Youssou N’Dour
Youssou N'Dour
Festival B-Estival
Barcelona, Poble Espanyol
18 de julio de 2007
Otro concierto del "Príncipe de Senegal" y otra noche de absoluto disfrute musical. Y también otra buena demostración de que la Plaça Major del Poble Espanyol de Barcelona es un lugar excepcional para celebrar estos conciertos de verano. La noche se abrió con La Shica, una “nueva” cantante que apunta muy buenas maneras. Acompañada por una atípica banda (guitarra, contrabajo, percusión y dos coristas-bailaoras), presentó los temas que formarán su primer disco, cuya edición está prevista para el otoño. Lo suyo es una mezcla de pop, flamenco, copla y hip hop, con baile y danza incluida, que a buen seguro tendrá repercusión, aunque quizá su música y su voz recuerden a otras artistas (léase La Mala, Bebe o Chambao). Pero no resultó el sitio adecuado ni el público indicado para su espectáculo, como se leía en la cara de muchos senegaleses, y africanos en general, que miraban extrañados al escenario como si se hubieran equivocado de concierto. Pero estamos seguros de que en los próximos meses oíremos hablar de ella. Y le llegó el turno a Youssou N'Dour. Primero salió a escena su banda, con su inseparable director musical y bajista Habib Faye, el fiel Assane Thiam al tama, el divertido Babacar Faye y su ayudante El Hadj Faye en el sabar y las percusiones, los clásicos Pape Oumar y Jimi Mbaye con sus cristalinas guitarras, además de ¡tres teclistas!, baterista y una sola corista. Tras ellos, Youssou N'Dour, siempre elegante (en esta ocasión ¡con gafas de diseño!, pero graduadas). Curiosamente abrió el concierto con la afro-pop C’est l'amour, pero en una versión mucho más percusiva, seguida de la encantadora Li ma weesu, ambas de Nothing's in vain (Nonesuch, 2002), para después hacer un recorrido bastante completo por todas sus épocas. Desde el clásico Pithe mi de Inmigrées (Virgin Records, 1988) hasta el Set del disco del mismo nombre, pasando por las que nunca faltan en sus conciertos como Birima y Baykat. Tampoco faltó la canción que le hizo popular entre los occidentales, 7 seconds, o su emocionante himno panafricano, New Africa. Y como bises, cuatro canciones entre las que sobresalieron Ndiadiane, viejo tema de la época de Super Etoile de Dakar, junto con Boul Bayekou de su reciente disco, Alsaama Day, editado hasta la fecha sólo en Senegal. ¿Quién es capaz de acabar un concierto por todo lo alto con un tema de su nuevo disco? Youssou N'Dour lo hizo y fue todo un acierto. // Miguel Amorós