Rodolfo Mederos

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Rodolfo Mederos

Torquato Tasso, Buenos Aires. 19 de abril de 2014

Tercera noche en el Tasso y como siempre un placer. Para cerrar mi estancia en la ciudad porteña nada menos que Rodolfo Mederos, no era la primera vez que escuchaba al maestro, tuve la suerte de estar en el Grec cuando presentó su espectáculo con Poveda, pero por supuesto ahora jugaba en casa y el contenido era diferente. Se presentó el bandoneista con su orquesta típica, sus bandoneones, su fila de violines, el contrabajo y la viola y sus fieles escuderos, al piano Ariel Azcárate y a la guitarra Armando de la Vega, debo confesar que me costó entrar en el sonido de la guitarra, debido a la cantidad de matices de esta gran orquesta, pero en el momento en que Mederos decide quedarse a solas con De la Vega, te das cuenta que la manera de tocar este guitarrista es esencial en el planteamiento del maestro. Mederos estaba a gusto en la emblemática sala, y agradecía que una formación tan grande vuelva a poder llenar salas como está, después de muchos años parece que el público vuelve a valorar estas propuestas clásicas. Empezó la cosa con una Milonga y un tango, como no, del recordado Troilo. Después llegó el homenaje a Pugliese. Mederos que puede presumir por sus años de haber tocado con Pluguiese y con Piazzolla, sabe que en el riesgo está la maravilla de la música. Después de explicar historias divertidas de los viejos tiempos y de mencionar lo difícil que es buscar un nuevo cantor después de haber contado con Ariel Ardit, nos presentó a Negro Falótico, un joven cantor que sabe las maneras de los antiguos y que posee una voz envidiable. Cantó un par de tangos y después volvería a subir para el final. Pero entre tanto Mederos y el contrabajo de Sergio Rivas ofrecieron El arranque, enorme.  Volvieron al gordo Pichuco en esta ocasión fue Sur, un placer. Como decía Troilo se “puede hacer más con menos” esa economía de formas y ese resultado sigue estando en las maneras de los grandes. Quiso Mederos dejar el tango y viajar hasta el folklore de Misiones y Corrientes, para cerrar con un chamamé, Merceditas. Otra noche inolvidable. + info | relacionados | Candido Querol