Django Bates Big Band
L’Auditori 4 de abril de 2019
El compositor Django Bates cerraba esta colaboración con L’Auditori, que ha costado de tres fases, recuperando un proyecto de hace treinta años. La variedad de público era muestra de ello. Por una parte algunos de los nacidos en 1960 (como Bates) que todavía tenemos en un buen lugar de nuestra discoteca aquel fantástico Loose Tubes EG 1988, producido por el mismísimo Teo Macero. Y la otra gran parte del público los jóvenes estudiantes de jazz atraídos por el proyecto y sobre todo por ver en escena a compañeros y compañeras suyos. Al igual que hace treinta años, Bates ha reunido 20 músicos para defender este interesante proyecto. Para muchos era el primer ejemplo de una big band de jazz que no imitaba directamente a las grandes bandas americanas, sino que tenía presente otras músicas europeas o americanas que casaban perfectamente con los sonidos de Nueva Orleans. Lo que hace hoy en día María Schneider no está tan lejos de la propuesta de hace 30 años de Bates. Ahora para repasar los temas del disco ha contado con músicos de Barcelona, Berna y Lille (Francia) Bates desde el primer momento de la noche demostró que seguía defendiendo el proyecto con la misma energía con que se creó, y si los Eddie Parker, los hermanos Argüelles o el guitarrista John Parricelli fueron capaces de crear una música festiva pero intensa que rompió esquemas, estos jóvenes sopladores (no nombraré a nadie en concreto, aunque hubo solos más destacables que otros como suele suceder) en general, consiguieron que el público pasara casi dos horas envuelto en una música atractiva y con mucho para analizar. Bates en el centro de la escena y compaginando perfectamente la dirección (nerviosa y emotiva) rodeado por dos teclados, un Mac y mucha improvisación, impulsa continuamente a 20 jóvenes que creen en el proyecto. Un proyecto dónde las músicas que han emocionado a Bates, sonidos Hi Life (originales de Ghana) la Samba y por supuesto el viejo blues. Pero sobre todo está la irreverencia del movimiento Punk, mezclado con imágenes de cacerías de zorros (con esos cornos típicamente ingleses) escenas de tensión de las películas de Hitchcock y todo lo que tu imaginación quiera añadir. Dicen que hace treinta años en un concierto en el Ronnie Scott’s Club de Londres al terminar arrancaron al público de sus sillas e instrumentos en mano bailaron por las calles del Soho. En esta ocasión simplemente se repartieron por la sala y también crearon una escena única. Después Bates se dedicó a presentar los músicos de la big band rapeando y creando todo un tema de lo más original. De nada sirvió que el final fuese mágico, con el mismo Bates con su corneta “loca”. Volvieron a salir para hacer un bis (sería difícil saber si tenía más ganas el público o el mismo Django Bates) y volvieron a triunfar. Gente con ganas, haciendo música diferente, que no pierde frescura con el tiempo porque ya nació atemporal ¡se me olvidaba, las luces y la puesta en escena sobresaliente! + info | relacionados