Kevin Johansen + The Nada
Kevin Johansen + The Nada
“Bi”, Sony Music 2012.
Cuando el amanecer dejó de amenazar, nació la mañana. Así empieza el nuevo trabajo, doble, del cantante argentino, nacido en Alaska. Siempre le ha gustado a Johansen, jugar con las palabras, no para buscar el juego fácil, sino para demostrar que las buenas melodías también pueden ir acompañadas de textos que te hagan pensar, sin tener que resultar demasiado “filosóficas”. 29 canciones, distribuidas en dos discos, Jogo (subtropicalia) y Fogo (pop heart), pop galáctico, jazz, calypso, milonga, de todo tiene la paleta que usa Johansen para pintar sus poemas. Si ya conoces su obra, te pasará como siempre, a la primera escucha, todo te suena a conocido y después vas descubriendo secretos, detalles, matices que definen grandes canciones. Para Jogo ha contado con otras voces que le secundan y en el caso de Lila Downs y de Paulinho Mosca le han acompañado en la composición de los dos temas que interpretan, el resto son nuevas canciones de Kevin Johansen. Amor finito y Vecino ya pasan sin duda a la colección de canciones que no te vas a poder quitar de la cabeza en todo el verano, sobre todo Vecino, es la típica composición de Johansen, con coros perfectos, esos arreglos fronterizos con el bandoneón de Juan Núñez y la letra que te hace pensar que de nuevo este tipo tiene mucha razón. Seguimos en la frontera pero ahora americana, My name is peligro dedicada al gran Morricone. Pasa con facilidad de la Milonga a la Chacarera, recorriendo sin dificultad miles de km de su querida Argentina. Cierra el primer disco con dos tangos enormes, acompañado para la ocasión por La Orquesta El Arranque, Buenos Aires rio y Nieva en Buenos Aires, sin pretensiones pero sin complejos, los músicos de El Arranque geniales. Pasemos a Fogo (pop heart), empieza con una canción de autoayuda Y sigo, una musiquita medio oriental que irá acercándose al pop minimalista que tanto le gusta. Aun que los dos discos los firma como Kevin Johansen + The nada, no intentes definir a los Nada, hay tantos músicos en el proyecto que es difícil adivinar quienes serán los que le acompañen en directo. En esta segunda parte, los temas son mas eléctricos, y si tuviese que ubicarlas en un mapa, estarían más en América del Norte que no en el sur, la mayoría. El jazz está más presente e incluso en Down in the forest, florece esa vena a lo Tom Waits que ha sacado en otras ocasiones, un tema curioso con la colaboración de la orquesta de cuerdas de Alejandro Terán, que vuelve a participar en Glass y Party Girl, pop con mayúsculas, me recuerda al gran artesano Robin Hitchcock o a sus Soft Boys. Pero el espíritu punk no puede estar mucho tiempo aletargado, Basta ya de Bastas, de nuevo las palabras ayudando a definir un tema, las percusiones y el ritmo que se comen las palabras que están para eso para que la melodía las devore después de cumplir su función. El nuevo country de Seventeen, el calypso diferente de Apocalypso, el pop sesentero de No tiene nombre, un jazz con tics todo tiene cabida en este universo del argentino más osado. Parece que va a cerrar con otra experiencia tanguera, Everybody knows de nuevo con El Arranque en un ejercicio mas popero, pero para el final ha escogido una sorpresa, Modern Love de David Bowie. Kevin Johansen ha vuelto a componer un montón de canciones que no tienen otra finalidad que acompañarte durante un tiempo en tu quehacer, como si eso fuera poco, gracias. + info | relacionados | Candido Querol