15ª Fira Mediterrània de Manresa
15ª Fira Mediterrània de Manresa
Del 8 al 11 de noviembre de 2012
Cuando se habla de La Fira Mediterrània de Manresa en según que círculos, todo el mundo la conoce. Pero fuera de ellos, no todos saben lo que es y representa este encuentro profesional. Por ello hablamos con su director David Ibáñez, para que nos lo explicara: “La Fira Mediterrània es un gran evento que sucede en Manresa cada mes de noviembre, y es básicamente una feria, es decir un encuentro de profesionales de toda Europa que vienen a descubrir propuestas artísticas de teatro, música, danza, circo, artes visuales, que tienen un nexo común, es decir que utilizan la raíz tradicional como materia creativa. El apartado profesional es fundamental pero La Fira no reniega de su vocación popular y multitudinaria por lo que todos estos eventos están abiertos al público. Trabajamos con esta dualidad que nos permiten que pasen por ella cerca de 100.000 personas en cada edición.” Con una cifras de más de 1000 profesionales acreditados; más de 200 representaciones de los más de 100 espectáculos presentes abiertos a todos; 70 actividades adicionales para profesionales; y todo ello en el espacio de tiempo comprendido entre el 8 y el 11 de noviembre; la importancia de esta muestra dentro de la música de raíz es evidente.
Siempre que uno va a un acontecimiento como este, ha de escoger. No podíamos ver los 44 conciertos que habíamos marcado previamente en el programa, ni por horarios, ni por coincidencia entre algunos de ellos en el tiempo, ni por los desplazamientos, pues 11 eran los espacios preparados para acogerlos, algunos de ellos realmente distantes entre sí. Obviaremos aquí la parte más técnica del evento, como presentaciones profesionales, intercambios, etc., etc.; y nos centraremos en los artistas a los que pudimos ver.
Dentro del espacio del festival se celebraba la final del 5è Concurs Sons que organiza la revista Enderrok, al que optaban Arnau Obiols Quartet, una interesantísima propuesta de acercamiento de la canción de raíz de los Pirineos catalanes al jazz. Excelente propuesta, así como la de las cuatro interpretes de Karregades de Romanços que aplican técnicas corales a canciones populares de su territorio, las Terres de Ponent, acompañándose con el pandero cuadrado o el acordeón diatónico, instrumentos también enraizados en su tierra. La tercera propuesta la traía Stukat del Bolet (un juego de palabras: tocat del bolet es algo así como tocado del ala), diez músicos que se mueven en los circuitos del folk tradicional. Finalmente los ganadores del concurso, Els Laietans, colla de grallers de Mataró. Cinco músicos, cuatro el día de la final, que a través de instrumentos tan populares como la gralla y la tarota, aparentemente limitados en cuanto a repertorio, han conseguido revolucionar de alguna manera el concepto de grallers, acercando no solo las músicas tradicionales a los espectadores, sino que han conseguido hacer con las músicas más populares y modernas un repertorio propio exento de manías que va desde temas de Shakira o Coldplay a canciones de Els Amics de les Arts o Antonia Font, pasando por músicas de películas o series de televisión. Acudimos también a ellos, concretamente a Pol Ducable uno de sus componentes, para que nos hablara sobre el grupo: “El grupo nace en el 2006, en Mataró y lo formamos dos gralles y una tarota, más la percusión. Pasamos del repertorio típico a interpretar canciones tradicionales y Roger Andorrà preparó una versión del Waka Waka; hicimos un video, totalmente amateur y lo colgamos en Facebook; y las redes hicieron que lo escuchara mucha gente, que llegara a las radios, sin nosotros saberlo, e incluso a la televisión”. También nos explicó que tipo de instrumento era la gralla: “La gralla es de la familia de los oboes tradicionales, como las dulzainas en la Península Ibérica; también en la cuenca del Mediterráneo hay instrumentos similares con distintas denominaciones. Es un tubo cónico cilíndrico con una embocadura de doble caña, con un sonido más bien estridente para que suene también en la calle, porque es un instrumento de exterior no de interior” nos aclaraba el músico.
