Muchachito | El Jiro
Muchachito
“El Jiro”. El Orfanato Eléctrico, 2016
Habían ganas de un nuevo disco de Muchachito. Desde el Idas y Vueltas han pasado ya seis años. Aunque es cierto que Jairo Perera no ha parado, entre otras cosas porque no puede estarse quieto, “se toca encima” como dice él. Pero ya estábamos avisados, antes de editar este El Jiro, se había recorrido escenarios de todo tipo y en solitario para presentar La Maqueta, un adelanto de seis temas de lo iba a ser este nuevo trabajo. Y lo hizo porque “necesitaba airearme, acercarme de nuevo al oficio antiguo de hacer música y alejarme del negocio moderno en que se ha convertido. Me resulta imposible no seguir siendo un músico de calle”. En los conciertos regalaba esa maqueta y además le servía para comprobar como esos temas calaban en su cómplice público y también como “calentamiento” para una posterior gira con grupo.
Jairo no es muy amigo de los estudios de grabación, o mejor dicho de la forma de grabar digitalmente con el clásico corta y pega informático. Por eso, a pesar de que el disco está firmado solo como Muchachito, “como señal de respeto por la ausencia del resto de compadres”, sigue siendo un trabajo de equipo y en el que más acompañado ha estado.
La grabación se hizo en Jerez de la Frontera en los estudios de Lele Leiva que le ayudó en la producción. Ya en Madrid también Ale Acosta de Fuel Fandango aportó ideas en la producción, metió sintetizadores y guitarras y le animó a probar cosas. Una vez acabado, el experto Dani Alcover se encargó de la mezcla y masterización.
En cuanto a músicos, encontramos entre otros a David Carrasco “El Niño” (compañero y músico) que le ayudó en la grabación de La Maqueta y aquí mete saxos y se ha encargado de los arreglos de los vientos. También a el ex Delinqüente Diego Pozo “Ratón” que toca guitarras y asimismo coproduce. Víctor Norling al bajo, aunque en Sin Sentido es Lichis el que toca las cuatro cuerdas. Verónica Ferreiro y Aurora García de Aurora & The Betrayers a las voces. O Carlos Sosa de Fuel Fandango a la batería.
¿Y que etiqueta ponemos a sus nuevas canciones? Como cualquier músico que se precie a Jairo no le gusta que le encasillen, y afirma: “al igual que pasa con las camisetas, las etiquetas están para arrancarlas, porque molestan”. Pero si le insistes afirma, “es música de calle, despeiná, aunque en este disco he buscado un sonido ochentero y a veces hasta anglosajón porque quería que las canciones fueran bailables”.
Pues no hay más que escuchar Tiré, la canción que abre el disco, con un ritmo funky que tira para atrás, para ponerse a bailar (“en calzoncillos” como dice Jairo) y con esa letra de superación, “el único fracaso es no volver a luchar”. Evidentemente el acento rumbero, con esa forma de tocar la guitarra que lo hace único, se nota por ejemplo en Medios, con solo de guitarra de palo de Diego “Ratón” y en este caso letra para reflexionar: “no se por qué se dice justo y no se dice amplio, se llama rico a lo más bueno y la verdad no es importante.
Y ese ambiente de los 80’, donde la pulsación del bajo marca el camino, se puede percibir en Nuestro Largo y Gran Viaje, que al oírlo nos ha recordado a la producción del disco Pequeño Salvaje de su admirado Kiko Veneno, y de mensaje positivo “obligados a acariciar la vida con alegría aunque no quieran”. A resaltar también los precisos y coloristas nuevos arreglos de vientos y coros de Sin Sentido.
Y para cumplir con las versiones que a Muchachito le gusta hacer de esos amigos-músicos que encuentra en el camino y que demuestran su sencillez, están En Mi Cabeza, una canción redonda del argentino Kevin Johansen (que tiene un proyecto de música y pintura junto a Liniers, muy parecido al de Muchachito y Santos de Veracruz), y que Jairo ha arumbeado con su gracia musical. Y Aeropuerto, de su buen amigo Josele “Caníbala” al que Jairo cataloga como “un diamante en bruto que no quiere pulirse”, una canción que ¡por fin! cuando en sus conciertos diga: “y ahora una lenta” podrá cantar. Algo que también podrá hacer con ese blues que no estaba en La Maqueta que es Echaremos Cuentas, esta vez con la afilada guitarra eléctrica de Diego “Ratón” y con mensaje de autoafirmación: “si hay que tentar la suerte una vez más, que no nos diga nadie como caminar. Cada mañana una esperanza, cada día un regalo más”. Otras que sí estaban y que han ganado mucho en el disco son la briosa Igual que Ayer y la arrolladora y hasta discotequera Te Perdí, que en directo serán de las de “ponerse a bailar”. Mención especial para Benditos Animales, canción de ritmo sincopado con letra sentida dedicada a sus correrías con sus buenos amigos «trimelones» y compañía, “benditos animales, tercos, tarados, alegres, constantes y personales. Capaces y vitales”.
El Jiro se acaba con un tema instrumental donde brillan los metales y la percusión y que, según cuentan, nació en Italia con una historia detrás que mejor es no contar, y que ya utilizaban para cerrar los conciertos con el Bombo Infierno. ¡Ah! justo los italianos en vez de llamarle Jairo, eran los que le decían ¡oye Jiro¡.
Y como al de Santa Coloma le gusta cuidar todo lo que hace, el disco tiene una edición especial en una caja metálica que además del digipack del cd, contiene el juego del “Tiré”, al estilo del de “La Oca”, con sus correspondientes personajes troquelados y hasta un dado, dibujado todo por Pedro Rodríguez. Y no os lo perdáis, porque cada viñeta corresponde a una estrofa de la canción Tiré y ahí también ha tenido que ver su cómplice hermano Joni Ferzeta. Además en el libreto del disco encontramos las letras, fotos y hasta cuatro comics ilustrados por JJ top, Santos de Veracruz, Danilillo y Pepe Farruqo.
Como ya se ha dicho más de una vez, a Jairo le sobra carisma, actitud, talento y simpatía y eso se lo ha ganado por ser un autentico músico de calle, un artesano de la música, de los pocos que aguantan, un héroe, o sea un “jiro” (en inglés).
¡Ah! Y apunten esta fecha, el próximo 18 de junio estará presentando El Jiro en su Santa Coloma de Gramenet, junto a otras bandas en el Festival Santaco Tropical. +Info | Relacionados | Miguel Amorós.