Son Rompe Pera. La cumbia es el new punk
Primera visita a Barcelona de esta sorprendente banda mexicana, y segurísimo que no será el última. La Sala Sidecar se llenó de un público que se lo pasó en grande. Esta pequeña sala que ha vivido sesiones locas, memorables y sudorosas con personajes como Manu Chao o los gipsy punk de Kultur Shock, lo volvió a hacer con Son Rompe Pera.
Por si no los conocen decirles que este proyecto se formó alrededor de la marimba, instrumento de percusión semejante al xilófono, pero con laminas y caja de resonancia de madera. La banda es un quinteto donde los hermanos Kacho y Mongo se encargan de la marimba, Kilos, el tercero de los hermanos, toca percusión, Ritchie batería y Raúl bajo.
El que la marimba sea el instrumento solista de la banda ya es algo especial, además, la que ellos tocan tiene cuatro octavas, y al hacerlo entre dos y con tres baquetas cada uno, les permiten hacer los tonos bajos y a la vez la melodía, dándole una riqueza cromática excepcional. Pero es que el aspecto del quinteto también lo es, con sus brazos y cuerpos llenos de tatuajes, camisetas con logos chocantes y aspecto punk. Además ellos mismos explican que hacen cumbia mezclada con psicodelia, rockabilly, garage, psicobilly, ska y punk. Asimismo afirman que siempre afrontan cada actuación como si fuera la última.
Con todas estas premisas pueden imaginar como fue su concierto.
Abrieron rítmicamente con Cumbia Buena una versión de Mike Laure, un clásico cantante mexicano, pero con una energía fuera de lo común. A esto hay que decir que solo tienen un disco editado, Batuco (que era el apodo de su padre) donde tienen canciones compuestas por ellos, pero también versiones de temas folclóricos populares, o de otros grupos, eso sí, a su manera. Como por ejemplo Oh! Shit Oh! Fuck de los también mexicanos Belafonte Sensacional, que dedicaron a todos los p#&*s policías y donde se descubrió la idea de lo significa para ellos cumbia-punk.
Evidentemente no faltaron los gritos de “¡arriba México cabrones!”, aunque después hicieran Lejanía (versión del colombiano Lisandro Meza), una “melódica cumbia” dedicada a todos los inmigrantes latinoamericanos. Otro tema para bailar sin tener que hacer pogo, fue Los Chucos Suaves (de Lalo Guerrero y que hizo popular Ry Cooder).
También presentaron temas de su próximo disco como la emblemática Cumbia is the new punk, que tras un inicio de cumbia balanceante, pasó a punk desenfrenado lanzando a gritos el título de la canción. Igual que Fos, con un toque psicodélico peruano y acelerón rítmico final.
Entre pogo y baile, hubo tiempo para un solo de marimba, aunque no he visto nunca a nadie tocar la marimba, el balafón o el xilófono de esa manera, no me extraña que hayan roto más de una vez alguna de las tablas o las baquetas. El final del solo lo empalmaron con Reina de Cumbias, que popularizara el malogrado Celso Piña.
Tras una intensa hora y cuarto de originales cumbias mexicanas, acabaron con otra particular versión de Pájaro Cenzontle que extendieron Chico Trujillo. Y aquí habría que hablar de lo importante que ha sido Macha, cantante de esa banda, para Son Rompe Pera, pero eso será en otra ocasión.
El público no quiso dejarles ir, así que el final fue un karaoke a pleno grito con Cariñito, una de esas canciones, que no se sabe bien por qué, pero que últimamente han versionado varios grupos, por ejemplo los nombrados Chico Trujillo, Lila Downs o los gallegos Novedades Carminha.
Declaran que sus conciertos son sudor, energía y cumbia, no veo mejor definición para lo que vivimos en la Sidecar.
+Info | Relacionados | Fotos y video: Vincent Bernat | Miguel Amorós.