Kronos Quartet

yH5BAEAAAAALAAAAAABAAEAAAIBRAA7 - Kronos QuartetKronos Quartet
"Henryk Górecki: String Quartet, No. 3 ("…songs are sung")"
Nonesuch Records / Dro East West
www.nonesuch.com

Merecidísimo regalo éste de Górecki para la formación camarística que más ha hecho por difundir su obra –lo prueban las grabaciones de los otros dos cuartetos anteriores a éste: Already it is dusk y Quasi una fantasia (Nonesuch, 1993)–. Iniciado a principios de 1995, Górecki no quiso darlo por definitivo hasta una década después, tras innumerables revisiones y correcciones. Tal vez por esa larga espera se decidió a premiar su severa paciencia como dedicatarios de la pieza a Kronos Quartet (el cual, por cierto, estrena aquí nuevo violonchelista, Jeffrey Zeigler, tras las deserciones de Joan Jeanrenaud y Jennifer Culp). La obra góreckiana se ha caracterizado siempre por un estilo muy particular que define una personalidad muy fuerte y un espíritu marcado por la historia bélica de su país: tempos lentos, repeticiones obsesivas de los motivos temáticos y un violento contraste de armónicos, inspirándose por igual en la música antigua polaca y una profunda religiosidad. Escrito en tono de nana siniestra, Górecki se basó para este cuarteto en un triste poema del ruso Velinir Khlebnikov, cuyo subtítulo ("…songs are sung") responde, sin embargo, a la utilización que hace el autor de los instrumentos como una voz, transmitiendo la melancolía del folclore de su tierra. De hecho, el cuarteto arranca con el mismo dolor enrabiado de su 3ª Sinfonía, se vislumbra un resquicio de esperanza en el segundo movimiento, Cantabile –apenas una línea de luz antes de ahogarse de nuevo en la oscuridad–, y prosigue luego con aire festivo, a modo de danza infantil. Pero en general el sentimiento que destila el conjunto es una mezcla entre una extraña alegría y la más infinita pena, hasta llegar por fin a la serenidad y la calma. Un Górecki luminoso, después de todo. Quizá incluso feliz, en paz con la vida. // Iván Sánchez Moreno