YAGO SANTOS “Homenaje a Claude Debussy”
(Karonte/Nuba Records, 2022)
Claude Debussy (1862-1918) ha sido antes abducido por el jazz, el rock, el techno e incluso el heavy metal. Títulos de su autoría como Claro de luna, el Arabesco o el Preludio a la siesta del fauno se han convertido en clásicos universales indiscutibles. Referencias como las recreaciones de Jacques Loussier o Art Of Noise son a menudo ineludibles. No le van a la zaga las incontables adaptaciones para guitarra, como prueban otros esfuerzos como los del Philharmonic Guitar Quartet. Pero en esta ocasión se hace particularmente destacable mencionar el nombre de Yago Santos.
Santos es conocido sobre todo en los círculos más académicos del flamenco desde que fuera galardonado con el Premio Paco de Lucía en el I Festival Internacional de Guitarra de Sevilla. Formado en el Berklee College Music –obteniendo la distinción suma cum laude en el departamento de jazz contemporáneo por su contribución al estudio del flamenco–, este bilbaíno pronto destacó como alumno aventajado de maestros como Chicuelo, Paco Cortés y Rafael Riqueni, entre otros. Su debut discográfico –Alma de niño (Karonte/Nuba Records, 2021)– fue asimismo gratamente aplaudido.
Por no anclarse en un género que otros tocaores han explorado (y explotado) mucho más, Yago Santos ha probado un giro arriesgado con su segundo disco en solitario. La apuesta no ha podido ser más lógica, pues el repertorio escogido ha sido el del citado Debussy. Este compositor, surgido del movimiento impresionista francés de entre finales del siglo XIX y principios del XX, se anticipó con su música colorista y llena de sugestivas armonías al futuro atonalismo que cosechara la segunda Escuela de Viena (Schoenberg, Berg & Webern) y el serialismo de Messiaen y Berio. De ahí al salto al jazz contemporáneo sólo había un paso (sobre todo si se traza una senda –aún por indagar– hasta el free jazz más extremo: el de Roland Kirk, John Coltrane u Ornette Coleman).
Sin embargo, el contacto de Santos con la música de Debussy no llegó por vías tan apócrifas, sino en sus años de adolescencia, período en el que practicó el talento pianístico antes de decantarse por sus aptitudes para la guitarra clásica. El acercamiento a la música impresionista caló hondo en Santos, quien supo hallar tanto en su fondo como en su estructura, en sus formas armónicas y su timbre ciertas sonoridades que le remitían al flamenco puro. No en vano, fue Manuel de Falla quien estableció el puente más evidente entre las músicas de raíz andaluza y el estilo impresionista tras su vuelta de París. Tal fue la influencia que Debussy ejerció sobre el músico gaditano que, a la muerte de aquél, compusiera el Homenaje a la Tumba de Debussy, incluido también en este Homenaje a Claude Debussy (2022, Karonte/Nuba Records) de Yago Santos.
El mencionado trabajo de Santos no debe entenderse como un ciego atrevimiento, antes al contrario. Sin salirse de la rigidez formalista de la que su origen académico le es un fiel reflejo en su arte interpretativo, Santos ofrece once arreglos para guitarra sola sobre otras tantas piezas del repertorio debussyano que no obstante huelgan de una personal identidad. La ambición de Santos quizá no fue más arrojada debido a la respetabilidad que inspira el programa elegido. Pero, por otra parte, su profundo estudio de la música impresionista le ha permitido investigar nuevos palos del flamenco dando a conocer lo que él mismo ha bautizado como un estilo “a la norteña” (¿será por sus orígenes bilbaínos?), escrito en modo menor eólico. De estos moldes nace su primera incursión en este estilo como es Camino de plata, antesala de lo que será su próximo disco encarado directamente en el campo flamenco. Ganas hay, maestro. + Info | relacionados