Noè Escolà
Deliris poètics, Discos flotantes, 2019
Noè Escolà es un músico (saxofonista, compositor, cantante) que quizás hayas escuchado en otras formaciones de jazz como Nelson Project o en la fusión de funky, jazz, pop de The Black Barbies. Pero de cualquier forma olvídate de estas etiquetas porque en este Deliris poètics lo que vas a encontrar no se parece en nada a las anteriores referencias. Escolà nos ofrece un doble disco con 28 canciones (sí has leído bien, 28 canciones) repartidas así a bote pronto en cuatro partes, Korikî y yawn! en el primer disco y en el segundo wu-wei y unas versiones como bonus track. En Korikî hay una formación escueta, el bajo de Anna Tobías las percusiones de Acari Bertran y el mismo Escolà en las voces y saxos, flautas y clarinete. Pero no por eso los temas suenan pobres, ni mucho menos, las voces y los vientos se sobreponen y la sección rítmica ofrece un fondo de lo más complejo. Incluso en Candombe hop, disminuye a solo percusiones y saxo barítono, y esa voz que por momentos se acerca al humor de gente como Kiko Veneno o Dieguito El Canijo. Para en el siguiente tema, Passets flotants se libera totalmente y sólo hay voz y coros. Para terminar esta primera parte se suma la guitarra de Jonathan Mendez en Going to bocas un calypso del panameño Walter Ferguson. En la segunda parte del disco yawn! tenemos en la batería a Guiem Pons, Pablo Millas en el contrabajo y Escolà con sus vientos, Menorca con sus rimas en homenaje a esta Isla y a sus amigos, en algún momento recuerda al irónico Vilallonga (Alfonso). En Santa Cristina se suma el piano de Marina Albero ofreciéndonos fruta y guaguancó para “gossar” sigue con dos temas homenajeando a Japón, que me son más ajenos. Pero cuando menos te lo esperas te transforma In a sentimental mood (Duke Ellington) en otro recitado poético, muy buena la mezcla de recitado con el fondo sonoro y cierra esta segunda parte con El reino de tu cuerpo (Juan Lizcano) una intro con el contrabajo de Millas y la voz de Cristina Cardenas recitando este poema. En el segundo disco (curiosamente me atrapó primero) cambio de músicos, su compañero de escudería Marc Cuevas al contrabajo, Xavi Hinojosa a la batería sigue Marina Albero al piano pero ahora en casi todos los temas y la percusión se reserva solo para algún tema. Melodías más fáciles, Dolça flor y Riera de Tiana te atrapan enseguida. Poema visual nos remite al estilo de Pau Riba (que por cierto es quién escribe el texto que acompaña este doble disco) Argilaga, Orenetes Diapasó me lleva directamente a la rebeldía de un James Chance que imagino acompañado por el saxo del gran Ornette Coleman (una de mis preferidas) o una versión traicionera de Quirino con su tres (Nicolas Guillen) antes de los bonus todavía otra sorpresa Glandula Pineal Blues, pues eso, un blues de los que siempre se agradecen. ¡Sin duda tienes música para todo el verano! + info