos tenían muy clara su propuesta, jugar con sus instrumentos, conseguir sonidos ancestrales o modernos era complementario según el momento. Su gran apuesta era poder ofrecer un directo fresco, alternándose algunos vientos en la dirección musical, me recordaron aquellas experiencias de Zorn en los 90, aquel Cobra con la gente del Taller de Músics. Julián Sánchez alternó trompeta con percusiones y para un servidor centró la noche en el momento en que desde las percusiones de un mini xilófono de madera fusionó madera, metal y ritmo en un solo quejido ancestral. Pero, al menos para mí, la verdadera sorpresa de la noche fue Sonia Sánchez, era como si una mujer de la época de Cromañón, escuchando por primera vez una flauta (la de Valentín Murillo, en este caso) hubiese intentado bailar al mismo tiempo que alzaba su cuerpo por primera vez para diferenciarse del resto de los cuadrúpedos, un espectáculo apasionante, un baile sin adornos, doloroso físicamente, pero cargado de fuerza como fue el baile de Carmen Amaya.
El sabado desgraciadamente no pude asistir.
Dos noches de música, baile e ideas originales en un festival de flamenco. Ahí es nada. + info  | relacionados | Candido Querol    

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