Calle 13
Calle 13
“Los de atrás vienen conmigo”
Sony Bmg Music, 2008
Salto de calidad para el dúo boricua que le dio tres vueltas de campana al reggaetón, un género que parecía abonado al tópico más burdo. Si con Residente o visitante (Sony Bmg Music, 2007), René Pérez y Eduardo Cabra supieron desmarcarse de todo y de todos gracias a unas letras directas, inteligentes y ácidas (demasiado ácidas para algunos), la pareja refuerza la variedad musical de su propuesta en Los de atrás vienen conmigo. Y es así que, junto a las contundentes bases sobre las que se sostiene el verbo vertiginoso de René Pérez, suenan unos vientos balcánicos en Que lloren, un potente ritmo de percusión en No hay nadie como tú (con la compañía de Café Tacuba) o un sabroso groove en Gringo latin funk, tres temas que abren el disco y nos sitúan en el nuevo escenario que Calle 13 desarrolla en el resto de temas (el discotequero Electro movimiento, la circense Fiesta de locos…). No en vano, los dos músicos han reconocido en diferentes entrevistas que, por un lado, querían hacer un disco diferente a sus dos trabajos anteriores y que, por el otro, les acompañó un ánimo mucho más alegre en todo el proceso de creación. Pero lo cierto es que si algún elemento nos permitió separar a Calle 13 del resto fue la potencia de sus letras. Y, camaradas, esa fuerza lírica se mantiene de una forma que noquea al instante, sin necesidad de escuchar el disco, simplemente abriendo el cuadernillo y enfrentándose a los densos bloques que reproducen los textos de canciones incisivas como Ven y critícame, Los de atrás vienen conmigo o John el esquizofrénico. Y no se puede olvidar La perla, tema compartido con Rubén Blades, quien a buen seguro ve en estos dos muchachos el relevo natural a su concepto de música urbana latina como una manifestación social y política. Sin duda, Calle 13 es una de esas propuestas que no deja indiferente a nadie: amor u odio, sin término medio. Y es que, como ellos mismos dicen, “en el mundo hay gente bruta y astuta, hay vírgenes y prostitutas, ricos pobres, clase media, cosas bonitas y un par de tragedias…”. Pero, y esto lo digo yo, no hay nadie como Calle 13. // Jordi Urpi