Festival Musicas do Mundo 2014

yH5BAEAAAAALAAAAAABAAEAAAIBRAA7 - Festival Musicas do Mundo 2014
Festival Musicas Do Mundo
Sines, Portugal. Del 18 al 26 de Julio de 2014

Tres días dan para mucho, pero nueve dan para volverse loco. Y el Festival Musicas do Mundo de Sines es para eso, para volverse loco… y más.

Comenzó en Porto Covo el primer fin de semana, del 18 al 20 de Julio, mientras que el resto del evento se desarrolló en Sines, del 21 al 26. Nosotros pudimos disfrutar solo tres días, del 22 al 24, pero dieron de sí como para enamorarnos absolutamente de este festival que se escribe con mayúsculas. El elenco de artistas que iban a pasar por él era sin duda uno de sus grandes atractivos, a parte por supuesto de la ubicación de los escenarios, en el Castillo y en la playa, con conciertos tanto gratuitos como de pago. Nuestra primera toma de contacto fue ya toda una declaración de intenciones de lo que es el Festival Musicas do Mundo de Sines. La sala de prensa para los acreditados, aunque no muy grande, es de lo mejor que me he encontrado en mi largo recorrido por festivales de este tipo. Zona de trabajo, con ordenadores e internet por supuesto (quizás nada nuevo), zona de descanso, y lo mejor de todo, un pequeño (pero agradecidísimo) catering para los que estábamos allí cubriendo el acontecimiento musical. Ahí te das cuenta ya que no estás en un festival cualquiera. Además, corrobora esto el hecho de que en el foso de fotógrafos hubiera siempre un retratista. Un hombre de cierta edad, bohemio, cuaderno y rotuladores en mano, haciendo retratos de los músicos, como si se tratara del dibujante que está en un juicio y hace retratos del acusado, del juez, del fiscal, del abogado. Algo que no había visto en ningún otro festival. Y luego, para rematar, la música. El sonido, excelente, los escenarios, de lujo, la iluminación, fabulosa. El único inconveniente, que nuestra acreditación no era de fotógrafos, a pesar de haberla solicitado en estos términos, pero que nos fue denegada por no sé qué misteriosos motivos. Nada que no se pudiera suplir con una buena dosis de paciencia para podernos situar en primera línea en todos los conciertos. Las fotografías lo demuestran. Y un suceso que me llamó la atención fue el hecho de que los conciertos empezaban todos con retraso, llegando incluso a los veinte minutos de demora, algo que me sorprendió bastante, pues no se correspondía esto con la calidad del evento.

Y nuestro periplo musical comenzó con un cambio por problemas burocráticos. El cantante de Zimbabué Oliver Mtukudtzi no pudo llegar a Sines por problemas con el visado, y fue sustituido por la cantante de Malí Mamani Keita, que presentaba su cuarto álbum, ‘Kanou’, publicado este año y el primero firmado solo con su nombre. Evidentemente Mamani dio todo lo que tenía dentro para que olvidáramos al de Zimbabué todos aquellos que teníamos la ilusión de verlo en directo. Y a buen seguro que lo consiguió. Seguidamente llegó desde Buenos Aires el fabuloso show de La Yegros con su cumbia digital. La Yegros desgranó junto con su banda su primer y único disco como solista titulado ‘Viene de mí’, hasta tal punto de que en los bises tuvo que repetir tema por falta de repertorio. El momento culmen de esta actuación fue sin duda alguna el par de canciones que se marcaron junto con Cata.Pirata, la cantante de Skip&Die. Arrollador. La cumbia está de moda. Y finalizó la jornada del martes el grupo Debademba de Burkina Faso y Malí. Y una extraña sensación nos recorrió los oídos, puesto que a este grupo lo habíamos visto escasos días atrás en el Festival Med, en Loulé, y nos sonó mucho más agresivo esta vez. En Loulé abrieron el escenario. Aquí lo cerraron. Suponemos que ese detalle tendría algo que ver.

