Ana Laan
Ana Laan
“Sopa de Almendras” Warner Chappell, 2011
Nació en Madrid, se crió en Estocolmo, vivió en Inglaterra y volvió a España para estudiar Filología Inglesa y desarrollar su carrera musical. Ha acompañado a Sergio Dalma, Jorge Drexler, David Broza o a Christina Rosenvinge. Empezó con un pseudónimo de lo más exótico, Rita Calypso, bajo el cual grabó dos discos: Apocalypso, 2002 y Sicalyptico, 2004. Formó parte del dúo pop Magic Whispers y despuntó en la escena indie a principios de este siglo. De esa mujer fatal de labios carnosos, una devora-hombres que cantanba versiones de canciones de los 60 y 70 en sus yates de la Costa Azul, y que respondía al personaje de Rita, hay más bien poco en esta cantautora y compositora multicultural. Muchos de nosotros la descubrimos con ese exquisito Para el dolor de su álbum Orégano, que no en vano fue incluido en la compilación Music From the Wine Lands de Putumayo, además de ser galardonado con el Independent Music Award (Premio de la Música Latina) al mejor álbum latino. Después llegó Chocolate and Roses (2007), un disco extrovertido en el que Laan se mantuvo fiel a sus raíces latinas y en el que sacó a la luz toda su vena compositora, pero que por desgracia se pudo escuchar más en los Estados Unidos que aquí. Ahora vuelve de nuevo con este álbum repleto de melodías sencillas, profundas y con mucha carga autobiográfica de la artista. Un disco que deja patente que ha sido fruto de un proceso creativo largo y sin prisas y donde Laan se desnuda con total sinceridad en temas como el que pone título al trabajo, Sopa de almendras, en el que la madrileña-sueca homenajea a sus raíces españolas y se convierte en una exploradora de su identidad, pero también se confiesa en Box Hill declarando a través de rimas ingenuas e irónicas su amor por Inglaterra, reivindica el amor a los cuarentaytantos en 42 o se marca un tema descaradamente popero inspirado en la gastronomía india en Vindaloo –tema escogido para el primer video clip del disco- Un trabajo ecléctico que a veces huele a tradición española –incluso con referencias a La Violetera o con reminiscencias de jota murciana-, otras se va al jazz más retro o a la balada limpia y casi ingenua y que por supuesto se vale del pop sin ningún tipo de complejos. No hay temazos como ese Para el Dolor de Orégano o ese tremendísimo Ex de su anterior Chocalate and Roses en el que más de una nos reflejamos, pero aún así, Ana Laan sigue siendo personal, distinta y singular, algo tan el desuso en estos tiempos que corren. www.myspace.com/analaan | MariaJo López Vilalta