René Aubry
René Aubry
«Refuges» Hopi Mesa / Karonte, 2010
La etiqueta de “música funcional para espectáculos” siempre arrastra consigo connotaciones descalificativas desde los tiempos de Erik Satie. Sin embargo, si atendemos al largo listado de nuevos compositores francófonos conocidos a través del cine –Yann Tiersen, Bruno Colais, Eric Serra e incluso Pascal Comelade, del que se ha reciclado mucha música como banda sonora–, queda demostrado que la calidad no va reñida con el medio de difusión de su obra. Muy al contrario, el cine y la danza han condicionado formas más concretas, estilizadas y ágiles de composición musical, como pone de manifiesto el característico lenguaje de René Aubry.
Si en Play Time (Hopi Mesa, 2008) primaba lo rítmico y lo melódico, Refuges deviene más reposado y atmosférico que su predecesor. Aunque su guitarra ha ganado en dureza eléctrica, en conjunto se presenta también más desnudo instrumentalmente, dejándose envolver Aubry tan sólo por teclados, samplers y una anónima orquesta en puntuales ocasiones. Sigue reafirmándose en el estilo híbrido que le hizo famoso, combinando géneros populares (como el tango, la rumba, el mambo o el vals, entre otros) y las músicas de raíz mediterránea (sirtaki, klezmer, jazz manouche, čoček balcánico, etc.) con mandolinas, bouzoukis, banjos y otros sonidos exóticos. Dedicado a su esposa Bárbara, Refuges es también una compilación de varios encargos para el ballet y la gran pantalla, sobresaliendo los trabajos para Philippe Genty y la añorada Pina Bausch. No obstante, también sirve algunas adaptaciones y revisiones de sus “jóvenes clásicos”, como esa no reconocida secuela del exitoso Après la pluie que fue tema principal del film Killer Kid / The boy from Lebanon (Gilles de Maistre, 1994), aún inédito por estos lares.
Repiten aquí tres de sus colaboradores habituales –Marc Buronfosse, Daniel Beaussier, Antoine Banville–, además del fantástico ilustrador Lorenzo Mattotti, aunque también se suman a la fiesta Ali El Khatib y el trompetista Jun Miyake, que firma al alimón Le Tunnel, una de las mejores piezas del disco. Pese a un cierto acomodaticio estético, Refuges no defraudará a sus seguidores, y sin duda despertará el interés de ese nuevo público que, cada vez más, busca en la música valores amables y confortables… lo que, en la sociedad actual, resulta tan paradójico como sintomático. Como sugiere el título del disco en cuestión, quizá el arte en general –y la música en particular– vuelva a recobrar el peso que antaño tuvo como refugio catártico de la vida cotidiana, que buena falta nos hace. www.myspace.com/reneaubryhome | Relacionados | Iván Sánchez Moreno