Antílopez
BarnaSants
Luz de Gas, Barcelona. 17 de febrero de 2013
Miguel Ángel Márquez y José Félix López García, son de Huelva y aun que definen su propuesta como Chiripop absurdo depresivo, la cosa no es tan sencilla, fíjate ya para empezar la cantidad de acentos que tienen en sus nombres y apellidos, después el título del proyecto, Antílopez que sutileza y ya cuando los ves en escena no sabes que pensar. Se presentaron en Luz de Gas como una composición de rojos y negros intercalados, mas anarquismo no puede haber, dos guitarras, dos taburetes y dos falsas botellas de agua, para disimular dos vasos de agua con algo más. Si tuviese que explicárselo a mi madre, le diría que se trata de dos “comediantes” creo que estarán de acuerdo que es el adjetivo que mejor les define, igual que comediante era el gran Fernando Fernán Gómez. Usan la música como podrían usar la danza, la poesía o el teatro, en el fondo la grandeza de su propuesta está en conseguir que el público disfrute de un espectáculo donde ríes, piensas y durante un buen rato te sientes feliz. Usan la música para reírse de los “no músicos” usan el flamenco, la copla, el tango, el pop, el hip hop, como Cervantes uso los libros de caballerías, para abrir los ojos a un montón de personas que están un pelín “atontadas”. No puedes quedarte con su “burla” del fandango, son de Huelva y no pretenden reírse de su gente, no puedes enfadarte porque no quieran ser otros nuevos “Silvio, Serrat o Sabina” porque se puede ser cantautor sin imitar, ellos lo hacen. Debo reconocer que al principio me molestó que José Félix quisiese dirigir a un público al que todavía no se había ganado, pero al final del concierto yo también seguía sus ordenes, porque es muy difícil no seguir a un tipo con ese desparpajo, con esas tablas, a un personaje que sabe provocar y que además tiene una buena voz para cantar canciones bonitas. Su manera de insinuarse, su arte en la comunión con el público, podría ser un artista de cabaret, pero no se conforma, su discurso en catalán sobre la bola de drac, solo puede hacerlo alguien que ha hecho de la improvisación un arte. En el otro extremo, pero muy junto, Miguel Ángel, el tipo que puede explicar historias de bar, el hombre que sabe manejar un show, el guitarrista que conoce su oficio, interprete de pasiones, “intelectual sencillo” cercano a la sabiduría del “Chipi” pero menos marcado por ninguna generación, un fenómeno. En fin dos comediantes. No los dejes pasar de largo. + info | Candido Querol