Verdcel
Verdcel, “una especie de micro paisaje, una sensación, una emoción, un hecho literario que se transforma en un elemento plástico”
La banda de Alcoi edita su tercer disco, Sàmara, para contar la historia del siglo XX.
Con base de operaciones en Barcelona, y en un continuo viaje entre la Ciudad Condal y su tierra natal, Alcoi (Comunidad Valenciana), Verdcel acaba de presentar su tercer y último disco, Sàmara, un trabajo ambicioso que presenta a través de un concepto global de CD, DVD y cómic. Acostumbrados a luchar por si mismos en el panorama musical, con calidad literaria y narrativa, y reivindicando ideologías y el uso de su lengua materna, el catalán, con total normalidad, Verdcel (verdecielo, en su traducción literaria) es un grupo que apuesta por la confluencia de espectáculos audiovisuales en su concepción estilística. Alfons Olmo Boronat es su vocalista y el espíritu central de esta formación. Con algunos años a sus espaldas tratando de dar salida a su proyecto y a su creatividad, aborda este tercer disco como una continuidad en su concepción artística y creativa. Sàmara también es el nombre de la semilla que se desplaza con el viento gracias a una especie de pequeñas alas que avanza sin saber muy bien donde acabará su camino. Verdcel lo tiene claro y sigue flotando…
Nuevo disco de Verdcel. ¿Qué significado tiene Sàmara?
Es un disco conceptual que trata de hacer un resumen de nuestros origen. La “sàmara” es una semilla que tiene una especie de ala y cuando se la lleva el viento parece que vuela. Es un símil de algo que se desplaza,sabiendo de donde venimos y, más o menos, hacia donde vamos. Hemos querido contar la historia del siglo XX a través de la historia de una mujer de noventa años que es próxima a nosotros. Hemos aprovechado ese aspecto para hablar de los hechos del siglo pasado desde el prisma de nuestro pueblo. Es una historia real pero a la vez una historia de ficción que discurre a través del paso del tiempo. Venimos de una localidad situada entre montañas, con un medio ambiente hostil, como es Alcoi. El pueblo se ha hecho a sí mismo, se ha desarrollado entre montañas, con un fuerte crecimiento industrial que ha abusado del ecosistema social y paisajístico. La fuerza de los ríos favoreció el desarrollo industrial.
Un pueblo que se ha hecho así mismo, y a través del esfuerzo de muchos trabajadores…
En la Guerra Civil sufrió mucho por su condición de pueblo de trabajadores y combatientes republicanos. Es gente fuerte que nos dice muchas cosas y hemos querido recoger todas esas sensaciones desde una perspectiva actual. Las relaciones de la clase trabajadora, un pueblo que ha obtenido combustible del medio ambiente, una industria que ha dañado el lugar. Además, socialmente, la clase trabajadora se ha convertido en los nuevos señores, trabajadores sin conciencia de clase. Todo eso es el contenido de esta obra que hemos dividido en tres capítulos, y de igual forma, en CD, libro y DVD. El punto surrealista del texto es que la persona se hace cada vez más joven. Es un recorrido del pueblo hacia el mar, como un tren histórico local, el tren chicharra, que hacía ese trayecto, como si la mar fuese la muerte. Nuestro personaje coge el tren y viaja hacia el mar, pero se hace más joven, renace. Es un símbolo y eso se recoge en las tres partes del álbum.
¿Por qué un proyecto conceptual de diferentes formas creativas?
Nos ha surgido de forma natural. El planteamiento de Sàmara trata de articular todas las formas creativas. Además, no olvidemos que somos un grupo que ha desarrollado un fuerte apoyo audiovisual. Nuestros espectáculos son una comunión audiovisual. Pensamos que nuestro directo ha de entrar por diferentes sentidos. Profundizamos más en los espectadores, en sus sentimientos. Literatura, música e imágenes… Todo se refuerza conjuntamente y se trabaja entre todos. Hay una relación entre todas las artes plásticas, el DVD, el documental con una entrevista con esta mujer, las videoproyecciones, el cómic y las canciones.
Y en vuestra discografía como grupo, ¿qué significa este trabajo?
