Omar Sosa

yH5BAEAAAAALAAAAAABAAEAAAIBRAA7 - Omar SosaOmar Sosa
"Afreecanos"
Otá records / Harmonia Mundi, 2008

El título del último trabajo de Omar Sosa informa claramente del contenido, dos vocablos que se complementan, Africa como continente hacia el que están puestas todas las miradas del pianista y compositor cubano y free como palabra universal para definir el jazz sin moldes, aunque a veces el freejazz como corriente pueda conducir a engaños. En su camino hacia los orígenes de esa música, que saliendo de Mali, Senegal o Guinea llegó hasta su Cuba natal o Brasil, Omar Sosa bucea entre esos ritmos religiosos que tanto le interesan y una vez más encuentra la paz necesaria para hermanar estas culturas. Gran conocedor de la tradición musical de su isla, el piano es virtuoso en armonías, pero sencillo en sus formas, como el continente negro. Una vez más, al eco de sus desarrollos cada vez más melódicos, las percusiones y las voces de diferentes familias, Mandinga, Yoruba, Barribara unen su canto en claro ritual que te envuelve y relaja. Omar Sosa con su piano en ningún momento se impone, solo acompaña los rituales, como Steve Argüelles que vuelve a acompañarle en las facetas más electrónicas con la sutileza del viento que sólo se insinúa. Me gustaría destacar, dentro de la veintena de músicos que participan en el proyecto, a los hermanos Belmondo, Stephane (escucha llorar esa trompeta en Babalada) y Lionel con su flauta de bambú en esa maravilla de danzón que se llama Tres negros, estos hermanos franceses después de aquella joya que fue Influence, bflat recording 2005 junto a Yussef Lateff (saxofonista histórico octogenario, que convertido al Islam parece comunicar directamente con los dioses) no es de extrañar que sigan buscando aproximarse a la madre África. Al final un recuerdo a Angà, el percusionista fallecido en agosto del 2006 que tantas veces acompañara a Omar. Supongo que Sosa sigue viviendo entre Paris y Barcelona y me pregunto, a que puerta habrá que llamar para que este hombre nos deleite más a menudo, o es que algunos creen que esto no es jazz, o es que algunos no creen en la música // Candido Querol