Daniel Torres & Enrique Oliver Quintet
“Tenorism” SedaJazz, 2021
Málaga no es una ciudad tan grande como para que dos saxofonistas con inquietudes parecidas, no acaben coincidiendo. Es verdad que tanto Daniel Torres, como Enrique Oliver son gente inquieta, que ha estudiado y vivido en diferentes sitios del mundo, pero al final, no sólo tocan juntos sino que se asocian en este proyecto llamado Tenorism. Jazz tradicional hecho por músicos del siglo XXI. Los quintetos del bop solían combinar saxo tenor y trompeta, pero hay muchos ejemplos de dos saxos, no hace falta que te diga nombres, ya los conoces. Centrémonos mejor en este disco. Son composiciones de ambos autores, y podríamos decir que lo que firma uno lo avala el otro y viceversa. Empiezan con The Last Journey (Torres) vientos presentando el tema pero enseguida surge como solista una guitarra traviesa, se trata de Jaume Llombart (compañero de aventuras de Oliver) aires atmosféricos que nos acercan a su paisano y también saxofonista Ernesto Aurignac. Los tenores se alternan, no soy capaz de diferenciarlos, pero ambos se entienden a la perfección y consiguen un clima denso y compacto, muy cerca del free de Ornette. ¿Qué pasa con tu rollo? (Oliver) cambio de registro, la sección rítmica con Bori Albero (contrabajo) y Ramón Prats (batería) nos llevan de viaje a la época dorada del swing, los tenores se erigen en cantantes con voces que se entrecruzan y crean ambientes sofisticados. Tenorism (Torres) para el tema que da título (además de ser el más largo, casi 12 minutos) han invitado a un tercer tenor (no temas, no es Placido Domingo) el americano Rick Margitza. Margitza estuvo con Miles Davis en los ochenta y eso no todos lo pueden decir. Con tres tenores, el sonido ya casi está la altura de una big band, los solos de los saxos se van alternando y el trio básico da soporte a los protagonistas. Como era previsible hay un espacio que aprovecha el piano de José Carra para liderar el trio. El cierre con el sexteto a tope demostrando mucho nivel de coordinación. Compás de la Victoria (Oliver) ahora es Carra quién empieza esta bonita balada. Para este tema están solo Oliver y el trio, creo que es una buena decisión. El saxo suena profundo, el piano se expresa libre en un tema que para mí resulta el más personal del disco. Pero en la segunda mitad cuándo lidera de nuevo Oliver la balada desaparece y Prats y Oliver se enzarzan en una descarga tremenda, para la final cambiar radicalmente, ahora Albero y Carra son los que conducen suavemente y acaban invitando a saxo y batería a que suavicen sus instrumentos para acompañarles. Una composición que podía ser toda una suite con tres o cuatro tiempos. Hope and Heartache (Torres) juegos de saxos en un ambiente de nuevo atmosférico, de hecho el diseño del disco ya es atmosférico (entendiendo el adjetivo como cercano a una época determinada de Herbie Hancock) enseguida la tensión sube y el free amenaza con destruir planetas ¡Qué no cunda el pánico! Una vez más todo se resuelve desde la sección rítmica. Precioso solo de Albero muy bien acompañado de Prats y Carra. Supongo que conoces a los tres, son habituales en mis crónicas, si no es así, investiga, los tres tienen en el mercado mucho material imprescindible. April in August (Torres) volvemos al jazz clásico pero subidito de revoluciones, Prats y Albero trabajan desde atrás a un buen ritmo, los saxos no se achantan y el quinteto sobrevuela feliz por las pistas de baile. The Gypsy (Billy Reid) ahora es Daniel Torres quién se queda solo en los vientos sin duda es otro de los momentos sublimes del disco, Torres sopla más allá de todo, y el trio está increíble. Por supuesto cuándo los deja solos saben acercarse a la versión que hizo del mismo tema Ahmad Hamal ¿la conoces? Pues es muy curioso compararlas. Verás todo lo que aporta el saxo de Torres. Siguen con Jaume’s Rhytm (Oliver) claramente dedicada a su compañero de aventuras Jaume Llombart aquí la recomendación es un disco de Llombart y Oliver (solo guitarra y saxo) revisando estándares Everything i Love. UnderPool, 2020. Te encantará. Bueno y cerrando este extenso trabajo, Tati (Oliver) toda la magia del director francés de Mi tío la puedes adivinar en ese ritmo que impone el contrabajo de Albero y que obliga al quinteto a swinguear con fuerza y a ti a levantarte del sofá y dar unos pasitos de baile ¡mejor acompañado! Para mí el tema en que los saxos vuelan más alto y con más brío. + info | relacionados