Andy Palacio & The Garifuna Collective

yH5BAEAAAAALAAAAAABAAEAAAIBRAA7 - Andy Palacio & The Garifuna CollectiveAndy Palacio & The Garifuna Collective
Nuru Kane & Bayefall Gnawa
Ljubljana (Eslovenia), Krizanke
24 de mayo de 2007

yH5BAEAAAAALAAAAAABAAEAAAIBRAA7 - Andy Palacio & The Garifuna CollectiveLa agradable noche de primavera permitió disfrutar aún más de las músicas que sonaron en el céntrico y coqueto recinto de la capital eslovena. Abrió el fuego el senegalés Nuru Kane, autor del interesante Sigil (World Music Network, 2006), con una propuesta que busca la conexión entre diferentes rítmicas africanas: gnawa, m’balax, afro-beat… Por desgracia, el grupo no pudo desarrollar todo su potencial sobre el escenario, pues dos de sus músicos se quedaron retenidos en Londres por problemas de visados. Así que a Kane (voz, guimbri), sólo le acompañaron Mamadou Sarr (calabasse, djembe), Abdelkader Tab (percusiones) y Thierry Fournel (guitarra, ûd). Pero lejos de arrugarse, el cuarteto salió a por todas y logró que la gente entrara poco a poco en su curioso y bien trabado repertorio, hasta conseguir que el público cantara y bailara. El momento divertido llegó cuando Kane invitó a subir al escenario a varios niños que, sin ningún complejo, se movieron durante bastantes minutos al ritmo de la música para delicia (y envidia) de los adultos. Después llegó el turno del beliceño Andy Palacio, que presentó los temas del exquisito Wátina (Cumbancha / Karonte, 2007). Arropado por una banda compacta (tres guitarras contando la suya, bajo eléctrico, tres percusionistas), sonaron canciones como Gagandibá, Lidan aban o Yagane, en algunos casos con mayor energía rítmica que en el disco. Y es que tanto Carlos Perrote (tambor segundo) como el jovencísimo Joshua Arana (tambor primero) dejaron buenas muestras de su talento en los cueros. En oposición a la juventud de Arana, en el escenario apareció Paul Nabor, una de las últimas figuras de la vieja guardia de la música garifuna y mentor de Andy Palacio. El enorme sombrero que vestía impedía verle la cara, pero su voz bastó, tanto en los temas de Wátina que cantó como en la parranda tradicional que interpretó, para seducir a todos los presentes. Bogdan Benigar, director artístico del festival esloveno Druga Godba, demostró su excelente olfato al proponer una noche en la que coincidieron dos de las figuras emergentes de la escena de las músicas del mundo. // Jordi Urpi