El Hijo de la Cumbia
El Hijo de la Cumbia
Un Ritmo Nuevo que viene de África
Después de 70 años dando la tralla por gran parte de Latinoamérica, la cumbia vive hoy uno de sus momentos de mayor esplendor, proyección internacional y mediática. Los más valientes le meten mano contaminándola de un sinfín de ritmos que no le son nada ajenos. Buena parte de la culpa de esa conversión contemporánea de la cumbia la tiene Emiliano Gómez, más conocido como El Hijo de la Cumbia. Un argentino rendido ante el vértigo de este ritmo contagioso, que a los 12 años ya se dejaba ver en la escena bailable tropical y a los 16 contaba con su propia banda. Virtuoso de la mezcla y la edición musical, El Hijo de la Cumbia se ha convertido en todo un referente a la hora de preparar platos musicales cargados de ritmos contemporáneos de raíz africana con la cumbia más camaleónica a través de su explosivo deejay set.
¿Qué opinas sobre esa frase tan utilizada últimamente que dice que “la cumbia de esta moda”?
No estoy muy de acuerdo, la verdad. Entiendo que para muchos el ritmo es nuevo, pero para otros muchos no es así. ¡Habrá que ver que escucharon como cumbia! Por mi parte, esquivo las modas y en lo que creo es en la música como peso cultural.
Cuando se habla de cumbia, inevitablemente, viene Colombia a la cabeza –por lo menos a los europeos-… ¿Pero, Argentina? ¿De dónde te viene la vena cumbiera?Está claro que la cumbia nace en Colombia, como resultado de la mezcla que se armó entre los nativos originarios y los esclavos traídos de África. Pero luego viajó por toda Latinoamérica y se convirtió en un ritmo popular acoplándose a las culturas de los distintos países. Es decir, la cumbia colombiana no es igual a la cumbia de Ecuador, ni a la de México, ni a la de Argentina o del Perú… Pero no nos olvidemos que Argentina también es Latinoamérica y por más que tenga un cuarenta por ciento de población con descendencia europea, existe un sesenta restante que es población nativa originaria o mezcla… Y es ahí donde está la respuesta. La cumbia en Argentina la escuchan los descendientes de los nativos originarios que hoy viven en los barrios de emergencia, al ser desplazados por los europeos desde el principio de la conquista.
En tú opinión ¿cuál es el país más cumbiero?
Con mucho respeto a Colombia, madre de la cumbia, tengo que decir que el país mas cumbiero del mundo es México. En Colombia se dejaron de grabar cumbias en los años 80, recién ahora están dejando de lado los prejuicios hacia la música folclórica y ya no dicen más eso de que “esta es música de mis abuelos”.
Estamos escuchando propuestas en las que se une la cumbia casi con todo, pero especialmente con la electrónica ¿Qué opinas del concepto cumbia-electrónica?
A mi juicio aun no llegó la fusión de verdad entre la cumbia y la música electrónica. Las propuestas que podemos llegar a conocer son muy fingidas, suenan a algo así como que “le pongo un güiro y ¡ya es cumbia!” Para mí la cumbia tiene mucho sentimiento y eso la hace especial, todo lo contrario a la electrónica.
¿Dónde y cómo ubicarías tu propuesta musical?
El proyecto El Hijo de la Cumbia busca encontrar la mezcla entre los ritmos que una vez salieron de África. La cumbia también salió de allá, al igual que el hiphop, el reggae, dancehall, dub, etc…. De ahí, hay que volver un poco a la esencia que le da esa vida a la música, con tracks que los veo muy audiovisuales y que solo con sonido te puede contar una historia que identifique al que lo esté escuchando.
¿Qué es lo que más te interesa de la cumbia?
Creo que me atrae toda esa energía que tiene, lo mismo que me ocurre con el reggae, el swing o el groove…
Más allá de lo musical, la cumbia tiene toda su parte social como ritmo popular, callejero… ¿Puedes hablarme de esto?
Al ser un ritmo tan popular, tiene sus pros y sus contras… Creo que en el género existen muchas variedades y cada una de ellas refleja algo, y puede usarse para fomentar, influenciar mala onda a la gente o tirar una buena onda. Tiene que haber un respeto a la música, hay que pensar que los artistas somos comunicadores que estamos expresando lo que sentimos, y no debemos utilizar la música para manipular sociedades o por necesidad propia hacer cualquier cosa. ¡Del otro lado hay seres humanos escuchando que se merecen respeto!
¿Cómo se consigue presentar una propuesta tan interesante como la tuya en un país donde el rock es el rey? ¿Qué dificultades y facilidades te ha supuesto este hecho?
En Argentina está todo bien… El porteño de Buenos Aires se cree europeo y para reafirmar ese sentimiento, la cumbia le parece muy “grasa”, entonces acepta otros géneros como el rock. Pero ché, eso viene cambiando desde hace unos diez años… La sociedad ahora puede asimilar el reggae y pienso que con la cumbia va ser igual.
