Telmo Fernández & Marcos Pin
Telmo Fernández & Marcos Pin
«Duology Take a second», Freecode, 2015
El guitarrista gallego Marcos Pin ha escogido para su segundo Duology a otro maestro de la guitarra, Telmo Fernández. Han seleccionado siete estandars de jazz, han preparado una de las portadas más bonitas que uno pueda imaginarse y como el que no quiere la cosa, nos han vuelto a dejar un objeto perfecto para pasar tardes enteras cómodamente escuchando jazz. Nunca han sido fáciles los dúos, como decía Javier Colina, si uno se equivoca se nota mucho. Pero por otra parte, supongo que en este caso juegan con la ventaja de la conversación relajada, con el espíritu colaborador y nunca competitivo. Como se informa en el disco, todo un detalle, Telmo suena por el canal izquierdo y Marcos por el derecho, al Cesar lo que es del Cesar, que no haya equívocos. Cada tema te permite seguir la evolución de cada maestro y disfrutar de sus maneras de abordarlo. Empiezan con Old Folks, es fácil pensar que homenajean a Montgomery, Telmo explica y Marcos acompaña, sin prisa, cambio, Marcos lo explica de otra forma, por lo tanto Telmo también cambia el rasgueo, la conversación es agradable, en el porche se está fresco y el sol todavía está muy alto. Nica’s dream, puedes imaginarte a Joe Pass, pero para mí ahora ya hay mucha tela, solo son dos guitarras pero la diversidad de ritmos que trabajan te hacen pensar en la versión de Art Blaquey con sus mensajeros. I Wish i Knew, Telmo se convierte en la voz con alma de Nina Simone y nos canta esta preciosa canción, Marcos sabe ser discreto, ofreciendo un rasgueo a medio camino entre sección rítmica y coro, en el cambio ambos asumen el papel contrario con facilidad, eso sí cada uno aportando sus formas propias. Things Ain’t Wath they used to be, cuidádito, Marcos Pin, sin desmelenarse va a darnos una lección de blues, y ha escogido a Ellington y toda su libertad para la ocasión. Telmo sabe responder, nadie lo dudaba. Polkadots and Moonbeams, preciosa balada que inmortalizó Sinatra, entre otros, me encanta cuando noto los dedos de Marcos deslizándose como si fuesen las teclas de un piano acompañando con suaves acordes la parte lírica. En Cry mi river, es donde más deberás esforzarte, ¿quién no ha versionado este tema? si se te mete en la cabeza la voz de Roberto Carlos estas perdido, pero seguro que en los diez minutos que dura el tema, este par de dioses consiguen que te olvides de cualquier versión y te centres en su paleta de colores, te dará tiempo para ver como cada propuesta que hace el solista obtiene una respuesta tan rica como la propuesta. Para cerrar I fall in love too easily, Marcos desciende por el mástil, me lo imagino con los ojos cerrados, piensa en Chet Baker y sueña que se enamora fácilmente. + info | relacionados | Candido Querol