Vendaval Tango
MicAtlántica
Santiago de Compostela. Del 23 al 26 de noviembre de 2013
El recuerdo más dulce, -si cabe el adjetivo, que me llevo del primer MicAtlántica en Galicia, una versión de la prestigiosa feria argentina Mica (Mercado de las industrias culturales Atlánticas), fue haberme encontrado durante una sesión de networking, con los integrantes del Sexteto Vendaval Tango. Ventiañeros que como carta de presentación me preguntaron, si yo cubana conocía al célebre intérprete de canciones, Ignacio Villa, ‘Bola de nieve’. Entonces, en medio de las bajas temperaturas del monte Gaiás, comenzamos a tirarnos eso, bolas de nieve en forma de evocaciones al intérprete de “Vete de mi”. Y ganaron, pues por ellos supe que Drume Mobila luego internacionalizada por Atahualpa Yupanqui, fue la primera canción oficialmente registrada por Ignacio Villa como autor. Ya puestos, supe que venían desde Barcelona y Euskadi respectivamente. No estaban anunciados en ningún programa del MicAtlántica, pero como “es mejor llegar a tiempo que ser invitado”, según se dice en nuestras tierras, ellos pacientemente me contaron su proyecto avalado por su disco titulado ‘Intemperie’, en el cual reinterpretan distintas etapas del tango, desde Osvaldo Pugliese (su icono), Troilo o Stamponi, hasta su propio compañero Pablo Aureli, autor de ‘Como un vendaval’. Por decirlo de alguna manera son rosarinos, hijos de la clase media venida a menos que quiere reconstruir la nueva Argentina con el sudor de su frente, y para muestra el botón de su cooperativa musical tanguera donde los nuevos autores, y la presencia femenina se hacen notar en la portentosa voz de Mariel Glamour, violinista y cantora; además de Cecilia Zabala, contrabajista en el disco. Entusiasmados buscan hacerse un lugar en «las europas», y les han invitado con unos billetes que ellos devolverán tocando en sus pagos, durante multitudinarias milongas que pueden disfrutarse en internet. Cuando los escucho hablar ya estoy en casa pisando las baldosas del género porteño por excelencia. Porque ellos son porteños pero del Puerto del Rosario, donde por primera -y creo última vez, osé subirme a un carguero de soja con bandera griega. ¡Y me quedé estupefacta! Son rioplatenses que sin presunción tocan tango cañengue, con sabor a tinto -del que asienta la proteína como dijera Julio Cortázar, y a sabrosas empanadas de carne o de humitas. Tango para bailar en las milongas del barrio, los sábados o tardes de domingo. Tango apalmichao que pondremos de moda los amantes del Vendaval Tango. Tango de ida y vuelta, desencartonado, no for export , y sí lleno de filin, como los grandes filineros Bola de Nieve y Roberto Goyeneche. + Info | Jamila Castillo