Martín Meléndez power trio

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I Have a Dream, NarRator records, 2020

Martín Meléndez es un músico cubano afincado, afortunadamente para nosotros, hace tiempo en Barcelona. Difícil de encontrar en las redes sociales, pero fácil de encontrar en cualquier iniciativa curiosa de música en vivo. Lo encuentras en el cuarteto de cuerda Aupa Quartet que ya comenté en su día en esta web, tocando flamenco con su chelo acompañando al joven bailaor Pol Jiménez (fue la primera vez que escuché a Meléndez) o a la pianista Mélodie Gimard (fue la última vez en este Ciutat Flamenco del 2020) seguramente lo habrás escuchado junto a Marco Mezquida y Aleix Tobías en sus Sueños de Ravel que han recorrido medio mundo con gran éxito, pero también lo has podido encontrar en alguna sesión del Jamboree con su E.T.O Elephant Tiny Obsession, en fin que el inquieto y siempre risueño Martín Meléndez es un tipo de cuidado. Pues bien, ahora saca al mercado este I Have a Dream famosa frase de Martín Luther King que el cubano hace suya en esta reivindicación de soñar una música original. El trio power está formado por el mismo Meléndez, la pianista Lucia Fumero y el batería y percusionista Gabriel González “Catire” este trio junto con el guitarrista Xumo Nunjo ya tenían el proyecto que te comentaba de E.T.O. trabajando la idea de la música de África central y su relación con el blues, el funky o el jazz, ahora en este trabajo, con el liderazgo de Martín Meléndez sigue habiendo mucha música africana pero con muchas otras influencias que trataré de desgranar. Empiezan con un Bolero y aquí el trio se refuerza con la String Orchestra, un cuarteto de violines, una viola y dos chelos además del de Meléndez. Una descarga tan psicodélica como la portada del disco. Para pasar de golpe a la sobriedad del trio con un chelo de sonido clásico más cercano al bolero de Ravel, que no a los de Sindo Garay.  Aunque con la libertad del jazz que le da el formato de trio, tanto Lucía Fumero como “Catire” tienen sus espacios propios, y cuándo vuelve a entrar la String entiendes el sueño de Meléndez. Siguen con Big Afro, algunos pianistas cubanos actuales como Omar Sosa, Roberto Fonseca o Ramón Valle, han defendido siempre la esencia africana en la música cubana, aquí encuentro la misma idea, los tambores africanos se convierten en piano, chelo y lo que haga falta, la tribal absorbe todo  y los coros de Xumo Nunjo acaban de confirmarlo. Joao te traslada de repente a otras tierras y otros colores más dulces, aunque la línea que mantiene el tema parece no haberse alejado todavía de las costas de Mali, la vista del Atlántico ya promete otros colores, es impresionante como Meléndez respeta la plataforma que le trabajan el piano y la batería pero él viaja rápido y sin equipaje. A mitad de tema el piano se vuelve más latino ¿estarán llegando ya a las costas cubanas? Los meses, empieza el tema con un reloj y el poema de Cortázar, En un jardín de Nueva Delhi,  al acabar el recitado, seguimos en el jardín, el chelo juega a desdoblarse en Chelo y un sonido de contrabajo cuándo Meléndez usa el pizzicato (tocar con los dedos) el suave repiqueteo de “Catire”, y Lucía Fumero metiendo tensión. Siguen con Groove, ahora es una grabación del noticiero de la televisión cubana mezclada con algún comentarista ¿deportivo? las claves que marcan el ritmo y mucho groove, aquí Meléndez quiere definir esos dos mundos que coinciden en su país, ese noticiero (tan gris y sin vida) la queja del paisano que está cansado de pregonar su mercancía por las calles de La Habana con la potencia de la música más actual que en Cuba sigue apostando por los sonidos negros potentes, llámale funky o hip hop. Sin duda este es el tema que mejor define el título de power trio. Bolita, vuelve la voz de Xumo Nunjo a introducirnos en un jardín lleno de colores y sonidos, podría ser la selva más profunda o podría ser de nuevo un jardín de la India o incluso Japonés, tu escoges. Hay dos ritmos que se sobreponen y luchan por adueñarse del tema, Las percusiones endulzan la tensión, la voz del chelo es de una fuerza increíble. Aquí Meléndez está totalmente embrujado, en otra dimensión, en el disco es el tema más largo, pero en directo me imagino que puede improvisar sin tener ninguna noción del tiempo transcurrido, solo la vuelta al estribillo cercano a un cuento de niños, le llevara a volver a la realidad. Espectacular. Y siguen con Rumba pa Catire, ahora hay una introducción de consejos “extravagantes” mientras el piano de Lucía Fumero y la clave van introduciendo esa rumba que irá creciendo, Meléndez cuándo quiere se mete dentro y aquí es cuándo me encuentro con ese sabor africano que te comentaba de gente como Fonseca. Las claves y los redobles de tambor de “Catire”  dan la libertad necesaria para cerrar en una especie de himno de esperanza, “levántate, Cuba” Para cerrar el disco, después de esta descarga, Paula una especie de nana en que, de nuevo a partir de unas líneas muy claras de piano y batería, Meléndez volverá a jugar con los dos sonidos de chelo y bajo para explicarnos una historia de sueños que seguro que se pueden realizar ¡no lo dudes! Un disco original que debería destacar con fuerza en la música internacional sin etiquetas, y un músico que no debes perder de vista, está revolucionando todo lo que toca.  + info | realcionados   

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