Karen Matheson
Karen Matheson
”Urram”, Vertical Records | Karonte, 2015
Cuarto disco en solitario de la voz de Capercaillie, después de casi diez años del anterior Downriver y el primero exclusivamente cantado en gaélico. Que razón tenía Sean Connery cuando afirmó que la escocesa Karen tenía una “garganta tocada por la mano de Dios”, y aquí lo vuelve a demostrar. Urram contiene trece composiciones arraigadas en las culturas orales de las Highlands y en su propia ascendencia familiar. Temas tradicionales, “waulking song” (canciones de trabajo), “mouth music” (música vocal), canciones de cuna y “flyting song” (antiguas formas de canto de llamada-respuesta).
La producción, como no, corre a cargo de su marido y eterno compañero en Capercaillie, Donald Shaw, que también toca piano y acordeón. Y en el grupo que ha grabado el disco están Innes White a las guitarras y mandolinas, Ewen Vernal al bajo, Sorren MacLean con guitarras acústicas y eléctricas, Matheu Watson al bouzouki y violín y Signy Jacobsdottir a la percusión. Pero las sorpresas llegan con las colaboraciones, como la kora de Seckou Keita, el sarod de Soumik Datta, la armónica de Brendan Power o el cuarteto de cuerda de Mr McFall’s Chamber.
Urram (Respeto) viene marcado por la muerte en muy poco tiempo de su padre y de su madre. Karen lo cuenta: “Este disco se produjo después de encontrar viejas fotografías (que se pueden ver en el libreto del disco) tras la muerte de mis padres. Estas me enviaron a un viaje de descubrimiento acerca de sus primeros años de vida, sus antepasados, los cuentos de penuria, la emigración y las pérdidas de la guerra. Todo ello me obligó a conectar musicalmente con lo que era importante para ellos. Las canciones en sí son una mezcla de lo aprendido cuando era niña y de temas obtenidos de los increíbles archivos de grabaciones digitalizadas por la Escuela de Estudios de Escocia”.
Canciones atemporales donde su calida voz se combina magistralmente con preciosas melodías. Y resulta difícil resaltar alguna canción sobre otra. El disco empieza de manera calmada y deliciosa con Gura mise tha gu dubhach, una “wauking song” donde destaca una vibrante guitarra. Sigue A’ Bhirlinn Bharrach una admirable canción procedente de la lejana isla de Barra (donde nació su madre), con unos delicados arreglos de armónica que parecen cantar junto a Karen. Tenemos una primera sorpresa con Ca na dh’fhag thu m’fhichead gini, otra “waulking song” que se ve enriquecida por la cristalina kora de Seckou Keita, que además al final de la canción entabla un bonito dialogo con el piano. Otra maravilla llega con Ci an Fhidheall/Cupair thu, taillear thu una canción en dos partes, donde el sarod de Soumik Datta suena parecido a un dobro en la intro de la primera parte y en la segunda, mucho más rítmica, se entrelaza con la guitarra eléctrica. Esa alegría contrasta con la “tristeza” que transmite Urnaigh a bhan Thigreach, una oración sobre los millones de personas que han sufrido y sufren de hambre (sobre todo en Etiopía) y que ya había cantado Karen con Capercaillie en su disco Crosswinds. En Cha teid mor a Bharraigh Bhronach es de nuevo la kora la que adorna suavemente sus mágicos cantos. Lo mismo que ocurre en esa preciosa canción de cuna que es Maol Ruanaidh Ghlinneachain, una de sus favoritas, con esos brillantes arpegios de kora acompañados de piano. Quizás el tema que pueda recordar más a “Capercaillie” sea Saoil a Mhor am pos thu porque en él participan su cómplice James Grant a la guitarra, John Doyle al bouzouki, Alyn Cosker a la batería y Anna Massie a la guitarra. Sin duda una de las composiciones más dinámicas que también contrasta con la siguiente, Taladh Throndairnis, otra canción de cuna donde la íntima voz de Karen se ve acompañada por ese cuarteto de cuerda de Mr McFall’s Chamber, más la inestimable flauta del excepcional Michael McGoldrick.
Y como no queremos hacer un “spoiler” completo de todas las canciones del disco, os diremos que se cierra con Cadal cha Dean mi, una canción de amor sobre una mujer que espera a su amante, sin poder dormir, mirando el punto desde donde partió a navegar y donde el sarod ayuda a expresar esa nostalgia del canto de Karen.
Resumiendo un nuevo disco para maravillarse con la voz de Karen Matheson, donde músicos tradicionales y clásicos de Escocia, India y Senegal brillan por esos contrapuntos melódicos y por esas sugerentes texturas rítmicas. +Info | Relacionados | Miguel Amorós.