En el espacio destinado a los profesionales, la Vela Showcases, nos encontramos con sorpresas tan interesantes como la del nuevo trabajo de Cris Juanico o la rumba de Sicus Carbonell, junto a propuestas novedosas como la de Lafaille Cobra de Francia, otro grupo que intenta poner al día la música de cobla; o Batak, que mezcla el reaggee y el ska con música folclórica de todo el mundo. Merece destacarse la presentación de Rafel Arnal al que ya conocíamos de su paso por el grupo Aljub, y que presentaba su primer trabajo en solitario, Pam a Pam (Palmo a palmo), lleno de lirismo, con raíces en el folclore mediterráneo, pero con una interesantísima incursión en el mundo de la electrónica. Desde el 2001, cuando empezó con el grupo Carreixer, hasta la actualidad, con su nuevo trabajo, su compromiso con la música y el folclor ha sido constante, hasta llegar a esta propuesta, una de las más interesantes del festival.
La Taverna era otro de los espacios donde se podía escuchar música, en este caso con la posibilidad de degustar diferentes propuestas culinarias que nos ayudaban a descubrir nuevas culturas. Allí pudimos ver, además de la final del concurso Sons, propuestas tan interesantes como las de Mazal, una fusión de cantos sefardís y música electrónica; Los Hermanos Cubero, extraña mezcla, pero afortunada, de música de la Alcarria con el bluegrass de Kentucky, como les gusta definierse a estos cordaineros, que acompañan sus canciones con su guitarra y su mandolina. Otra de las sorpresas agradables de La Fira. También allí pudimos ver a Xavi Murcia presentando su segundo trabajo en solitario, A contrapeu, un disco que, como dijo Marc Gall “representa una cierta vuelta hacia un ambiente más orgánico desde una tímbrica más acústica”, y que nos acerca a un músico de temas cercanos y llenos de lirismo. También Riu, ganadores del Sons del año anterior, presentaban su segundo trabajo, Amb canya, con un directo potentísimo donde los seis miembros del grupo demuestran la filosofía de su proyecto lleno de energía y de fuerza, interpretando tanto piezas populares como composiciones propias. Y fue también allí donde escuchamos a Paula Domínguez, una de las voces más importantes de nuestro panorama, embarcada en múltiples proyectos como el grupo Lenacay, el Gospel meets Flamenco, junto a Ramón Escalé, o este Cantes de ida y vuelta, referencia a aquellas canciones flamencas que viajaron a América y volvieron, que nos presentaba en Manresa acompañada de Manuel Castilla a la guitarra y David Dominguez a la percusión. No hablamos de sorpresa agradable en el caso de Paula Dominguez, sino de confirmación.
El Sielu se incorporaba este año como nuevo espacio para La Feria y fue allí donde encontramos algunas de las propuestas más interesantes. El Naán es un grupo que basa su música en el folclore de tradición ibérica, con pinceladas mediterráneas y árabes, con un directo con proyecciones de videos y acciones en vivo, pero que por las condiciones de la sala no se podían seguir fácilmente. Con un estilo que nos recordaba en según que momentos a Eliseo Parra, que interviene en su disco, e incluso al grupo de percusión ibérica Coetus; pero con una personalidad bien definida, especialmente por el uso de guitarra eléctrica bajo y batería como base, además de un jazzístico saxo. Un grupo muy interesante que presentaba su trabajo De Babel a Itaca con espíritu multidisciplinar. Els Berros de la Cort, que también vimos en esa misma sala, nos sorprendieron en su trabajo en un espacio cerrado, pues los habíamos seguido en sus actuaciones callejeras, hasta ahora las más frecuentes. Con una parafernalia basada en la simbología medieval, e instrumentos también relacionados con ese momento en su mayoría, con dos multipercusionistas y varios multiinstrumentistas tanto de cuerdas como de vientos, nos presentaban su tercer disco, Los nostres vices e pecats, partiendo de los libros trovadorescos Speculum al foder, uno de los primeros tratados sobre sexualidad, y el Llibre de Sent Sovi, el tratado culinario más antiguo en lengua catalana; y que ellos, en muchos casos con músicas también de la época, han adaptado con unos arreglos respetuosos de alguna forma con aquel momento, pero que, a través de una creatividad absoluta, transforman, con una fuerza y una potencia singular, en un ejercicio de comunicación con el espectador que recibe los textos, entre irreverentes y descriptivos, arropados por esa música que los interpretes, extraordinarios todos ellos, transmiten de forma impecable. Finalmente en El Sielu pudimos ver un adelanto de lo que será el segundo trabajo discográfico de Mara Aranda & Solatge. Se quejaban tras el concierto, de que habían tenido menos de diez minutos para hacer las pruebas de sonido, lo que había condicionado el mismo. Los que los hemos visto más de una vez notamos el nerviosismo del grupo, las miradas entre ellos cuando el sonido no era el ideal, pero los que no los conocían, como pudimos comprobar, quedaron absolutamente enamorados de ellos, porque Mara Aranda, Josep Maria Ribelles, Eduard Navarro, Jota Martínez, y Abel García, unen el virtuosismo instrumental a la inigualable voz de su cantante, así como el cuidado y la belleza de los arreglos de sus temas, ya sean creaciones suyas oadaptaciones de canciones populares. No fue la actuación que hubiesen deseado, pero si fue lo suficientemente interesante para darnos a conocer sus nuevos temas y añadir nuevos admiradores entre los que no los conocían. Mara Aranda nos dijo al acabar que prevén la salida del disco para final de año. Estamos impacientes.
