Manuel Fernández
Manuel Fernández
“Por arte de magia”, Kasba Music, 2014
Hace años que el cantaor y bailaor Manuel Fernández está en el mundillo del flamenco, parece ser que ya a los seis añitos actuó en un festival donde estaban Los Chichos y Bordón 4. Después a partir de su conexión con el pueblo saharaui ha sabido fusionar perfectamente la cultura marroquí con la flamenca, y por encima de todo está su pasión por la copla, en fin un cantaor que sin hacer flamenco, puede ocupar merecidamente el sitio que hace unos años dejaron libre los primeros Ketama y La Barberia del Sur, por poner dos ejemplos famosos. Es este “Por arte de magia” un trabajo bien producido (curiosamente por un grupo de pop, The Pinker Tones) y que presenta pinceladas variadas, vamos con ellas. Empieza con La tarara, clásico donde los haya, a destacar la trompeta de Alberto Pérez y el piano de José Carlos Seco que ya se había encargado de las bases del producto y el violín de Gloria Wasmer. Sigue Granate, para mí sin duda el mejor corte del disco, la voz muy bien templada, aguantando con mucho estilo, preciosa, y la fusión de los coros en saharaui acaban de darle ese toque étnico que tanto le favorece. Dime qué te pasa, aquí es donde me suena a los primeros Ketama, respetable, pero nada original, a destacar el cello de Jon Cottle. Cuento de Hadas, una rumbita popular muy bien interpretada, mucho latin jazz en el piano y como no en la guitarra omnipresente de Fran Cortés. Pena, la gran copla de León y Quiroga, prefecta conjunción de guitarra y voz, Manuel canta con emoción y convence. Amor mío, un tema del llorado Enrique Morente, Todo un homenaje al sonido de cuando era niño, curiosa la orquestación que propone desde las percusiones Agustín Henke y de nuevo el cello de Cottle. Dime dónde vas, unos tangos que fusionan perfectamente con el otro lado del Mediterraneo, muy guapos. Harbu Tahrir, son 30 segundos de expresión del pueblo saharaui. Noche, luna y olivo, de vuelta a este lado del mar, nos acercamos a los cantes del Rocío aunque de nuevo sazonados con perfume saharaui. Lo bueno y lo malo, un recuerdo para Ray Heredia, personaje emblemático de toda una época. Aquí los arreglos se han dedicado a recordar un momento concreto del flamenco y lo han conseguido, entrañable. Para cerrar Llevo, una balada bonita. Un disco donde Manuel Fernández se ha mostrado como es, sincero, con una voz que no rompe camisas pero sabe cantar el folklore popular y con unos músicos fabulosos que han llenado de matices estas composiciones. + info |Candido Querol