Es el tercero y seguimos una trayectoria lógica y natural, que nos ha llevado, digamos, a la madurez como banda. El primero era muy teatral, con espectáculo, pero ya teníamos la pretensión de contar historias, aunque fue en el segundo, en País Viatge, donde se dio salida a todas esas inquietudes. Antes lo hacíamos de forma más teatral y nos basábamos en el espectáculo. Todo eso fue el comienzo de lo que hoy es Sàmara. Ahora Alcoi es un pueblo en decadencia, en crisis como otros pueblos aislados entre montañas. Ovidi Montllor también está detrás de todo esto. Es nuestro referente. Fue coherente, luchó por la música y siempre estuvo vinculado al teatro. Nuestra música es muy visual, y tratamos de reforzar esa idea.
¿Se os clasifica o se os desclasifica como grupo que toca…?
Somos un grupo de canción que hace música de autor. No somos una sola persona, trabajamos además con un artista plástico y no concebimos trabajar sin él. Estamos en una cultura audiovisual y creemos en este tipo de interacción que para nosotros es un camino propio y de futuro. El disco, musicalmente, es más contundente. No quiero decir que sea roquero, pero tiene sus dosis, también tiene espacio para líneas musicales mediterráneas, o quizás más folk. Hay una parte más próxima y también una parte más contundente, con mucha instrumentación. Hemos vestido las canciones de formas más ricas. Es más denso, con voz, guitarra y bajo. Es una un tipo de canción entre alternativa y folk, y desde ese punto de vista hemos trabajando también las voces…
Hay que ser reivindicativo a través de la música y de los contenidos artísticos…
Pais Viatge era una defensa poética del paisaje. Trataba de un personaje que se encontraba a si mismo, que se encontraba a medio camino de la naturaleza y la ciudad. Queríamos reivindicar la defensa del territorio para que hubiese una armonía y se convirtiese en un paisaje natural, que hubiese una riqueza, sin enfrascarlo museísticamente, sin decir que la ciudad es mejor. Buscábamos el equilibro. Ahora hemos dado un paso adelante hablando de un lugar, en el que hemos introducido la variable tiempo. Eso nos ha servido para dar pie a revalorizar nuestra identidad. Es un disco que habla de la identidad y queremos que trascienda a todo eso, dejando claro nuestros orígenes. No ha de ser una cosa estática, sino actual, y la fuerza que te da eso es la sàmara, esa metáfora de dejar volar para que cada uno siga su propio camino.
¿Cuál es la posición de Verdcel en el mercado musical, sois conocidos fuera de Cataluña?
Estamos en un lugar que tiene poca repercusión en el sector. Creemos que comenzamos a ser conocidos pero es complicado. Seguimos pensando que lo importante es la calidad y no la cantidad. Queremos llegar a los sentimientos del espectador sin renunciar a nuestros principios. Ahora puede que sea más fácil darse a conocer al público a través de Internet. Con menos esfuerzo puedes hacer más cosas, pero debes de ser muy autoexigente. Tenemos que darnos a conocer, a través de nuestros espectáculos y nuestra música, que es nuestro trabajo. Puede que así estemos avanzando en nuestro camino sin una difusión inicial y, por tanto, vamos un poco por otras vías. Es un trabajo que nos gusta, en el que te involucras. La música da fuerza a nuestros espíritus.
¿Cuál ha sido la evolución del grupo, habéis contado con diferentes integrantes y, especialmente, con Carles Llinares que ha sido una pieza importante?
Con Carles hemos trabajado durante bastante tiempo, desde el principio. En País Viatge, por cuestiones personales, se limitó a participar en los directos, sobretodo en los acústicos. A nivel creativo ha escogido otro camino y quiere avanzar en otra línea. Puede que nos reencontremos en otro momento. La participación conjunta ha sido enriquecedora, igual que con el resto de músicos que han pasado por el grupo. Ahora tenemos una banda muy estable, implicada en el proyecto, con calidad profesional y que creen en nuestro futuro como grupo. Pau Romero, con las guitarras, cuerdas y voces, está muy implicado en el proyecto y en la producción y creatividad. También Daniel Olmo, que es una pieza fija, pero que teníamos que sacar a la luz. Somos un grupo en donde la imagen es muy importante, forma parte del contenido estético e ideológico de nuestra música. Somos una banda unida entre tres personas. Cuando actuamos con la banda al completo también están Xavi Blanquet y Darío Díaz, batería y bajo. Los egos son complicados pero Verdcel no ha sido un sinónimo de mi personalidad, aunque al final haya parecido que ha acabado siendo así. Es cierto que se necesita de gente más implicada y yo no puedo ser el centro. Esto es un proyecto de grupo y no un juego de egos, que tiene una recompensa compartida.
