5º Festival de la Cultura Brasileña

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5º Festival de la Cultura Brasileña

Moll de la Marina, Barcelona. 8 de septiembre de 2013

La organización habla de 12.000 asistentes al 5º Día de Brasil que se celebró en Barcelona el pasado 8 de septiembre. Unas personas que soportaron las inclemencias del tiempo, casi dos horas lloviendo de forma intensa, con resignación y la esperanza de que volviera la calma climatológica, y aunque algunos buscaron refugio en el momento máximo de lluvia, otros resistieron con o sin paraguas, porque en el escenario estaba una de las artistas mejores de la jornada, Fabiana Cozza, y nadie se la quería perder.

Anécdotas aparte, la presente edición del festival fue todo un éxito, no solo de público, sino desde el punto de vista artístico. El nivel de los músicos participantes y de los conjuntos de raíz folclórica, que también actuaban en el festival, fue altísimo. Desde un primer momento, con los integrantes del grupo de capoeira Cordão de Ouro, una formación de una veintena de miembros que presentó un completo espectáculo; hasta el grupo de percusión brasileña, Batala Barcelona, uno de los grupos de un colectivo de más de veinte bandas desplegadas por Europa y el resto del mundo, que aquí acudió con varias decenas de percusionistas, el nivel fue más que satisfactorio.

Ya en el escenario, Victor Salvatti, el cantante brasileño afincado en Barcelona desde hace 9 años, fue el primero en actuar, presentando su interesante disco Nossa Terra. Con un grupo de músicos muy sólido, fue ofreciendo alguna de las canciones del trabajo, así como otros temas de su primer álbum, e incluso, se permitió acabar con un popurrí de clásicos brasileños, que hizo bailar a los asistentes.

El baque de Maracatu Mandacaru fue una de las sorpresas del día, porque es un grupo en plena evolución, surgido en 2009, que está adoptando una trayectoria de lo más prometedora. La formación se presentaba con ocho miembros, cinco mujeres y tres hombres, voces y percusiones, potenciados armónicamente por una guitarra. Una música de raíces africanas con influencias cubanas y brasileñas, principalmente. Un conjunto con una gran fuerza del que oiremos hablar.

Tras ellos llegaba una de las grandes atracciones de la jornada, la paulista Fabiana Cozza. Reciente ganadora del 23º Premio de música Brasileña, como mejor cantante de samba, demostró en el escenario lo que nos había comentado en la entrevista que la hicimos: que es una Cantante, con mayúsculas y sin necesidad de ceñirse a un estilo concreto. Una artista que ha homenajeado en sus conciertos tanto a artistas brasileñas (Clara Nunes o Elizeth Cardoso), como a cantantes europeas (Edith Piaf). Prueba de ello es el éxito que logró en su actuación, a pesar de la dichosa lluvia que, aunque se lo propuso, no pudo evitar que el público vibrase con la música, la voz y la presencia escénica de esta magnífica artista brasileña.

Vaudí Cavalcanti es otro caso de músico brasileño afincado en la Península, concretamente en Asturias. Cantante y compositor, con siete discos publicados, se presentaba con Vaudí 20 años brasilizando celebrando sus veinte años de carrera en nuestro país. Otra de esas interesantísimas incorporaciones de músicos brasileños que viven en la península y que nos acercan las músicas de su tierra.

Llegaba posteriormente la figura más esperada de la noche, uno de los mejores músicos de Brasil y, ¿por qué no?, del panorama internacional, Armandinho Macêdo. Con su guitarra bahiana, una evolución del pau eléctrico que inventó su padre, Osmar Álvares Macêdo, junto a Adolfo Dodô Nascimento, ambos de Salvador, y al que él añadió una quinta cuerda, para ampliar los posibles sonidos, le dio una forma distinta y lo afinó como un bandolín. Amandinho Macêdo demostró ampliamente el porqué de su fama, con unas intervenciones solistas extraordinarias, con temas que iban desde su particular versión del Bolero de Ravel, hasta clásicos de la MPB, todo ello con toques de la música anglosajona que, en un momento de su vida, nos explicaba, fue un referente para él. Todo un lujo que de por sí hubiese justificado la asistencia a un evento que ya había valido totalmente la pena antes de su presencia.

Acabó el Día de Brasil con la actuación de Robson Rodrigues & Forró de Fuxico. Música para bailar que los presentes acogieron con entusiasmo, pidiendo incluso a la mesa de sonido, de lo cual somos testigos, que aumentase el volumen para conseguir convertir la enorme explanada en una también enorme pista de baile.

Si añadimos a todo ello los diferentes puestos de comida y bebida, y, especialmente, la actitud festiva de los miles de participantes que permitía acoger en el recinto gente de todo tipo, desde niños, alegres; jóvenes, divertidos; y mayores, participativos y añorantes de sus orígenes; hasta perros, abundantes; con el ánimo, todos ellos, de disfrutar de una fiesta absoluta, con una organización impecable a cargo de la Asociación Diversia, todo bajo el amplio paraguas de la cultura brasileña. + Info | Federico Francesch | DESAFINADO RADIO