La Musgaña
"20"
Lubicán Records / Karonte, 2008
www.lamusgana.net
Veinte años, en ocasiones no son nada. ¡Ya saben, el tiempo es relativo! Pero tantos años dedicados a una misma tarea, o se hace con cariño, o se vuelven lentos y tediosos. La Musgaña ha sabido resistir al envite del tiempo e incluso le ha ganado llegando a formar una buena pareja. Tras siete discos en donde han sabido reflejar sus visiones sobre la música de La Meseta española, el grupo ha querido celebrarlo con el lanzamiento de un disco recopilatorio cuya nomenclatura responde a la cifra de 20.
Dedicado a uno de sus miembros atemporales, Quique Almendros, hoy desgraciadamente todavía en coma después de ya demasiado tiempo, el disco recoge las melodías y canciones tradicionales que La Musgaña ha sabido salvaguardar para la posterioridad. Pocas cosas se pueden decir de su repertorio, muy bien conocido por sus seguidores. Temas incluidos en El Diablo Cojuelo, en El paso de la estantigua, en el sabroso Lubicán, en Las seis tentaciones, en el brillante En concierto, o en su penúltimo Temas profanos amenizan la velada auditiva de este último trabajo, que para eso es un recopilatorio. Todas las piezas siguen sonando frescas, como si los 20 años no les hubiesen provocado ninguna telaraña. El álbum reúne dieciséis cortes que aparecen en orden de creación, con lo que así también podemos debatir sobre la evolución temporal y creativa del grupo, o sea, su madurez. Así escucharemos en orden los temas de El Diablo Cojuelo y acabaremos con Temas Profanos, más un par de bonus tracks en directo grabados en Minneapolis (EE UU), en febrero de 2007.
Disfrutar de este trabajo significa, aparte del goce propio, rendir un homenaje a estos músicos que se han dejado mucho más que la piel en el escenario y en sus creaciones. Por su honradez, por su dignidad y por su arte, Carlos Beceiro, Jaime Muñoz, Diego Galaz, Jorge Arribas y Quique Almendros, y alguno que me dejo, merecen una ovación por los buenos momentos que nos han hecho vivir gracias a la interpretación de nuestra música tradicional. Así, que siéntense, disfruten de una buena copa, con o sin alcohol, relájense y sientan… Otra opción es no sentarse, no olvidarse de la copa y danzar al ritmo de este grupo al que le quedan como mínimo más de 20 // Antonio Álvarez