Soweto Gospel Choir. Auditori Girona
Soweto Gospel Choir
Auditori de Girona 20 de diciembre de 2014
Cuando asistes a un concierto y te encuentras ante unos músicos excelentes que lo dan todo en el escenario, la experiencia es un verdadero placer. Y eso fue lo que nos provocó el Soweto Gospel Choir. Diez mujeres y nueve hombres todos ellos con unas voces fantásticas, pues todos hicieron de solista en un momento u otro, por lo que lo pudimos corroborar; como coro, una precisión, una afinación, una conjunción perfectas; bailarines, en muchos de sus números, de una forma natural y espontanea; incluso con momentos de humor y también de emociones a flor de piel; un conjunto de una calidad extraordinaria, sin alardes, sin querer ofrecer nada más que su música, una música que por sí misma llega a los espectadores llena de significado y valor, pero sin tener que vestirla como algo cargado de contenidos que, a veces no son más que una pose.
El grupo se formó en el 2002 en el barrio de Soweto de Johannesburgo y en pocos años se ha convertido en todo un referente dentro del circuito mundial de coros góspel. Multipremiados (tres premios Grammy, nominados al Oscar)hacen giras por todos los continentes y dedican una parte de lo que ganan a acciones sociales en su barrio natal, concretamente al programa Vukani que ayuda a huérfanos afectados de sida; y son embajadores de la Fundación 46664 de Nelson Mandela, la figura a la que homenajean en su actual gira, y a la que dedicaron, como no, el tema Asimbonanga escrito en su honor.
El espectáculo estaba dividido, no en el tiempo, pero si en el repertorio, en tres partes: las músicas procedentes de su Soweto natal, en Sudáfrica; canciones tradicionales del repertorio de góspel norteamericano; y algunas incursiones en temas más modernos, como Let it shine, de la película de la factoría Disney del mismo título.
El público que prácticamente llenaba el Auditori de Girona, muchos de ellos llegados en grupos que, se nos antojaron, eran componentes de corales locales, estaban entusiasmados desde un primer momento, y con razón. Una presentación formando dos filas, delante las mujeres, detrás los hombres, con los espectaculares vestidos de ellas y un primer tema, Hayo Matata, que ya nos guio hacia lo que íbamos a oír a continuación. Hasta trece canciones pudimos escuchar antes de que el director del grupo Milton Ndlakuse pidiera al público que se pusiera en pie para cantar y bailar junto a ellos un Pata Pata espectacular que empalmaron con un Hey Man multitudinario; más de quince minutos entre los dos. Y aquí vino la sorpresa. El coro se retira entre vítores y antes de que puedan volver a salir a hacer los correspondientes bises, como estaba previsto, la gente deja de aplaudir y entre comentarios de lo bien que lo habían pasado, abandonan la sala, perdiéndose, posiblemente algunos de los temas que el Soweto Gospel Choir interpreta para acabar sus actuaciones, como The Lion Sleeps Tonight, Malaika o el inefable Oh Happy Day. Una anécdota que no fue obstáculo para que asistiéramos a una de esas noches que los amantes del góspel no olvidarán nunca y los que no lo son tanto, recordaran como un concierto impecable. + Info | Federico Francesch | DESAFINADO RADIO