Un planeta en viñetas
Un Planeta en viñetas
Paseo por el mundo de la novela gráfica
La denominación de origen de la novela gráfica actual ya no se reduce a los tres grandes proveedores naturales – manga, europeo y americano – sino que ha traspasado fronteras. Hoy no es extraño encontrar en las librerías especializadas títulos de autores de Irán, Líbano, Israel, Nueva Zelanda, Bolivia, Groenlandia, Brasil, China, Corea, Costa de Marfil, Uganda… Ante la falta general de medios, muchos autores de estos países han emigrado a la metrópoli y se han aliado con artistas locales. El resultado es una fusión de culturas en un mestizaje gráfico delicioso. Aquí van unos títulos destacados.
AsiaPersépolis (Norma, 2002 – 2004) es la obra autobiográfica de la iraní Marjane Satrapi y la novela gráfica más conocida e influyente de los que hoy podrían llamarse ‘cómics del mundo’. En Persépolis, que ha sido llevada al cine de animación por su propia autora junto al director galo Vincent Paronnaud, la iraní relata su infancia en un régimen fundamentalista islámico que acabará llevándola a abandonar su país. El cómic empieza en 1979, cuando Satrapi tiene diez años. Desde su perspectiva infantil es testigo de un cambio social y político que pone fin a más de cincuenta años de reinado del Sha de Persia en Irán dando paso a una república islámica.
A Zeina Abirached (Beirut, 1981) le llegó la fama internacional por El juego de las golondrinas (Sins Entido, 2008). Reputada especialista en arte medieval musulmán y aún mejor narradora, la dibujante libanesa nos reveló su gran creatividad compositiva y de paginación mientras describía la vida diaria, los pensamientos y esperanzas de la población beirutí durante la guerra civil libanesa.
Otra obra aclamada es Una judía americana perdida en Israel (Norma, 2011), de Sarah Glidden. En ella, la autora estadounidense de origen judío narra sus experiencias y escepticismos personales durante un viaje a Israel dentro del programa ‘Derecho de nacimiento’ que facilita a los jóvenes judíos que viven fuera de Israel un viaje para fortalecer sus lazos con ‘la Tierra Prometida’.
Otra visión del mismo conflicto la da Saltar el muro (001 Ediciones, 2011), del dibujante francés Maximilien Le Roy y el guionista palestino Mahmoud Abu Srour. Sus dos autores se conocieron con sólo 22 años durante un taller de cómics en Palestina. Poco después decidieron crear Saltar el muro, un relato que tiene como protagonistas ese muro de hormigón alambrado que el Estado de Israel sigue construyendo en Palestina y a las personas que viven junto a él.
Después de realizar durante más de treinta años dibujos propagandísticos para el Partido Comunista Chino, el dibujante chino Li Kunwu (Yunnan, 1955) ha visto publicada en todo el mundo los tres tomos de su novela (bio)gráfica Una vida en China (Astiberri). Una epopeya en tres actos y más de 700 páginas que recorre la historia reciente de China y que merece estar en todas las bibliotecas por su calidad e interés histórico.
Otro autor más que recomendable es Yoshihiro Tatsumi, figura seminal en la historia del cómic japonés. No en vano, Tatsumi es el padre del gekiga, cómic culto y literario que es para muchos el origen de la actual novela gráfica. En Una vida errante (Astiberri, 2010), Tatshumi relata en primera persona la evolución del manga desde sus inicios hasta que se convierte en una parte vital del paisaje cultural japonés.
Sin salir de Japón, Jiro Taniguchi (Tottori, 1947) es otro de los maestros mangakas más populares. Una de sus últimas obras publicadas en España es El Gourmet Solitario (Astiberri, 2010). Dibujada por Taniguchi y con guión de Masayuki Kusumi es un seinen o manga para el público adulto. Narra los viajes, experiencias y, sobre todo, los distintos platos que descubre su protagonista en los restaurantes de todo el Japón. Una delicia para los amantes de la cultura japonesa, especialmente de su gastronomía.
Y hablando de viajeros, el canadiense Guy Delisle es el ‘dibujante viajero’ más famoso de la actualidad. Tras publicar Shenzhen y Pyongyang, obras con las que se adentró – a menudo de forma tragicómica – en el día a día de China y Corea del Norte, el dibujante de Quebec acompañó a su pareja, miembro de Médicos Sin Fronteras, durante un año a Birmania. El resultado fue Crónicas Birmanas (Astiberri, 2007), su mejor trabajo. En él contrasta, con grandes dosis de ironía, su vida cotidiana en Rangún y sus insignificantes preocupaciones de occidental con las dificultades que atraviesan los habitantes de un país pobre con una dictadura militar.
