Jorge Drexler
Festival de Guitarra i Altres Acords
Palau de la Música, Barcelona.
3 de abril de 2008
Hay artistas populares que consiguen un nivel respetable de éxito y se dedican a vivir de rentas, hay otros que ni siquiera son artistas y que una vez alcanzada la fama se dedican a vivir del cuento, pero por suerte para los amantes del talento, Jorge Drexler es un caso especial, es un artista inquieto que no cree haber llegado a ningún sitio y por lo tanto sigue en su proceso de búsqueda. Esa inquietud la vivimos el pasado jueves en directo todos los que abarrotamos el Palau de la Música, siendo también partícipes de un acto de creación. El concierto, presentación de su nuevo trabajo Cara B, fue un tributo a la improvisación estudiada, al fluir tras la puesta en escena, me explico: hay cosas que no se pueden dejar al azar, pero sin embargo, tampoco serían posibles bajo el corsé de una idea preconcebida, de una intención clara, de un plan diseñado al milímetro. Desde el primer tema, Un país con el nombre de un río, se pudo apreciar cuál era la intención del autor, valerse de la guitarra, los efectos de la pedalera, los sonidos pregrabados y los grabados al instante, la voz y la sonoridad del lugar y el estado de ánimo general, para dejarse llevar por la inspiración y jugar a versionar las versiones de sus propias canciones. En Antes, canción sugerida desde platea, como ya ha sucedido en algún otro concierto, rogó al público que no lo acompañara con las palmas, sino con chasquidos de los dedos, para evitar tapar el sonido… Puede que fuera en ese momento cuando comenzó el estado general de hipnosis, en Eco el público cantaba el tema mientras él buscaba nuevas voces, hacía coros e incitaba a que la gente susurrara y lo hacían con emoción, con contención, porque ese era el estado de ánimo en el que se encontraban. En la versión de Lontano Lontano, de Luigi Tenco, subieron al escenario el músico y productor del disco Matías Cella, para encargarse de las percusiones (con un adminículo que más parecía el mando de la Play-Station, cuando me entere de lo que era os informo) y Campi, ingeniero de sonido e instrumentista, que nos dejó con la boca abierta, tocando el theremin primero y el serrucho unos temas después. Hubo muchos momentos especiales durante la actuación del cantautor uruguayo, confidencias, bromas, recuerdos,… Guitarra y vos al desnudo, poesía recitada, Hermana Duda, Deseo y los timbres de las bicis del Born de Barcelona como fondo rítmico… Recorrimos su nuevo repertorio pasando por las canciones de sus orígenes, interpretadas con sentimiento y sutileza, escuchamos versiones elegantes e inequívocamente “templadas” de temas de Leonard Cohen, Kiko Veneno, Caetano Veloso o Gossos, en un concierto acústico singular, espectacular, creo que algunos todavía aplauden. // Mónica Rubio