Rancapino
Rancapino
SFB El Dorado. Barcelona, 13 de diciembre del 2012
A partir de la edición del libro Ronco de andar descalzo de Pedro Quiñones Grimaldi, Ediciones Bellaterra 2012, Alonso Núñez “Rancapino” ha vuelto a los circuitos y como no, se acercó hasta El Dorado, presentó el libro y cantó como él sabe hacerlo, con jondura, con esa voz ronca pero auténtica, con más ganas que fuerza, la edad no perdona, poco pero intenso. Con su paisano Justo Fernández a la guitarra y para que no hubiese dudas de su compromiso con el cante jondo, arrancó por solea, con ese pellizco tan suyo, que quiere ofrecer todo el sentimiento posible, pero ya quedó claro que en los últimos tercios del cante no iba a llegar con fuerzas, usando el recurso de salirse fue aguantando, la verdad es que pudo ponerse el listón más bajo, pero Rancapino es así. Anunció seguirillas y desde abajo las bordó. Quiso seguir con malagueñas y también se salió con la suya, Fernández sabía para quien estaba tocando y sólo hizo falta un guiño para que tocara flojito, que no le hiciese subir demasiado la voz, ya en la prueba de sonido se quejaba el de Chiclana “quillo que no me escucho”. Estaba con ganas y emprendió unos fandangos, con adornos muy bonitos por agudos de la guitarra de Justo Fernández. Que igual que no había abusado en los espacios propios de las seguirillas, ahora sí que quiso aprovechar los mismos espacios de las malagueñas para hacer su aportación como guitarrista. Quiso despedirse por bulerías, pero estaba claro que el público no se lo iba a consentir. Volvió a salir al escenario, dijo que no podía cantar mucho que estaba tocadito, pero que se atrevía con unas alegrías “que no son mías, pero con el permiso de los hombres quiero dedicárselas a todas las mujeres”. Así es Rancapino | Relacionados | Candido Querol