Actores Alidos
Actores Alidos
”Canti delle donne sarde”
Finisterre
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La historia de Cerdeña es la receta de una ensalada étnica. A lo largo de los siglos han pisado la isla más pies que la alfombra roja en una noche de estreno. Dejaron su huella toscanos, lombardos, corsos y hasta catalanes, como ponen de relieve las pinturas de sus templos y la escultura de sus cristos góticos. Tanta colonización aislada en el mar y en el tiempo tuvo que producir, por fuerza, una riqueza cultural absolutamente marginada y libre de los imperativos modales de quita y pon. Su identidad artística es un híbrido de muchas otras foráneas y vecinas, pero la pureza de esta mezcla se ha mantenido intacta durante años. El coro polifónico Actores Alidos, liderado por el trémolo bovino de Valeria Pilia, ha compilado docena y media de canciones sacras, danzas, villancicos, nanas, serenatas, rezos litúrgicos (rosarios, cantos de plañideras…) y varios poemas de Paolo Pillonca (Chelu e mare, Omines comente tamburos), apoyándose en el virtuosismo folclorista del polifacético Orlando Mascia, que lo mismo toca un pequeño acordeón llamado organetti, el triángulo o la trunfa (una especie de arpa de boca muy tosca y dúctil) como sopla todo tipo de flautas de pastor (el sulitu o la launedda de tres bocas). Aunque algo pervertida por ciertos arreglos licenciosos, la colección resulta una buena muestra del folclore coral de Cerdeña, poniendo el énfasis en la casi indisoluble relación que la tradición insular ha establecido entre la mujer y la música, consideradas ambas simbólicamente como fuentes naturales de donde emana la vida. // Iván Sánchez Moreno