De igual modo, Kabul Disco (Ponent Mon), de Nicolas Wild ha encumbrado al ilustrador francés como otro de los grandes de esta novela gráfica entre periodística y biográfica no exenta de humor. Así lo delatan los reveladores subtítulos de sus ‘novelas afganas’: ‘Cómo no fui secuestrado en Afganistán’ y ‘Cómo no me convertí en opiómano en Afganistán’.
En cambio, mucho más serio, el dibujante francés Emmanuel Guibert ‘transcribe’ con viñetas en El fotógrafo (Glénat, 2003 – 2007), las tribulaciones de su amigo y fotógrafo belga Didier Lefèvre durante una expedición a Afganistán con un equipo de Médicos Sin Fronteras. Fusión de reportaje fotográfico para National Geographic, novela (bio)gráfica y tesina doctoral a lo Nigel Barley (El antropólogo inocente), los tres álbumes de El Fotógrafo se han convertido en las obras más premiadas y vendidas de la novela gráfica europea.
Europa
Uno de los personajes de culto más conocidos y paradigmáticos de la novela gráfica europea es el marinero, vagabundo y apátrida Corto Maltés. Corto es el protagonista de las historias del italiano Hugo Pratt que fusionan el género de aventuras con el realismo mágico latinoamericano. Viajero incansable y aventurero romántico, Corto Maltés no dejó de visitar lugar misterioso o legendario que se preciara.
Aunque si de viajes extraordinarios se trata no se debe obviar Agencia de viajes Lemming (Astiberri, 2011), del portugués José Carlos Fernandes. El luso nos propone un recorrido imaginario en tono de burla maliciosa por los más improbables destinos turísticos. En este homenaje asumido a Las ciudades invisibles de Italo Calvino, Fernandes también se ocupa con lo que tenemos más cerca, aunque parezca deambular por mundos distantes.
En 2011, el asturiano Alfonso Zapico vio publicada Dublinés (Astiberri), novela gráfica centrada en la vida del dramaturgo irlandés James Joyce, una de las grandes figuras literarias del siglo XX, en la que invirtió más tres años de trabajo. Un trabajo ambicioso que ha continuado con las excelencias mostradas en Café Budapest (Astiberri, 2008) donde se metía de lleno en los orígenes del todavía no resuelto conflicto palestino-israelí.
El Muro (Norma, 2009), del checo Peter Sís, y Marzi 1984 – 1987 (Norma, 2010), del dibujante francés Sylvain Savoia y de la guionista polaca Marzena Sowa suponen dos exquisitos documentos históricos que describen perfectamente ese período histórico que se dio en llamar la Guerra Fría. En la primera, Peter Sís relata, con viñetas tan sencillas como efectivas, su historia mientras la funde con la de su Checoslovaquia natal ocupada por los soviéticos. En el caso de Sylvain Savoia, el francés plasma los recuerdos de la infancia de su compañera – cartillas de racionamiento, colas para poder conseguir cualquier cosa, fidelidad al partido… – que hoy parecen algo exótico y lejano.
Por su parte, La vida secreta de los jóvenes (La Cúpula, 2011) de Riad Sattouf (París, 1978) supone un extraordinario e inquietante, a la par que sorprendente y divertido estudio antropológico de la multiculturalidad de la juventud francesa actual, por otra parte perfectamente extrapolable al resto de la juventud globalizada del mal llamado primer mundo. Este ‘trabajo de campo’ se presenta como flashes de una página vistos y oídos en parques, restaurantes, colas del cine, fruterías, estaciones de tren, metro…
América
Álvaro Ruilova es uno de los dibujantes de cómic más destacados de Bolivia. En Cuentos de Cuculis (Glénat, 2011), el ilustrador paceño mezcla la actualidad del país andino con sus antiquísimas creencias y tradiciones a la hora de narrar, con pericia de brujo, unos cuentos de terror universal ‘a lo Edgar Allan Poe. Están protagonizados por los cuculis, ‘entes odiados por feos, sucios y dañinos que comparten con los humanos la parte desagradable, mentirosa, pérfida, asesina que habita en cada uno’.
Más que recomendable es Daytripper (Planeta DeAgostini, 2010) de los hermanos gemelos Fábio Moon y Gabriel Bá (São Paulo, 1976), primeros brasileños en ganar el prestigioso premio Eisner. Cómic singular y de gran belleza lírica narra de forma episódica distintos momentos de la vida de Brás de Oliva Domingos, un escritor de necrológicas que vive a la sombra de su famoso padre, el literato más admirado del país.
También de Brasil y prologada por Gilberto Gil, el universal músico brasileño y ex ministro de Cultura del país, Negrinha (Norma, 2010) de Jean-Christophe Camus y Olivier Tallec es la enternecedora historia de María, una niña carioca de 13 años. Evoca con sensibilidad certera el tema del mestizaje y de la negritud en el gigante sudamericano.
Los argentinos Carlos Sampayo y José Muñoz forman uno de los binomios creativos más influyentes que ha dado el Noveno Arte en el país austral. Muy recordados por la serie negra del detective Alack Sinner, Muñoz y Sampayo han realizado impactantes homenajes a mitos del blues y del jazz o, como en Carlos Gardel (Libros del zorro rojo, 2010), del tango.