yH5BAEAAAAALAAAAAABAAEAAAIBRAA7 - Festival Musicas do Mundo 2014El miércoles, con seis conciertos por delante, se presentaba atrayente, seductor. Y Agotador. El grupo África Negra, desde Santo Tomé y Príncipe, abrieron el escenario del Castillo con su concierto gratuito. Lo vimos de lejos, como empezando a abrir boca para todo lo que nos esperaba. El único pero a su actuación para mí fue el atuendo del cantante, que vestía traje militar, y eso ni para fiesta de disfraces con los amigos. Los chinos de Ajinai dieron muestra de su increíble buen hacer en el escenario de la playa ante un público entregado a sus cantos guturales y su mezcla de rock con música tradicional de su país. Y volviendo al Castillo, le tocó el turno a Ibrahim Maalouf. Una duda tenía antes de este concierto. Su último disco, ‘Illusions’, y su música en general, es una mezcla de jazz fusión. Y mis sensaciones eran contradictorias. O me iba a entusiasmar tremendamente o me decepcionaría, casi como dos polos opuestos. Pero al final sucedió lo que esperaba. Su música me atrapó desde la primera nota, desde el primer acorde, desde la primera armonía. Era sugerente, atrayente, evocadora, envolvente. Fue una auténtica delicia de espectáculo, apoyado además por una banda soberbia. Luego de Níger llegó Mamar Kassey, formación liderada por el cantante e intérprete de flauta ‘peul’ Yacouba Moumoni. La música de Mamar Kassey nos causó gran sensación. A veces más tranquila, otras más furiosas, con la flauta o las guitarras eléctricas y las percusiones, las melodías de esta banda nos transportaban a tierras del África profunda. Sin tiempo casi para recuperarnos aterrizaron Jambinai, desde Corea del Sur. Su música combina el rock experimental y sus instrumentos habituales como guitarra, bajo y batería, con la tradición musical coreana y sus instrumentos, bastante atrayentes, como la cítara geomungo y el arco haegeum. Y su descarga es adrenalina pura, pues estas dos facetas que en principio pudieran parecer que están tan alejadas la una de la otra, se conjugan perfectamente, consiguiendo un sonido post rock, a veces melódico y a veces bastante atronador. Y para terminar la noche del miércoles se presentaron en el escenario de la avenida Vasco da Gama, junto a la playa, unos jovencísimos Jungle by Night, desde Holanda. Las influencias por las que transitan sus músicas van desde el afrobeat al hip hop, pasando por el ethiojazz, el dub o el funk, y dieron buena muestra de eso y de más, porque a pesar de su juventud, tienen tablas, desparpajo, maestría, y ganas. Muchas ganas.

Y la última de nuestras jornadas en el Festival Musicas do Mundo de Sines, la del jueves, comenzó bien temprano con el concierto de una de las orquestas de la Escola das Artes do Alentejo Litoral, una banda de jóvenes músicos reunidos en torno a un proyecto de intervención social a través de las artes y la cultura. Y de los siete conciertos programados para este día, solo pudimos ver tres, pues nuestras fuerzas eran ya escasas y teníamos que dosificar. Empezamos con el increíble Mulatu Astatke, músico etíope fundador del moderno ethiojazz. Volver a ver en directo al genio que creó la canción que yo elegí para la sintonía de mi programa de radio, La Vuelta Al Mundo En 80 Músicas, no tiene precio. Y oír dicha canción en directo, otra vez, fue apoteósico. Yegelle Tezeta es simplemente sublime. Aunque, por supuesto, todo el concierto en sí estuvo maravilloso. Mulatu toca el vibráfono, los teclados, las percusiones y lleva una banda con vientos, teclado, percusiones y contrabajo. Y saben a la perfección como va esto de meterse al público en el bolsillo. Empezaron su concierto con Yekermo Sew, otra de las canciones de la banda sonara de la película ‘Broken Flowers’ de Jim Jarmush, y ahí ya, el auditorio totalmente entregado. Y para cerrar, como bis, esa maravilla del Yegelle Tezeta. Sobresaliente. Seguidamente entró en escena la psicodelia musical de Nástio Mosquito desde Angola. Su espectáculo es una especie de teatro musicalizado, en el que más que cantar parece que narra las canciones, que las declama, que las recita. Y todo ello bajo el manto de una música que suena alucinógena y unas imágenes proyectadas en la pantalla posterior del escenario que ayudan a crear esa atmósfera embriagadora. Toda una experiencia. Y por último vimos a Mélissa Laveaux, una cantante con orígenes en Haití y Canadá que presenta una mezcolanza muy trabajada de sonidos pop, soul y folk, muy fácil de digerir y con un sentido amplio del término entretenimiento. Y aún quedaban esa noche un par de conciertos más, el de los colombianos Meridian Brothers y el Hindú Niladri Kumar (y dos días más de festival, el último apoteósico) pero nuestras obligaciones laborales nos conminaban a estar en España a horas tempranas, por lo que tuvimos que retirarnos a descansar para abordar el viaje de vuelta en óptimas condiciones.

Apuntado queda pues el Festival Musicas do Mundo de Sines para volver el año que viene, y quién sabe si, con un poco de fortuna, poderlo disfrutar en todo su esplendor.  + Info | Relacionados | Alejandro López García – La Vuelta al Mundo en 80 Músicas