Rycardo Moreno (guitarra) Víctor Franco (guitarra)
Sandaru. SFB El Dorado. 25 del 3 del 2021
El público de El Dorado tenía muchas ganas de escuchar a Rycardo Moreno y el de Lebrija una vez me comentó entre risas “quillo es más difícil tocar en El Dorado que en Nueva York”. Por lo que la química para que todo funcionase estaba servida. No es fácil describir porque el toque de Rycardo Moreno es especial. Mientras lo escuchaba pensé en aquellas palabras de Raimundo Amador “nosotros (refiriéndose a su hermano Rafael) venimos del flamenco y llegamos al blues”, un servidor las transformaría diciendo que Rycardo Moreno viene del flamenco y llega a la poesía. En su viaje interior las palabras de Eduardo Galeano, la complicidad con el músico turco Cenk Erdogan o la tragedia de Alepo tienen la misma fuerza que su continuo reivindicar la cultura gitana, todo le sirve para aplicarlo en su música y en su crecimiento personal. En el escenario dos sillas y un cajón, empezó él de Lebrija e solitario templando y buscando un sonido por Rondeñas, una pieza nueva que estaba empezando a rodar por los escenarios, le trajo Víctor Franco otra guitarra y empezó por soleares. Moreno busca incansablemente la verdad de la música, por supuesto que respeta el compás (lo tiene dentro, no necesita buscarlo) pero no se conforma con eso, él como un alfarero matiza y redondea sobre la marcha, la magia se posaba con suavidad en toda la sala. Anunció su famoso tema Sueñan en Alepo y explicó cómo esas bulerías querían rendir un homenaje a la búsqueda de la libertad, inspiradas en la huida de un niño refugiado y en la ausencia que viven estos niños. Si nunca has visto este precioso corto, te lo recomiendo. Y ahí nos fuimos de viaje, siguiendo los dedos mágicos de Rycardo Moreno, dejando volar la imaginación y disfrutando de la facilidad que tiene este hombre para crear belleza. Explicó que en su toque de guitarra en solitario había trabajado en modo frigio y ahora con Víctor Franco en la segunda guitarra iban a pasarse al modo mayor. Nos presentó el siguiente tema Varekai (en cualquier lugar) que dedicó a sus mayores y aprovechó para explicar su amor por la lengua de los gitanos, explicando curiosidades que le asombran como que no exista la palabra para definir el mañana o el ayer. Tengo claro que la originalidad de la música de Rycardo Moreno tiene mucho que ver con este asombrarse e ilusionarse con estas cosas. Y saliendo del bar que su padre tenía en Lebrija dónde Rycardo escuchaba a gente como Pedro Bacán, nos vamos moviendo por toda la ribera del Guadalquivir, hasta llegar inevitablemente a Sanlúcar de Barrameda y a Cádiz (tierra de Víctor Franco) se pasean por la caleta, explica Rycardo Moreno que el tío Diego le contó en su día que las cantiñas era lo que más escuchaban en los cortijos con la gente del campo, unas cantiñas aceleradas como las que nos habían ofrecido (que las bulerías llegaron mucho más tarde) y ya que estaban en Cádiz era el momento de zarpar hacia el otro lado del Atlántico con una guajira, y empieza otra vez la magia del alfarero trabajando el sonido sobre la marcha, Franco discreto (no es fácil colarse dentro del personal mundo de Rycardo Moreno) pero certero y a la espera, cuándo llegaba el momento con mucho arte (un joven guitarrista con gran futuro) Y para terminar una suite que ha compuesto sobre bulerías para recordar a mucha gente que le han marcado en el flamenco La Perla, El Chozas, cantes por fiestas de Jerez, la guitarra de Morón y se lo dedicó a la cantaora Cristina López (que estaba de aniversario) y de pasó le dio ocupación al cajón que estaba sin dueño, como era previsible subió David Domínguez y ya los tres se liaron en esa fiesta final dónde cada espectador pudo recordar a los artistas que había mencionado o simplemente disfrutar de tres músicos en plena forma (gran solo de Domínguez) detallitos de Rycardo Moreno que te arrancan una sonrisa y ya no la pierdes hasta el final (aunque no se vea por la mascarilla) y bastante sitio para que Franco nos trajera ese salero de su tierra que tan bien arregla cualquier final de fiesta. Un ratito de lo más agradable. + info | relacionados | Fotos: Joan Cortès