Kiko Berenguer
Kiko Berenguer
“Aire”, Autoeditado 2013
Aire entre otras cosas es la expresión que usan algunos aficionados sobre todo jerezanos para mostrar su entusiasmo con la ejecución de un cante. El saxofonista de Xàbia, ha firmado otro disco precioso, con ese sonido tan cuidado y tan propio que le caracteriza, y por supuesto una gran producción para que sea un trabajo vendible en cualquier país. Se ha rodeado además de unos músicos que sienten el mismo amor que él por las músicas del mundo. Empieza con el tema que da nombre al álbum, Aire, el Oud de Amos Hoffman, nos hermana inmediatamente los dos márgenes del Mediterráneo y el saxo tenor de Kiko Berenguer, el sabor que tanto me recuerda al añorado Michael Brecker, así pues la fusión está servida. Conversa, ese espacio imprescindible en la música, de momento empiezan conversando la trompeta de Voro García y el saxo de Berenguer, hablan de frases flamencas, de frases populares pero revisadas desde el estilo tan mediterráneo que define las composiciones de Berenguer (por supuesto todos los temas son suyos). Dancing with the moon, Berenguer se pasa al soprano aparece el maravilloso acordeón de Joâo Frade y la guitarra de Juan De Pilar acordándose del jazzmanouche mezclado con acordes balcánicos, el juego de guitarra con el bajo de Rogerio Campas, otro puntazo. Canela y manta, aparecen los hermanos Amador, J. C. y J. alternando voces y palmas, muy bueno el bajo de Campas. Narsong, ahora al contrabajo Omer Avital, como me recuerda a mi admirado Colina, parece que esté hablando el instrumento, fenomenal. La percusión de Igor Tavan y las palmas de los hermanos Amador, acompañando uno de mis temas preferidos, bonito de caray, para exclamar aire, al final, sin duda alguna. Kiss en París, arranca como un pasodoble, al menos me lo parece, después sigue quedándose en el tiempo pero el acordeón de Joâo Frade lo lleva de viaje por el mundo, me gusta mucho la compenetración de saxo y acordeón, tengo ganas de escucharlos en directo, me da la sensación que podrían conseguir momentos de improvisación geniales. Para cerrar, Granadella, ahora es la guitarra de Juan de Pilar que empieza como concertista, aunque enseguida la sección rítmica lidera al saxo en un tema puramente flamenco, De Pilar mete ahora unos detalles muy bonitos demostrando su estilo como guitarrista, pero no es un tema de lucimientos sino de conseguir un sonido de grupo, ese sonido que en los escasos 35 minutos (la verdad es que es un disco cortito de tiempo, hasta en eso ha salido flamenco) no ha fallado en ningún momento, un trabajo a escuchar muchas veces y descubrir matices cada vez más elegantes. + info I relacionados I Candido Querol