Michael Nyman

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“Michael Nyman”
2011, MN Records


Hastiado de su etapa ñoña post-Piano (1993, Virgin), Michael Nyman está reviviendo una segunda juventud al exhumar su obra pretérita y readaptarla a los nuevos tiempos desde su propio sello. Hasta el momento ya había revisado las músicas que compusiera para el cine de Peter Greenaway Nyman/Greenaway Revisited (2005, MN Records)–, así como David Almont le puso voz y letra a unos cuantos viejos hits del maestro inglés –The Glare (2009) y The coldest place on Earth (2010), ambos en MN Records–, mientras que la soprano Hilary Summers hacía lo propio sustituyendo a Ute Lemper en la actualización de sus Six Celan Songs (2006, MN Records), al tiempo que Wingates Band (2006) y el Motion Trio (2009) publicaban en el mismo sello sus transcripciones para vientos y acordeón, respectivamente. Ahora es el turno de reeditar sus primeros discos.

Y así nos llega este álbum homónimo, grabado a principios de los ’80 tras el debut de Nyman en el por entonces sello de Brian Eno: Decay Music (1976, Obscure). Este segundo LP supuso también la presentación oficial de la banda que le acompañará a lo largo de las siguientes décadas, descubriendo ya entre sus filas a los imprescindibles Alexander Balanescu, John Harle y Elizabeth Perry. Asimismo, contaría con la colaboración de los saxofonistas Evan Parker y Peter Brötzmann, quienes improvisarían unas líneas atonales sobre las que Nyman y los suyos irían construyendo una melodía en Waltz. No obstante, la influencia de Eno va a ser evidente en detalles como la inclusión de guitarras eléctricas muy saturadas o en el trabajo rítmico y la superposición de texturas (de vientos y cuerdas, sin recurrir tramposamente a sintetizadores y programaciones electrónicas).

Escritas entre 1977 y 1981, la media docena de piezas –muy breves, a excepción de M-Work, que ocuparía toda la cara de un disco de vinilo– se abre con un cañero Bird Anthem, que posteriormente serviría como leitmotiv para Man with a movie camera (2002). Leído ahora como un compendio de esbozos y works-in-progress, constatamos que dicho tema no va a ser el único que madurará con el tiempo: In Re Don Giovanni, por ejemplo, basada en el área del catálogo de la célebre ópera de Mozart, será luego reciclada en El contrato del dibujante (1982, Charisma), mientras que Greenaway utilizaría Birds List Song como apoyo “narrativo” de su film The Falls (1980). Este repetitivo listado de pájaros –que en la película suple una interminable secuencia numérica– a cargo de la chillona voz de Lucie Skeaping inspiró a grupos como The Flying Lizards y Scissors Sisters, que tomaron prestado el tema de Nyman para la base de varias canciones. Por si el juego de referencias se queda corto, el propio Nyman se emplea con saña experimentando con la distorsión de formas en Initial Treat y Secondary Treat, sobre un material orquestal de Anton Webern.

La suite picassiana que cierra el disco, M-Work, se inicia con ecos pinkfloydianos, dibujando los arabescos de un laberíntico crescendo que prosigue por meandros ya conocidos de la obra de Nyman –como Drowning by numbers (1988, Virgin) o la citada Man with a movie camera–. El vuelco final, con la introducción de nuevos trallazos de guitarra, borda el sinfonismo de Philip Glass y nos hace reconciliarnos con uno de esos autores que, en venideros años, pareciera que fuese acomodándose en un canon facilón del que, por suerte, se ha ido desprendiendo poco a poco. Aunque sea volviendo al pasado. | + info | RelacionadosIván Sánchez-Moreno