¿Y del tango, te interesan los experimentos electrónicos que de un tiempo a esta parte están proliferando o prefieres el género viejo?
El tango nunca me llamó mucho la atención, pero lo respeto mucho. Es algo que no me llega y me parecen muy prolijos los trabajos de tango con ritmos urbanos.
¿Cómo defines la cumbia villera? ¿Qué representa para ti?
La cumbia villera es un invento de un empresario discográfico de Argentina que la definió como el resultado de la influencia sonidera en los años 90. De ahí salió el sonido que deslumbraría a la villa, a todo esto le agregas letras con historia de los barrios de la zona norte del gran Buenos Aires y el resultado es la mal llamada cumbia villera. Respeto mucho a Pablo Lescano y su grupo Damas Gratis, él es cumbiero de verdad y pudo hacer la primera producción conocida como cumbia villera (“Flor de piedra”), luego salieron mil grupos imitándola. Ahí fue cuando el armó Damas Gratis y también salieron mil grupos imitando al grupo. En mi opinión, lo que se conoce como cumbia villera, la escuchan los que no viven en la villa, allí yo que en realidad se oye es cumbia colombiana.
¿Te consideras un innovador en la escena cumbiera?Puedo decir que del lado cumbiero fui el que se animó a romper la barrera, después de que Dj Taz me hiciera ver la música de otra manera… El público cumbiero de Argentina piensa que estoy loco y aun ven mi música como algo un poco raro. Creo que llegará el día en que mi música se ponga junto a lo que hace vibrar a la gente del barrio. Y pienso que no falta mucho…
¿Cuáles son tus influencias musicales sean o no de la cumbia? ¿Qué artistas y estilos te han marcado más?
Son muchos los productores y bandas que pasaron por mi cabeza dejando su influencia en el inconsciente. Mucha cumbia colombiana, sonidera, gente como Andrés Landero, Policarpo Calle, Ángeles Azules, Los Mirlos, Cañaveral, etc….Y mucho, mucho dub , reggae new roots, word music en general, hiphop y dancehall. En estos últimos diez años por mis oídos ha pasado mucha música urbana. También estoy mucho tiempo en el estudio con mis ideas y esos momentos me aíslan, pero en general las influencias que recibo son muy variadas.
¿Qué te parecen propuestas como Chico Trujillo de Chile, el Frente Cumbiero o La Chiva Gantiva de Colombia?
Con ellos es cuando creo en la variedad dentro de un género. Chico Trujillo, que representa a un sonido chileno, tiene toda esa actitud de energía de fiesta hasta que salga el sol con la corbata de vincha, ja ja ja… Y en el Frente Cumbiero encuentras clase, baile, dub… El trabajo de Mario Galeano me parece impecable, es uno de los proyectos más interesantes de esta nueva escuela. A la Chiva los conocí en Berlín en el Festival Fusión 2009. Creo que es un proyecto que está muy arriba y con un poder de mestizaje muy bueno.
¿Crees que aún queda mucho por hacer con la cumbia?
Pues creo que sí. La música es infinita y con todo ¡aun hay mucho por hacer! El día que se acabe creo que estaremos muy mal a nivel humano… Sin pensar en géneros musicales, sino en la expresión real de los sentimientos, ahí es cuando le ganamos a las estructuras y somos realmente libres.
¿La acogida que el público europeo hace de El Hijo de la Cumbia es muy distinta a la del latinoamericano?
El público es muy variado en todas partes, incluso entre una región y otra dentro de un mismo país, ya sea latinoamericano o no. En general el público europeo está más atento ante la música, como queriendo saber cómo está sonando o por qué. Me sorprenden mucho las distintas formas de bailar, cada persona se expresa como lo siente y eso está muy bien.
Háblame de tu último disco “Freestyle de Ritmos”…
Es un disco que salió sin querer. Yo no pensé jamás en un disco, eran más bien tracks que hacía para mí y para mis amigos con el fin de poder hacer esa mezcla de cumbia new roots, nueva pero con onda vieja. Música que te cuente algo sin que tenga vocales y que en un momento era algo así como re loco, no existía nadie haciendo eso… Sí, los cumbieros me trataban de loco, porque sonaba muy futurista. Era una música que la hice sin pensar en un público y como me daba la gana y… así salieron los tracks de Freestyle de Ritmos. Son 14 tracks, todos diferentes pero a la vez con un mismo estilo.
Tienes algún nuevo proyecto in mente… ¿Puedes avanzar algo?
Ya hace un tiempo que estoy trabajando en el segundo disco de El Hijo de la Cumbia, desarrollando la cumbia dub. Tengo muchas ganas de sacar algunos vinilos de cumbia dub, pero eso lo veremos con el tiempo ¡aun estamos en el 2011! www.elhijodelacumbia.com.ar | Relacionados | MariaJo López Vilalta (La Morocha)