Desde el pasado 15 de febrero en Barcelona contamos con un local de puro compromiso salsero. Se trata de Lo Nuestro.
Sin letrero y de incógnito, este club de melómanos concebido por uno de los grandes defensores del buen sonido latino de la Ciudad Condal, Enrique Romero“El Molestoso”, junto con un dj que sabe ponerse pa’las cosas a la hora de pinchar bravura salsera y elegancia cubana, DJ Jacoviche, llega como un efectivo desinfectante para los males propios de las intoxicaciones auditivas. En Lo Nuestro no se hace ninguna concesión: desde las 23h a las 3h de la madrugada de los sábados sólo se escucha salsa brava, cuanto más vieja y áspera mejor, mambo y ritmos cubanoscon solera, boogaloo y latin jazz en estado puro y otras exquisiteces sonoras pinchadas con alma y entusiasmo. Fórmula infalible, sí señor. Música de verdad y un público de lo más heterogéneo que agradece y goza lo que escucha.
Por si eso fuera poco, el local es perfecto. Sin diseños estrambóticos, ni pijerías pasajeras. Sobriedad cálida, reminiscencias de guateque de garaje, muchas ganas de tomarse una copa acariciándose los oídos y posibilidad de baile en cualquier rincón. Y ojo, Lo Nuestro advierte que: “no aceptamos peticiones musicales, si no te gusta lo que suena puedes marcharte y no estás obligado a consumir. Antes de venir a Lo Nuestro baila tu último merengue, tu última bachata y tu última monguería, porque ahí no vas a encontrar nada de eso…” ¡Casi ná!
Como los buenos vinos, cada sábado que pasa está mejor y la cosa, claramente, promete. Lo Nuestro dará que hablar…//MariaJo López Vilalta –La Morocha-