Virus String Quartet

yH5BAEAAAAALAAAAAABAAEAAAIBRAA7 - Virus String QuartetVirus String Quartet
Barcelona, L'Auditori
20 de abril de 2007 

Virus String Quartet es un cuarteto de cuerda formado por Oriol Saña Campoy y Ernesto Briceño, violines, Elisabeth Gex, viola, y Joan Antoni Pich, violonchelo. Su intención es demostrar que una formación como la suya no tiene por qué limitarse a un repertorio clásico, sino que puede hacer música cercana al rock, al funk, al heavy metal o al techno. El concierto de L'Auditori servía de presentación del disco Virus (World Village / Harmonia Mundi, 2006; véase comentario en B!ritmos) y contó con las colaboraciones de Isaac Rubio, cajón flamenco, y Llorenç Peris, programaciones. La sala estaba llena y el público parecía disfrutar. Sin embargo, a mí me pareció que el concierto se planteaba de forma errónea. Por ejemplo: dar importancia al hecho de que el repertorio interpretado provenga de músicas "no-clásicas" apenas tiene sentido cuando existen en el mundo formaciones como Kronos Quartet, que se ha atrevido a hincarle el diente, entre otros, a la música de Bollywood, o Brodsky Quartet, que hizo lo propio con Elvis Costello, por citar un par de ejemplos. Está demostradísimo que un cuarteto de cuerda puede hacer lo que quiera, a partir de ahí hay que aportar alguna novedad. O, simplemente, obviar el tema. Otro: las bromas pactadas entre los músicos son escenografía común en Estados Unidos, pero en Barcelona queda un poco raro (aunque había quien las reía: ¿serían norteamericanos?). Virus String Quartet no necesita nada de esto porque es un grupo vital, con música bien elaborada, inteligente e interesante, preparada para brillar si se la deja. Por último, y ahora sí me pongo seria, al llegar la etapa electrónica, para hablar de la guerra y, por extensión, del mundo árabe, se utilizó un sampler de… ¿Adivinais? ¡La llamada a la oración! Otra vez, otra y otra y otra, por enésima vez el mismo sampler. Es como si para hablar de España siempre, siempre, siempre se utilizaran sólo sevillanas. Claro que hay músicos que lo hacen, pero no nos los tomamos en serio. Estaría bien aplicarnos el cuento cuando hablamos de "los otros". // Brigitte Vasallo