El Naán
“Germinal” Auto producido 2021
El Naán es un grupo de música tradicional de Palencia, en esta ocasión son un septeto con un montón de colaboradores que les permitirán mezclar con mucha naturalidad el folclore de su tierra con el jazz o músicas de otros territorios nacionales o internacionales. Carlos Herrera esta en la composición musical de los temas nuevos y en los arreglos de los temas tradicionales, además de voz, tres y otras cuerdas. Héctor Castrillejo en las letras que no beben del cancionero popular (las nuevas) el diseño de maquetación y coros. Adal Pumarabin en las percusiones y en alguna composición como Festejo de vida, Cesar Diez en bajo y contrabajo, Javier Mediavilla en la guitarra eléctrica, María Alba quién canta tres temas y aporta percusiones en los otros, y Cesar Tejero en saxos y sonidos varios (pájaro, perro) en fin un artista de la naturaleza. Aunque es su cuarto trabajo, nunca había escuchado este grupo y lo primero que me sorprendió en la primera escucha es su admiración por la música de Juan Perro (Santiago Auserón) como admirador que soy del zaragozano me encantó que los palentinos hayan sabido reconocer a Auserón como un referente (ya) en la cultura musical de este país. Y ya en el primer tema Tonada del carro, te viene a la memoria aquel famoso Carro de Mh Hambre, DRO 2000. Se trata de una canción tradicional zamorana para meter el grano en el pajar, pero ya en el segundo tema Cuando el ruido regrese ya no estamos en música tradicional, aquí las influencias ya han atravesado el atlántico (ese tres) y el jazz se ha establecido sin problemas en la música de El Naán, los saxos de Tejero, las percusiones de Pumarabin el bajo de Diez, esto señores ya es un sexteto de música internacional y con un sonido que te atrapa sin remedio. Dezilde a mi amor, la preciosa voz de Maria Alba defiende esta composición sefardí. Y llega una sorpresa (esperada y deseada) la voz de Santiago Auseron se cuela en Lengua negra (hasta el título se acerca al homenajeado) y además con el son montuno como arma escogida. Atento a la guitarra de Mediavilla y otras cuerdas de Herrero que supongo son el rabel. Y como no a la voz de Herrero y Auseron en perfecta armonía, si estuviese además Compay Segundo ya ni te cuento. El siguiente tema es El pájaro de Vegamian, aquí se les ha unido otro grande del folclore Xavier Diaz, inspirado en dos temas tradicionales destacaría de nuevo esas cuerdas maravillosas de las diferentes variantes que tenemos en este país de la guitarra, en este caso no me atrevo a etiquetar el instrumento quizás bouzouki. Y siguiendo con el “homenaje” llega Plegaria para San Juan Perro, otra composición por supuesto actual, con una introducción de nuevo sonera y que nos trae otra grata sorpresa, la trompeta de Chuchi León para que la rumba descargue con fuerza y el ron anime esta deliciosa fiesta (ganas de directo). Rogativa es el siguiente tema con un colage de audios que ha adaptado Castrillejo de México, Mongolia, Euskal Herria y Valladolid, un crisol que te obliga a viajar musicalmente por diferentes culturas y disfrutando de ese huracán que te arrastra sin compasión. Silvo del Dale, ahora es la poesía nunca suficientemente reivindicada de Miguel Hernández, sin duda nuestro poeta mas cercano al campo desnudo y trágico, los de El Naán han sabido dotar a la poesía de Hernández de toda la fuerza de los cantes mineros de su tierra, atento a las polifonías de Greg Douveau. En La trama de Ariadna con la zanfonia del gran German Diaz volvemos a esa música tradicional que sirve para explicar historias de amores y sin que el público se percate revestirlas de músicas nuevas que deberían atrapar al oyente de cualquier estilo musical con ganas de disfrutar, de nuevo el jazz se mezcla con libertad y se agradece. Poetas y pastores, sigue acercándonos a esa España vaciada, ahora la darbuka de Kuke Martín la flauta de Jorge Arribas y la dulzain de Luis Ángel Fernández les sienta genial. Festejo de vida en esta ocasión nos lleva de viaje hasta Brasil, la voz de Maria Alba y las percusiones de Pumarabin (compositor) nos mete sin remedio en ese remolino de música que nos habla de Brasil pero sobre todo de África, atento al soprano de Tejero y al bajo de Diez, volvemos a Centro América, con Tierra mojada, el violín de Diego Galaz nos lleva a los ritmos que tanto pueden escucharse en Colombia como en tierras andinas. Para terminar El viaje de Djabarou, unos versos de Sara Dias, sobre un viaje de Niger a España, aromas de diferentes culturas defendidas por la sencillez de la guitarra, percusiones y voz (y coros) la sencillez como arma atemporal. Un lujo de disco que merece sin duda estar destacado en esta tu web de músicas del mundo. + info