Funcionáis por Valencia, Catalunya, Alcoi, ¿territorios de lengua catalana?
Hemos estado en otros lugares. Hemos podido comprobar la versatilidad de nuestro estilo en diferentes escenas. Hemos visitado Cerdeña, l’Alguer, Madrid, Galicia, el País Vasco con una experiencia positiva y siempre se nos ha vinculado multidisciplinarmente con la poesía, o con la lengua. Pero también en lugares como Murcia, en las Cantigas de Mayo fuimos premiados. Se nos conoce en diferentes lugares. La canción de autor y la poesía tiene salida en diferentes pueblos. En Madrid también hemos actuado y ahora se está preparando una serie de actuaciones en el cinturón metropolitano de la ciudad. Allí siempre hemos tenido una buena aceptación. Allí he alucinado con la buena respuesta que hemos tenido, y en País Vasco y en Galicia. En cada lugar hay una conexión diferente. Artistas valencianos como L’Ham de Foc o Miquel Gil tienen una proyección internacional pero no olvidan su raíz, su origen. Nosotros venimos de ahí, partimos de esa ideología, que no deja atrás los contenidos y la reivindicación social. Además, el nacionalismo es una cosa muy presente en este grupo, y sino no cantaríamos en Catalán.
¿Y la situación en Valencia?
La gente ha cambiado, ahora nos dan espacio, hacemos actuaciones en directo y se promueve la música algo más, aunque con excepciones. Para los medios, el país valenciano no existe, no hay dinero y no hay poder para promoverlo. En cambio hay una sociedad incipiente, en los pueblos y comarcas, asociaciones, barrios que tienen mucha conciencia y ganas de hacer cosas, pero que no consiguen el apoyo necesario. No hay una articulación de estos grupos y gentes y por contra hay un dominio hegemónico muy concreto que maneja el Partido Popular y nada se escapa a ese control. Nosotros estamos en una situación prácticamente de exilio. Vamos y venimos, tenemos actuaciones, con mucho trabajo, pero se nota que vamos a contracorriente.
Ante esta situación, ¿la creatividad se vuelve más política y opositora
Sí. Es más una forma de insurrección. Realmente estamos un poco así, quemaditos, pero si que es una motivación para crear sin caer en el panfleto. Lo que hacemos es intentar que la gente se de cuenta de la situación que se vive. Hay que abrirse, interrelacionarse, canalizar la rabia y crear un producto de calidad. Lo cortes no quita lo valiente.
Futuros proyectos…
A nivel musical tenemos intención de hacer un disco de versiones, canciones que nos gusten. Comenzar un nuevo proyecto, redactar, darle forma para presentarnos a ayudas, porque hasta ahora todo lo que hemos hecho ha sido autoproducido y auto todo. A ver si podemos obtener alguna ayuda. Hemos estado unos meses de promoción y después de un verano tranquilo, en otoño aumenta la actividad, casi siempre relacionada con espectáculos teatrales. También haremos conciertos y un poco más de promoción.
¿Seguiréis cantando siempre en Catalán, en vuestra lengua materna?
En principio no queremos cambiar. A mi no me importaría cantar en otra lengua, porque al final se trata de música y continua siendo literatura, pero también creo que si estuviera en Madrid, nadie se cuestionaría que cantase en Castellano. Quiero cantar aquí en Catalán con este punto de normalidad, para ayudar a que la gente no se cuestione porque canta en una lengua u en otra, simplemente lo haces porque es tu lengua materna, o porque has decidido utilizarla, sin más.
¿Qué significa Verdcel? Es un símil con la identidad del grupo?
Es una expresión de mezcla de diferentes elementos, el verde, el cielo, estar bajo un árbol cubiertos por el cielo mediterráneo. Es una especie de micro paisaje, una sensación, una emoción, un hecho literario que se transforma en un elemento plástico. Esta mezcla se traduce en el escenario en algo visual… Es el espíritu del grupo, una combinación de color, cielo, paisaje. La naturaleza está presente en nosotros y en la humanidad. Verdcel es una palabra inventada, un símil de nuestra manera de hacer, de lo que es el grupo // Antonio Álvarez