Victor Salvatti

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Victor Salvatti

«Nossa Terra»,  Sgae 2012

Hace unos 15 años, a Victor Salvatti le cambió su vida cuando descubrió una guitarra. A partir de entonces, de forma autodidacta, fue experimentando con ella, con los ritmos del folclore brasileño y de aquellos de influencia africana. Hasta aquí esto que él nos explica es común, más o menos matizado, entre muchos otros músicos.

Victor Salvatti en el 2004 decide venir a Europa, a Barcelona concretamente, para dar a conocer su trabajo. Otra situación que no representa ninguna sorpresa, porque muchos son, han sido y serán, afortunadamente, los músicos que van de unos países a otros con su cultura a cuestas repartiéndola generosamente por el mundo.

El tercer ítem es el que le distingue de otros muchos artistas que podrían compartir, a groso modo, su historia anterior. Victor Salvatti, después de una primera grabación de cuatro temas en el 2009, se nos presenta con un disco, Nossa Terra, de una madurez sorprendente, teniendo en cuenta que, en realidad, es su primer trabajo.

Nossa Terra es un cd que llama la atención desde un primer momento por la solidez de sus propuestas, tanto en el aspecto compositivo, como en el de la interpretación vocal e instrumental.

yH5BAEAAAAALAAAAAABAAEAAAIBRAA7 - Victor SalvattiSorprende, de entrada, la apuesta acústica del mismo, con la ausencia del bajo y la batería en los arreglos, lo que crea un ambiente general muy cercano al oyente, cambiando la sofisticación que a veces encontramos en músicos de ese estilo, por una sensación de proximidad e intimismo difícil de lograr.

Un disco lleno de guiños, como la Madalena del primer tema, Bate Panela, una apertura feliz, donde contrasta la dureza de la vida, con la belleza del amanecer.

Un amanecer que sigue presente en el segundo tema, Ciranda que anda, donde habla de la sinceridad de los gestos.

Desde un primer momento, las canciones se caracterizan por el trabajo vocal y de acompañamiento con la guitarra que hace Victor Salvatti. Pocos son los elementos que va añadiendo a las percusiones de Adriano DD, omnipresente en todo el trabajo. Son aportaciones puntuales, como la voz de Ana Rossi, la versátil cantante sudamericana afincada en Cataluña que le presta su preciosa voz  en los temas comentados. Munir Hossn acompañándolo con un cavaco caboverdiano en el primer tema o Marta Requena con el violoncelo y Juan Berbin, con sus efectos y la kalimba, en el segundo. A algunos de ellos los volveremos a encontrar en el disco, otros solo aparecen puntualmente,  cuando Victor Salvatti y Munir Hossn, que han hecho los arreglos, lo consideran necesario.

Passarinho, el tema que sigue a los anteriores, nos relata las relaciones entre los pájaros y las flores. Es este uno de los varios temas donde las letras utilizan el recurso de la repetición, lo que, en algún momento, las convierte en un elemento musical más, casi como una percusión que se repite. Guillermo Calliero con el flugelhorn y Pablo Giménez con la flauta le acompañan en este tema, repitiendo el primero en la siguiente canción, Abre o Jogo.

En Abre o Jogo está presente la pobreza, la forma de salir de ella, la injusticia. Introduce un  trasfondo social en el disco, una constante en la carrera y también en la vida de Victor Salvatti, como comenta.

Pé na areia, nos habla de una “menina na beira do mar…”, volviendo a las referencias que antes comentábamos. Pablo Jiménez (¿el mismo Pablo Giménez de antes?) con la flauta se une a Erico Marco con su glockenspiel.

Olhos azuis es uno de los cortes más bonitos, donde la simplicidad de los acompañamientos, solo Victor Salvatti y Adriano DD a las percusiones, remarca esta canción de amor, que el texto habla de recuperar.

Otra referencia, en este caso no solo en la palabra, cuando nos cita a Asa Branca y su autor, ya que incorpora el acordeón, de la mano de Mer Aizpurua, la que introduce en Para as minhas rosas, de ritmo sincopado.

Amor de cangaceiro, el siguiente tema, nos transporta, con su letra y su música, al nordeste de Brasil. Aquí se añaden a Victor Salvatti y Adriano DD los pífanos de Xuxa Levy.

En Sorria, donde nuevamente encontramos unas letras repetitivas, casi percutivas, el consejo para todos es que sonriamos ante la vida, en un canto de esperanza. Vuelven con él, Guillermo Calliero y Juan Berbin.

Y llegamos al último tema, Era do sol, un homenaje a aquellas culturas que adoraban el sol, hablándonos de una nueva era que él nos pronostica. Juan Berbin vuelve a repetir y esta vez Pablo Giménez le acompaña con la zampoña y la quena, flautas andinas, mientras Adriano DD, introduce y acompaña el tema con la tabla y la voz, al más puro estilo indú.

Más allá de la especificación de cada uno de los temas, de los acompañantes, de las historias que nos cuentan, el disco tiene un componente de unidad que, a pesar de las diferencias entre las canciones, logra esa cohesión que a veces no encontramos en un primer trabajo, y si bien es cierto que puede argumentarse que a nivel compositivo el abanico de estilos puede ser un poco excesivo, lo que ocurre muchas veces cuando un artista quiere expresarlo todo en un primer momento, la personalidad de Victor Salvatti tanto con la voz como con la guitarra y la presencia de Adriano DD en todos los temas, crea una atmosfera que ofrece una unidad al conjunto que se agradece.

De cuidada presentación, con un libreto con la información suficiente (¿sería conveniente la traducción de las letras, solo presentes en portugués?); que hace que movamos constantemente nuestras manos, (lo entenderéis cuando lo veáis); colofón perfecto de un trabajo que además del resultado tan interesante que consigue, transmite dos cosas: profesionalidad y cuidado de todos los detalles. Un trabajo en el que se además se demuestra lo que Victor Salvatti dice: “La alegría y la música son mi razón de serInfo | Federico Francesch | Desafinado Radio – Victor Salvatti

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