Emir Kusturica & No Smoking Orchestra

yH5BAEAAAAALAAAAAABAAEAAAIBRAA7 - Emir Kusturica & No Smoking OrchestraEmir Kusturica & No Smoking Orchestra
Festival Mil.lenni

Barcelona. Palau de la Música.
23 de enero de 2008.

De entrada el Palau de la Música no parecía el lugar más idóneo para el extremado show que otras veces se le ha visto a Emir Kusturica y su banda de no fumadores. Pero como hace relativamente poco tiempo que ha creado la adaptación de su película El Tiempo de los Gitanos (1998) para la Ópera de París, (aunque está bautizada como ópera-punk, así que tampoco se podría escapar mucho de sus locuras), uno espera algo de recatamiento. No fue así. Ante un Palau repleto, esta banda de gitanos punkies volvió a descargar un espectáculo que hizo las delicias del público con más ganas de fiesta, que contrastaba con el estupor de los acomodadores de esa vieja institución. Porque hay que decir que, a diferencia de otras veces que ha visitado Barcelona que lo ha hecho en salas de concierto tipo Apolo o La Paloma, el público era de lo más variado. Desde señoras y caballeros que normalmente van a allí a ver conciertos de música clásica, hasta fans de la banda que estaban deseando que todo el mundo se levantara y se pusiera a bailar en medio de la platea. Y para hacer las delicias de estos últimos, ya en la segunda canción Nelle Karajlic, cantante, showman y creador de la banda, se paseaba haciendo equilibrios por las barandillas de los palcos. Pero es que la interacción a lo largo de las casi dos horas fue mucho mayor. Desde escoger a unas cuantas “inocentes” chicas que no sabían lo que les iba a caer encima cuando las subía al escenario, hasta lanzar agua al respetable como si de un concierto en un macro festival veraniego se tratara, o provocar una invasión de público al precioso escenario. Vamos, un concierto punki-balcánico en toda regla, que es lo que le gusta a Kusturica, que se lo pasó en grande y que poco se diferenció del de otras ocasiones. Pero vayamos por la música. Siguiendo la pauta de su disco en directo Live is a Miracle in Buenos Aires (Warner, 2005), el concierto se abrió con el himno ruso sonando estridente por los altavoces. A continuación salieron los once componentes de la No Smoking Orchestra con el travieso Emir Kusturica al frente, aunque él casi siempre se mantiene a un lado con su guitarra, riendo y participando de las locuras de Nelle. Y no pudieron empezar más “suaves” que con el arrollador Unza Unza Time, pero es que ya no hubo tregua. Fatal Wounds, Drang Nach Osten, Was Romeo Really A Jerk, Pitbull Terrier, Devil In The Business Class, When Life Was A Miracle, Bubamara… vamos, las canciones mas dinámicas de su repertorio, pero más aceleradas si cabe. Dos guitarras, percusión, batería (Stribor Kusturica), bajo, tuba, saxo, violín, acordeón y teclados acompañaban a los alocados cantos de Nelle para diversión del respetable y de ellos mismos, sobre todo. Espectacular fue la sesión ininterrumpida de baile que se dio Kusturica mientras sonaban los más de cinco minutos de Evropa, un tema disco-balcánico de ritmo contagioso de la banda sonora de la opera-punk que antes comentábamos. Y ¡claro! aquello fue una fiesta. Además repitieron toda la serie de divertidas “bromas” con que adornan su show. La guitarra con luces que gira entorno a la barriga del guitarrista. Las irónicas intros de sus canciones con riffs de Pink Floyd o Deep Purple. El número del maestro Dejan Sparavalo haciendo sonar su violín con el arco en su boca o frotándolo en un super arco de tres metros de longitud, al cual se le unía Kusturica con su guitarra atronando al Palau. Vamos un concierto tan genial como excéntrico para un local de esas características. Eso sí, el público acabó casi enloquecido encima de las butacas y deseando que el de Sarajevo y su banda de “aparentes perturbados”, pero magníficos músicos, vuelva pronto por aquí con su verbena balcánica. Al igual que el centenar de personas que se quedó fuera sin entrada. // Miguel Amorós