Otro espacio que se incorporaba este año era La Seu, en el que actuaron, entre otros, Xavier de Betera, al que acompañaban Paco Lucas, Nestor Mont, Cristobal Rentero y Pere Rodenas, todos ellos pesos pesado entre los músicos tradicionales del País Valencià. Una nueva voz que se incorpora a los cantantes de aquellas latitudes que tiene el cant d’estil como referente de su música, y al que, por lo que pudimos escuchar el otro día, habrá que seguir muy de cerca. También en La Seu, puede que con una unión más lógica entre el templo catedralicio y el tipo de música que practican, pudimos escuchar a EVO, que forman Efrén López, Miriam Encinas, Laia Puig, Ivan López, esta vez con el refuerzo de Pedram Khavar Zamini y Oswaldo Jorge; que presentaban un nuevo proyecto dedicado exclusivamente al repertorio medieval. Perfectos en las ejecuciones instrumentales, nos acercaron este trabajo reciente, de magnífico contenido, de forma impecable.
Y ya desplazándonos de un lugar a otro, pudimos ver en el Teatre Kursaal la esperada actuación de El Niño Josele, junto a la Cobla Sant Jordi en una actuación que se justificó absolutamente, en cuanto a interés, por la participación como invitado del reputadísimo trompetista sardo, Paolo Fresu, que nos demostró el porqué goza de una merecidísima fama dentro de los ambientes de jazz.
En otro orden de cosas, en el Auditori del Conservatori el coreógrafo Cesc Gelabert, invitado de la anterior Fira de la Mediterrània; junto al cineasta Iñaqui Lacuesta, invitado de este año, presentaban Traç, un espectáculo de danza que a través del gesto continuo, procuraban enlazar a los maestros del pasado con los contemporáneos, con la participación, al final, de alumnos infantiles de ballet que le daban un toque de originalidad y una proyección de futuro a esa disciplina.
A destacar también la presentación del nuevo espectáculo, uno de esos espectáculos donde disfrutan tanto adultos como niños ya que cada colectivo puede hacer una lectura diferenciada del mismo, de Sanfaina de Colors, el grupo que lideran Mirna Vilasis y Xavi Murcia, a los que acompañaban Lluís Figueras, Albert Vila y Xarli Oliver. Capsules, que así se llama el trabajo, a través de la música, la poesía que ésta encierra y las animaciones que se proyectaban en una pantalla, obra de la artista Lyona, logró el aplauso unánime de los espectadores.
Si a todo esto añadimos las fanfarrias que recorrían las calles; actuaciones en lugares al aire libre, como las que vimos en el Patio del Teatre Kursaal, especialmente la de Kubick Dance Company, mezcla de arte urbano y poesía; espectáculos de circo y de teatro, a los que nos fue imposible asistir; los más de 70 stands ubicados en el paseo dedicados a la cultura tradicional; nos puede dar una idea de lo que significa para Manresa, concretamente, y para la Cultura, así con mayúscula, este acontecimiento que se repite cada año.
David Ibáñez, nos dijo que tiene la idea de tensionarlo al máximo. Es decir, buscar en la Fira Mediterrània de Manresa el contraste extremo, eso sí, sin salirse de lo tradicional, entre las propuestas más canónicas y las más revolucionarias, dando cabida a ambas. Los próximos 7 a 10 de noviembre de 2013, en la 16ª Fira Mediterrània de Manresa, veremos si esta idea que surge de la organización se desarrolla y de que forma lo hace. Mientras tanto, la sensación sobre la convocatoria de este año, pese a los detalles que siempre los hay, ha sido altamente positiva y estimulante, y teniendo en cuenta los tiempos que corren, toda una azaña. + Info | Texto y fotos: Federico Francesch | DESAFINADO