Impactante también ha resultado la biografía gráfica de Fidel Castro del alemán Reinhard Kleist. Castro (Norma, 2011) relata la vida de idealismo y lucha del revolucionario cubano, con luces y con sombras, dejando al lector la puerta abierta para su condena o su absolución.
Cuba también es la protagonista de Chico & Rita (Sins Entido, 2010), adaptación al cómic de la película de animación homónima pergeñada por el cineasta Fernando Trueba y el diseñador Javier Mariscal. Narra la apasionada historia de amor entre un joven pianista de jazz, Chico, y una joven cantante mulata, Rita, que sueña con el estrellato en los EE.UU.
En cambio, Groenlandia – Manhattan (Norma, 2011), de Chloé Cruchaudet cuenta la historia real de un esquimal que, víctima del colonialismo paternalista de finales del siglo XIX, termina por perder sus raíces después de estar tanto tiempo lejos de los suyos. Brutal y tierna es Viva la vida (Astiberri, 2011), de los franceses Edmond Baudoin y Jean-Marc Troubet ‘Troubs’ que retrata la situación de la mexicana Ciudad Juárez. Su origen se halla en la novela del escritor chileno Roberto Bolaño, 2666, que gira en torno a los misteriosos asesinatos de más de 400 mujeres en esta ciudad fronteriza.
África
La escritora costamarfileña Marguerite Abouet y el dibujante francés Clément Oubrerie son los autores de Aya de Yopougon (Norma, 2005 – 2011), la serie más éxitosa del cómic africano. Abouet narra unas historias llenas de cotidianidad vividas – o imaginadas – durante su infancia en Costa de Marfil.
Esto contrasta con la imagen violenta de hambrunas, guerras, niños soldado y violaciones difundidas por los Telediarios que ha quedado reflejada, de forma descarnada, en Deogratias (Planeta DeAgostini, 2008), del trotamundos belga Jean-Philippe Stassen, o El soldado desconocido (Planeta DeAgostini, 2010), obra del guionista americano Joshua Dysart con dibujos del italiano Alberto Ponticelli y del congoleño Pat Masioni. La primera se centra en el genocidio de Ruanda mientras que la segunda lo hace en los niños soldado de Uganda y en el tráfico de armas y medicamentos.
Por su parte, la sudafricana de raíces boers Karlien de Villiers narra su infancia Mi madre era una mujer hermosa (Glénat, 2007) donde describe la decadencia del régimen político segregacionista sudafricano y el fin del apartheid.
Oceanía
El ilustrador australiano Shaun Tan (Perth, 1974) reflexiona en Emigrantes (Barbara Fiore Editora, 2007) sobre las razones que llevan a tanta gente a dejarlo todo atrás para viajar hacia un país desconocido, un lugar en el que no tienen familia ni amigos, donde nada tiene nombre y el futuro es una incógnita. Una novela gráfica onírica, surrealista y sin palabras que es una auténtica obra de arte.
Para concluir esta primera entrega de Cómics del Mundo aún se debe destacar Hicksville (Astiberri, 2010), cómic de Dylan Horrocks. El neozelandés elabora un thriller de corte clásico en un pueblecito ubicado en el punto más meridional de Nueva Zelanda que parece estar en el auténtico fin del mundo. Como telón de fondo hay una reflexión sobre el negocio del Arte, en general, y el cómic, en particular. | www.astiberri.com | www.ratondecomicteca.blogspot.com | Yayo Álvarez
Dodecálogo del cómic del mundo
Esta que sigue es una lista con doce propuestas provenientes del mundo de las novelas gráficas. Todas ellas pueden ser didácticas y también capaces de hacer viajar y soñar al mostrar el Planeta que nos rodea, sus distintas culturas, su historia y sus historias.
1. Corto Maltés (1967 – 1989), de Hugo Pratt
2. Persépolis (Norma, 2002 – 2004), de Marjane Satrapi
3. El fotógrafo (Glénat, 2003 – 2007), de E. Guibert, D. Levebre y F. Lemercier
4. Emigrantes (Barbara Fiore Editora, 2007)
5. Crónicas Birmanas (Astiberri, 2007) de Guy Delisle
6. El juego de las golondrinas (Sins Entido, 2008), de Zeina Abirached
7. El Muro (Norma, 2009), de Peter Sís
8. Kabul Disco (Ponent Mon, 2009), de Nicolas Wild
9. Chico & Rita (Sins Entido, 2010), de Mariscal y Fernando Trueba
10. La vida secreta de los jóvenes (La Cúpula, 2011)
11. Aya de Yopougon (Norma, 2011) de Marguerite Abouet y Clément Oubrerie
12. Una vida en China (Astiberri, 2011), de Li Kun Wu