Ludovico Einaudi en vivo
“Creo que es un momento en el que no están
sucediendo cosas demasiado trascendentales en la música”
Ludovico Einaudi publica por primera vez un DVD recogiendo el concierto en el Royal Albert Hall de 2010 que cerraba su gira de presentación de Nightbook. En un cuidado formato el DVD se acompaña del doble CD que recoge su actuación. Una oportunidad para hablar con un compositor e intérprete inclasificable, inquieto y que ha tenido un gran impacto en la historia reciente de las nuevas músicas.
¿Cómo surge la idea del DVD?
“Nunca había hecho un DVD así que deseaba hacerlo y además sentía que había un gran deseo también del público porque todos esperaban que fuese un DVD además ligado al concepto del Nightbook que había gustado mucho como espectáculo por lo que había también un deseo de registrar, tener el recuerdo de este concierto que para mí también era importante en el Albert Hall y así cuando tenga a mis nietos pueda decirles que vean qué estaba haciendo en 2010”.
Es tu primer DVD y ha sido realizado por el director Nick Hillel de Yeast Culture, un colectivo londinense muy valorado de realizadores de cine y video artistas. ¿Por qué esta elección y cómo ha sido el trabajo?
“Ha nacido por sugerencia de mi promotor de conciertos inglés que había tenido experiencia con él. Digamos que ha sido una elección meditada pero me he fiado de su consejo”.
¿Buscas algo en especial con las escenografías? Esta es muy austera, sin proyecciones
“Yo difícilmente estoy satisfecho hasta el fondo de cómo acaban quedando las cosas. Siempre hay una serie de problemas prácticos en el curso de la evolución de cualquier proyecto que hacen que nunca esté completamente resuelto. En toda la historia de mis discos no hay disco que esté satisfecho completamente del sonido pero llegados a cierto punto no puedes seguir más, tienes que grabarlo porque no vas a conseguirlo. Llega un punto en el que tienes que decir: vale, basta. En el proyecto de Nightbook estoy muy contento del plano musical, aparte de pequeños detalles, a veces ha habido algunas cosas que digo que no se haga y los otros continúan haciéndolo. La idea de la proyección, al inicio había un proyecto con un arquitecto italiano. Hicimos la primera en Roma y nos dimos cuenta que no era posible sacar este proyecto de gira por demasiado complejo. Así que decidimos no hacerlo”.
Pensaba que era porque no querías sugerir imágenes concretas
“Sí, de hecho el proyecto visual inicial era muy poco intrusivo. Se trataba de letras que fluctuaban pero se quedaba muy abierto, era muy abstracto. Pero al fin renunciar a esto me ha convencido que va bien igual porque está bien que dejemos que la imaginación del público sustituya las imágenes que cambian continuamente sin darle una connotación demasiado precisa”.
¿Puedes percibir la atmósfera del público en el concierto?
“Un poco sí. En Alemania, Inglaterra, incluso España, aunque tengo menos experiencia porque en Inglaterra he hecho cien conciertos y aquí 10, el público es más atento, más culto, pero tiene un gran amor por la música y reacciona muy calurosamente. En Italia me fastidia un poco que hay mucha participación y una escucha atenta pero un poco superficial. Puede ser porque Italia ha vivido un periodo cultural muy plano y la música ha sufrido mucho porque no ha sido muy considerada a nivel cultural y de educación. Entonces aunque hay personas que están muy implicadas en general es un poco superficial. En Japón, por ejemplo, hay una gran cultura musical y casi se convierte en un evento religioso el concierto”.
Este trabajo no está editado por Decca, sello mítico de música clásica con el que editaste alguno de los anteriores como Divenire. ¿Continúas manteniendo la relación con Decca?
“Sí, continuo trabajando con Decca aunque no este del vivo. Decca ha publicado una selección de temas en Inglaterra. Le interesaba esto más porque desde el punto de vista de ventas decían que el DVD no tenía un gran mercado, una cuestión meramente comercial”.
Trabajas con muchos formatos diferentes
“Es una exploración de experiencias que me interesa hacer de conocimiento, profundización de músicas que me gustan. Es también interesante meterse en el juego aunque se tenga miedo de afrontar experiencias distintas. Al final siempre vale la pena porque cambia el enfoque, se convierte en un intercambio musical, cultural que te enriquece”.
Por tanto, es imposible decir cuál se prefiere
“Todos tienen su magia y por tanto, aunque intento no hacer muchas cosas diversas porque puedes acabar confundido, cada año siempre hay un proyecto. Ahora voy a hacer dentro de poco una cosa que he hecho hace algunos años con un trompetista italiano, Paolo Fresu, vamos a hacer un concierto en común porque me ha invitado, después un concierto con orquesta. También estoy haciendo La Noche de la Taranta, un proyecto sobre la música popular de la región de la Puglia, en el sur de Italia”.
¿Cómo fue la selección de los temas aquí?
“La primera parte está dedicada a Nightbook y después como el concierto del Albert Hall era un poco especial invité a una orquesta con la que ya había colaborado a tocar un repertorio de Divenire e I Giorni, una especie de versión para piano y cuerda. Pensé que lo mejor era crear una primera parte con Nightbook con una formación más pequeña y una segunda con una formación más grande para acabar con los temas más potentes”.
¿Has notado diferente reacción en público y crítica a cada una de las dos partes?
“Me parece que la parte con la orquesta ha gustado mucho porque nunca se había publicado en disco, y había piezas que eran, digamos de mi repertorio famoso y que la gente escuchaba por primera vez en la versión con cuerda, pero también la primera parte es un disco que ha tenido una buena recepción”.
¿Cómo trabajaste las orquestaciones?
