Richard Bona – Live. Bona Makes you sweat
Richard Bona
"Live. Bona makes you sweat"
Universal, 2008
www.bonatology.com
El título que Richard Bona ha dado a su último disco en directo resulta más acertado de lo que parece.Si el oyente está dispuesto a seguir el ritmo del bajista y cantante camerunés, el disfrute de los ocho temas que conforman el álbum será bastante movido y acertado. Grabado en Budapest el verano del 2007, y dentro de la gira que en noviembre lo trajo hasta Madrid y Barcelona, el álbum parece ofrecer una de las caras que Bona muestra sobre el escenario, en esta ocasión, quizás la más festiva y rítmica, porque este intérprete tiene más de un ángulo de conocimiento y observación. Cada concierto del bajista es una declaración de principios de cómo debe traspasarse cualquier frontera musical. Si su estilo conjuga los sonidos africanos con el jazz, rozando ligeramente el rock, la improvisación y el homenaje interpretativo a la figura del gran maestro del bajo, Jaco Pastorius, además de contar con una buena voz, en este trabajo, parece decantarse tranquilamente hacia los sonidos más festivos y próximos a la música más caribeña o latina, ejerciendo de auténtico maestro de ceremonias. Por supuesto que eso no significa que el disco carezca de interés, ni siquiera que sea una obra menor. Bien al contrario. El trabajo de Bona, nos muestra su lado simpático y más vital para disfrutar de su ritmo, su dulce voz, y su endiablada manera de tocar el bajo, sin dejar atrás temas conocidos y más pausados. Cada uno de los temas que ofrece el músico en este álbum corresponde a una personalidad con sensibilidad, que se crece cuando está al lado de su público.
El disco se abre con la cariñosa Engingilaye & Te dikalo, para dejar claro quién es el que actúa en la grabación; sonido marca de la casa y calor exultante del público. Tras esa declaración, le sigue Kivi & Suninga, quizás el único reposo del disco. A partir del tercer corte empieza la diversión y el mayor índice energético. Kalabancoro, otro de los hits de Bona suena fresco, sabroso y pegadizo como para poder jugar con él, aunque para juego, ahí queda Samaouma, un juego vocal del africano en el que solito, y con ayuda de la técnica va gravándose asimismo y haciendo diferentes ritmos y versos vocales llega a componer una pieza simpática y sorprendente para los que alguna vez lo han podido presenciar. De aquí al final, las piezas ganan en “bailabilidad”. Lo interesante es disfrutar del concierto y hacer que los asistentes lo disfruten, y desde luego que lo consigue. Con temas correspondientes a sus anteriores trabajo, el camerunés confecciona un vestido que encajará perfectamente en el cuerpo de sus seguidores y en aquellos otros que tienen ganas de conocer propuestas africanas, con más cercanía y proximidad de lo que parece, y más alejadas de la tradición original, aunque sin perder su sentido // Antonio Álvarez