Rachid Taha

yH5BAEAAAAALAAAAAABAAEAAAIBRAA7 - Rachid TahaRachid Taha
”Diwan 2”
Barclay / Harmonia Mundi

Todas las culturas, todos los entornos humanos, tienen unas palabras claves, unos “ábrete sésamo”, que convierten, casi de inmediato, al que las pronuncia en “uno de los tuyos”. En el Oriente Medio multi-confesional, en el Magreb multi-étnico, decir Oum Kelthoum es abrir las puertas del cielo, como lo es decir Abdel Halim Hafez o Mohamed Abdelwahab, las enormes figuras de la música árabe de los años cincuenta cuyas canciones constituyen la memoria sentimental de varias generaciones, incluyendo las más jóvenes,  desde Irak hasta Marruecos. Este Diwan 2 del franco-argelino Rachid Taha es, como lo fue el primer Diwan (Barclay, 1998), un recorrido por un pasado que aún es presente por cualquier calle de un barrio popular de Orán o de Marsella, de Barcelona o de Rabat. Rachid Taha compone dos de los diez temas del disco en el más puro estilo del raï primigenio, el raï de Cheikha Rimitti, con letras absolutamente divertidas que ironizan sobre los discursos tópicos del inmigrado. Los ocho temas restantes provienen de la memoria colectiva: su fetiche El Harrachi (autor de Ya Raya), Ahmed Wahby, la canción franco-africana de Francis Bebey (tema en el que Taha exprime al máximo las posibilidades de los acentos franceses “no francófonos”), Oum Kelthoum o Abdel Halim Hafez. Precisamente la joya de este Diwan 2 es Gana el Hawa de Hafez, también conocido como “El Ruiseñor Moreno” por su voz cristalina, su belleza de rasgos limpios y angelicales, su conducta impecable… Vaya, en las antípodas de Taha, desaliñado, siempre fumando (¡y bebiendo!) en el escenario, que destroza literalmente el tema sacando para él su voz más cazallera, perdiendo ritmo y demostrando, una vez más, que él es punk hasta la médula. Incorrecto (¡magnífico!) como la vida misma. // Brigitte Vasallo