“Antes del Albert Hall habíamos hecho ya dos conciertos en Italia para rodar el proyecto, en Trieste y Bolonia”.
A veces al hablar de tu música se habla de tristeza
“Más que tristeza, melancolía que es un sentimiento que está en tanta música, se siente en canciones de hoy de la música pop y en una canción popular y en un tema de Mozart. La melancolía es una parte de los sentimientos transitivos de la música. Después hay temas, como Eros y Nightbook, que tienen un aspecto mucho más dinámico. Me parece que hay varias dimensiones”.
Supongo que el orquestar Primavera (basada en la obra de Las Cuatro Estaciones del genial compositor italiano) habrá supuesto todavía una mirada más cercana a Vivaldi
“Digamos que en todo caso es una relectura de una escritura que me gusta mucho del pasado con una visión moderna. Por tanto sí es un mix de emociones y sentimientos muy fuertes”.
Eres compositor y también intérprete. ¿Qué faceta te gusta más?
“Son experiencias muy distintas. Componer es mucho más reflexivo e interior, en cierto modo más profundo. El concierto es encontrar de alguna manera la magia, restituir el momento de la creación en una dimensión pública y también esto requiere mucha concentración, intercambio, preparación técnica y un trabajo paralelo que uno debe hacer porque uno escribe una música pero si luego quiere dar conciertos debe continuar preparándose porque exige una capacidad técnica y una seguridad”.
¿Es cierto que tienes material grabado sin publicar?
“Sí. Sobre todo en el periodo en que compuse Nightbook grabé mucho que no he publicado por varias razones y que debo pensar qué hacer con ello”.
Has hecho muchas BSO. ¿Es muy diferente a un CD normal?
“Hay sobre todo un aspecto técnico muy distinto porque hay una escena que dura un minuto, otra 30 segundos o debes acoplarte a los momentos que son dictados, la evolución de la escena de un relato. Aparte de esto intento entender cuándo un proyecto respeta la naturaleza de mi trabajo. No me interesa un trabajo para el cine donde se tenga que escribir un vals o una marcha, escribir la música en otro estilo que no sea el mío. Dicho esto, puede ser muy interesante la colaboración con un director porque a través de la discusión, el intento de llegar a un resultado válido para los dos puede ayudarte a llegar a un territorio que quizás en solitario no habrías alcanzado. Escribir alguna cosa que toca las cuerdas expresivas que te enriquecen también”.
Por tanto lo importante es el director.
“Sí, es más importante que la historia. Es cierto que hay films de los que me ha gustado mucho la música como los de Gustavo Santaolalla que me gusta mucho como escribe para el cine, que ha hecho Babel o 21 Gramos, la música de Philip Glass de The hours, la de American Beauty que es muy interesante. Son películas en los que la música tiene un gran peso. Cuando la música acaba siendo parte del proyecto de modo importante se convierte en algo muy interesante”.
¿Cómo sigue la relación con Rodrigo Leao?
“Recientemente nos hemos visto de pasada. Yo llegaba a Lisboa para tocar y él estaba saliendo pero nos vimos. No tenemos ningún proyecto de colaboración para este periodo, pero seguimos manteniendo una muy buena relación. Somos grandes amigos. Y su música me gusta mucho y le sigo”.
¿Hay algún músico que te haya llamado la atención recientemente?
“No he descubierto cosas que me hayan entusiasmado. No sé si soy yo o el periodo que sea general. Creo que es un momento en el que no están sucediendo cosas demasiado trascendentales en la música pero puede que me esté equivocando, que sea yo que no tengo ocasión de oír, pero no hay nada que me haya paralizado y haya querido volver a escuchar muchas veces”.
En La Mar de Músicas tocarás con la Sinfónica Región de Murcia. ¿Cómo prepararas estos conciertos?¿Serán así todos los de España?
“Lo he hecho en el pasado. Este año he estado en Palermo con la Orquesta Siciliana, el pasado con la Orquesta Toscana o sea que ya he tenido experiencias de encontrarme uno o dos días antes y preparar el concierto y hacerlo. Es una cierta incertidumbre pero me han dicho que es una buena orquesta con lo cual creo que quedará bien. El concierto de Cartagena será muy similar en forma al del Albert Hall mientras que Madrid y Barcelona estarán más dedicados a Nightbook y habrá más temas que no sonarán en Cartagena porque el espacio de la orquesta lo dedicaremos a eso.
¿En qué otros proyectos estás ahora?
“Estoy trabajando desde la próxima semana en Puglia por el proyecto de La Noche de la Taranta del año pasado que llevamos en tour a Londres, Milán y Roma y preparando la edición de la Taranta de agosto, un concierto de 4,5 horas. Hay mucha música para hacer. Luego el periodo de pruebas del concierto y en lo que me quede de tiempo debo grabar una banda sonora. Luego estar un poco con mi niño de 6 meses y tengo varios conciertos en julio, algunos de Nightbook, otros de solo… pero en agosto voy a preparar la noche de la Taranta todo el mes, tres semanas en Puglia, así que me llevaré a la familia y luego octubre-noviembre será otro periodo intenso pero el año que viene tendré en cambio tiempo para escribir música, encerrarme y estar alejado de todo. Tengo que cerrarme porque tengo un encargo importante de China. Una comisión de un tema para gran orquesta para julio de 2012 en Pekín. Me han encargado a mí y a otros 6 compositores: Micheal Nyman, Jocelyn Pook y otros sobre un tema de medio ambiente. 7 líneas para celebrar la jornada dedicada al medio ambiente mundial haciendo un gran evento”. www.einaudiwebsite.com | Relacionados | Angel Fraile (Revista Ritmos del Mundo)