Pedro Burruezo & Medievalia Camerata, amb Rafel Arnal
Auditori Barradas. Festival Barnasants, 9 de febrero de 2020.
He seguido la obra musical de Pedro Burruezo desde los ochenta cuándo formó Claustrofobia, son muchos años y muchos proyectos, pero ahora mismo con esta Medievalia Camerata está recorriendo escenarios de lo más diverso y cosechando un éxito muy merecido. Mientras lo escuchaba en la sala Barradas pensaba ¿Por qué? Principalmente por dos motivos. El primero, por la calidad del proyecto que nos ofreció. Además de la formación que le acompaña en el disco que acaba de editar, Al Andalus S XXI Satélite K 2019, que son Maia Kanaan a la viola y coros, Jordi Ortega al violonchelo y coros, Robert Santamaría al kanun y santur (instrumentos de culturas orientales) y el jovencísimo Teo Larrosa a la flauta travesera. Para el concierto de Barnasants le acompañaba el gran percusionista Jordi Rallo y el cantaor valenciano Rafel Arnal (toda una sorpresa que Burruezo ha descubierto recientemente). Con Burruezo a la voz, guitarras y pandero completaba un septeto de grandes músicos. Pero el segundo motivo y quizás el más importante es que Burruezo se implica totalmente en escena, siempre ha sido así, vive de tal forma lo que hace que es imposible que el público no reciba el mensaje, con una voz (cada vez más serena y al mismo tiempo más extrema) con unos gestos ( de cantaor flamenco antiguo) y con una improvisación en escena (ese cerrar los ojos y dejarse ir) te atrapa sin remedio. Además para esta ocasión quería “provocarnos” con un título curioso “Mística y erótica (Hombres y mujeres sin límites en el mundo medieval)” y lo consiguió. Empezaba con La jove negra (tema que curiosamente cierra el disco) del poeta Ibn Khafaja, el grito desgarrador de Burruezo y de Arnal, anunciaban compromiso con la historia (nada de postureo) siguieron con Allahouma, explicando Burruezo (con muchas ganas de compartir sus conocimientos) que el placer intelectual y el carnal no deben ser incompatibles. En este caso iban por la parte intelectual. Volvieron a lo carnal con La dama d’Aragó que Burruezo definió como un tema de incesto entre hermanos (seguíamos descubriendo una historia diferente) y disfrutando de una música sugestiva. Volvieron al disco con Nur-Llum inspirada en la tradicional andalusí Lamaa Baada, con introducción preciosa de Jordi Ortega en el violonchelo. Siguieron con un tema dedicado a Larache (habían estado invitados en su festival), mitad folk mitad pop, con unos aires marroquís muy interesantes, la voz de Burruezo me llevó inevitablemente a aquel inolvidable Un Chien Andaluz (Claustrofobia) seguramente por esos detalles pop de los que hablaba el autor en particular en los arreglos de cuerdas. En cualquier caso es una canción preciosa. Tomo la palabra Rafel Arnal para presentar un par de temas que iba a enlazar para acercarnos al folklore valenciano un cant d’estil empalmado con una melodía popular valenciana (añadió Burruezo que también hemos olvidado el erotismo de la tierra) tremenda la voz de Arnal en el cant d’estil a la guitarra Burruezo en acompañamiento flamenco y giro a lo popular para esa segunda parte ya con todo el grupo arropando a Arnal (hay que seguir de cerca este cantaor) Siguieron con 7 modos de guisar la Merenyena (previa broma erótica de Burruezo) volvieron al disco con Hadrat el suhut, nos advierte que van a intentar entrar en una espacie de trance y la verdad es que el desarrollo del tema (con dos voces profundas que te penetran sin contemplación) y sobre todo la implicación de Pedro Burruezo en sus movimientos te hace sentir muy cerca de esta sensación, como decía el autor “algo parecido a lo que debía ser los primeros flamencos”. La participación del joven flautista Teo Larrosa fue otra agradable sorpresa. Relajaron la tensión con Fermosa e Donzeyya, también en el disco, un texto de Santa Teresa de Jesús siguieron en el disco con dos temas más, Qurtuba XXI y una adaptación muy interesante de La tarara con la que finalizaban el concierto, sirviendo el popular tema para presentar cada uno de los músicos. Pero por supuesto hubo bises, Un tema de Joansa Maravilla, líder del proyecto Aljub (donde también canta Arnal) Quan la meva mar m’ofega (genial el título) con un fondo magrebí se eleva la voz repetitiva y contundente de Arnal contra esta gran lacra del siglo XXI. Y ya para terminar un poema de San Juan de la Cruz, según Burruezo, el poeta medieval más erótico. + info | relacionados | Fotos: Joan Miquel Morales