Siwo presenta “Stand For”
Hace años que la escena de la música africana en Barcelona goza de cierta turgencia. Sobre todo gracias a personajes como el inquieto Javi Zarco que entre otras iniciativas fundó el sello Slow Walk Music. Él mismo junto a los músicos, productores y activistas musicales Fernando Redondo y Aarón Feeder se empeñaron en dar visibilidad a la música de raíz africana que se creaba desde la ciudad condal. Gracias a su apoyo, grupos como Nakany Kanté, más cercana al afropop mandinga, Alma Afrobeat Ensemble, rindiendo tributo y a la vez renovando el afrobeat, o Moya Kalongo, mezclando afro, funk, soul y electrónica, han conseguido reconocimiento internacional por su calidad musical.
Pues justo el que fuera cantante y compositor principal de este último grupo, acaba de iniciar carrera en solitario. El mozambiqueño Simonal Bie ha tomado el apodo de Siwo para presentar su nueva propuesta con un EP de cinco canciones. Su título, Stand For, justo representa lo que Siwo quiere mostrar, una exploración de su identidad como artista multidisciplinar de la diáspora africana. Su continuada evolución le ha llevado hasta estas canciones de corte afrofuturista regadas con electrónica y alguna pincelada de hip hop, soul y hasta punk.
Para que nos explicara más sobre su proyecto le hicimos unas cuantas preguntas.
Naciste en Mozambique, llevas 10 años en Barcelona y llegaste aquí casi por casualidad con 27 años. ¿Puedes explicar como fue “ese viaje”?
En mi país había estado estudiando Etnomusicología, especializado en el área de investigación, construcción y conservación de instrumentos tradicionales de Mozambique. Salí de allí con 22 años, para dar clases y estudiar música en Portugal. Estuve en el conservatorio de música de Oporto, pero con el tiempo me salió un trabajo fijo como profesor de música en un colegio particular. También formé la primera banda de afrobeat en Oporto, que se llamaba Tchakare Kanyembe. Pero siempre fui una persona inquieta y con ganas de conocer otros lugares.
En 2005 hice mi primer viaje a Barcelona y me gustó mucho, sobre todo por la cultura de música en la calle. Era la época en la que había muchos músicos callejeros y la vida nocturna me pareció muy interesante. Hacia 2006 fui a Madrid de vacaciones y me quedé todo un mes. En medio de esas vacaciones compré un vuelo a Barcelona para probar suerte y al final llevó diez años aquí (risas).
Has formado parte de Moya Kalongo donde cantabas y componías. También llevas años trabajando con otros músicos, pero según has comentado, eso no te dejaba expresar totalmente tus ideas. ¿Ahora con “Stand For” lo has podido hacer?
Me encanta trabajar con otros músicos, pero a veces ocurre que no todos tenemos la misma energía o visión de la música. Eso hace que a veces sea complicado y cueste avanzar. Realmente llevaba muchos años trabajando con otros músicos y sentía que quería hacer un proyecto en solitario.
La dirección musical de este proyecto mira más hacia la electrónica, pero con influencias de la música contemporánea africana y norteamericana.
¿Moya Kalongo desaparece o queda en “stand by”?
En principio hemos terminado, llevábamos diez años, pero puede que nos volvamos a reunir en el futuro, porque sigue habiendo muy buena onda entre todos y éramos como una pequeña familia.
Lo primero al escuchar el cd completo es que se hace corto ¿Son composiciones hechas hace tiempo o son recientes?
Son canciones que he hecho en cuatro meses y las he querido editar juntas para que el sonido fuera coherente. Ya estoy trabajando en otro EP que saldrá en unos meses. En él tengo una colaboración de un rapero de origen londinense y un batería japonés que vive en Tokio. También tengo pensado editar una mixtape más electrónica, pero manteniendo la influencia de la música contemporánea africana.
En cuanto a estilo musical, a mi me recuerda de alguna manera a esos discos que se han editado con el nombre de Congotronics.
Me encanta ese sonido Congotronics, muy crudo, distorsionado. Hay varios grupos que podríamos decir que están en mi misma onda y que están creando un movimiento muy interesante. Como Tshegue, Kokoko, Throes and Shine o Owiny Sigoma Band.
¿De que hablan tus letras?
Soy una persona bastante optimista (risas). Por ejemplo en Symbolic hablo de que es importante dejarse llevar, disfrutar y apreciar lo que tenemos, aunque las cosas estén difíciles. También canto sobre el medio ambiente y los problemas que nos vienen, por ejemplo al utilizar tanto plástico. Pero también le canto al amor o de viajar al espacio.
¿Es importante Barcelona en tu música?
Es importante porque vivo aquí y también porque hay una escena de la música electrónica que cada vez se hace más fuerte. Pero la verdad es que hoy en día Internet es la mayor influencia, al menos para mi, porque a través de los blogs de música puedo escuchar lo que se está haciendo ahora mismo en Sudáfrica o en Londres. Mi interés se centra en la escena global. Una de las cosas buenas de Barcelona es que tiene un buen clima y eso ayuda mucho en la faceta creativa.
He leído que te interesa relacionar música, danza, fotografía y arquitectura.
Sí. Por ejemplo en mis videos se relaciona la arquitectura modernista y el baile. Por ello estoy colaborando con bailarines, videógrafos y fotógrafos, tratando de darles una visión moderna.
Algo que me gustaría mucho es hacer conciertos en museos de arte contemporánea aquí o fuera de España.
¿Cómo tienes pensados tus directos?
Normalmente somos cuatro, un beatmaker, Freemachinist, dos bailarinas, Inès Sibylle y Yissel Rodríguez, y yo.
En el futuro pensamos tener un video dj proyectado imágenes y video y también me gustaría colaborar con artistas que trabajan en 3D, pero dependerá del presupuesto.
+Info | Relacionados | Miguel Amorós.