Daniel Cros
Daniel Cros: Sed de Viaje
Rosazul Discos, 2018
A Daniel Cros lo conocí en el 2010 en su faceta de crooner, junto al vibrafonista Gene Barry.
Desde entonces han pasado muchos años y, en este tiempo, se ha convertido en un cantautor con un bagaje muy importante de grabaciones y actuaciones a sus espaldas. De hecho, el disco, Snake with surprise, que es el que presentaba en el concierto donde yo lo pude escuchar por primera vez, ya era su sexto trabajo, el primero y único como coprotagonista, que sería un paréntesis dentro de su producción como intérprete y autor de sus canciones.
Daniel Cros es uno de los cantantes más personales de nuestro entorno. Su característica voz, que se acompaña de una dicción perfecta, en una época en que este aspecto no se cuida como debería, es una de sus señas de identidad más sobresalientes. Junto a ello, la temática de las canciones, tan cercana a la vida cotidiana, siempre con la intención de transmitir ideas, pensamientos, sensaciones y sentimientos. Unas canciones que se basan en unas músicas que beben de múltiples fuentes, fruto en muchos casos de su incansable ansia de viajar por todos los lugares del mundo.
Como otro de los valores indiscutibles de su trabajo, están los magníficos músicos que le acompañan en sus grabaciones, así como los invitados que siempre sabe reunir a su alrededor. Para rematar estas características citadas, sus discos cuentan siempre con una cuidadísima producción y presentación.
El que tengo entre las manos es su último trabajo, Sed de viaje, un título que ya nos sitúa en su contenido. Un disco abierto al mundo y a la riqueza musical que navega en las aguas de la canción de autor; se adentra en el océano de las músicas del mundo y respira una pura emoción compartida con colaboraciones jugosas con cantautores de Colombia, Argentina, Cuba, Galicia y Madagascar —especifica Daniel Cros. Una definición que en este caso —en otros no ocurre lo mismo—, coincide con el resultado final del trabajo; porque de eso se trata, de un viaje. Un viaje tanto por lugares como por acontecimientos e ideas. Todo ello expresado en los distintos textos, todos de su autoría, que acompañan a las melodías.
Andar, es el primer tema, como una premonición de ese viaje que nos propone el disco, un paseo por una calle solitaria, a ritmo sugerido de folk americano; que, es posible, le lleve hasta esa situación que nos describe Daniel Cros en La ventana indiscreta, donde con aires más europeos, nos explica la historia de esa mujer que actúa para él, mientras sueña con ser estrella.
Continúa su periplo con Sed de viaje, el tema que da nombre al disco, con un ritmo que nos acerca al country, mientras habla de los viajes: Cuanto más viajo,/Más se ensancha el mundo. Una verdadera declaración de principios. Con aires de blues, El día menos pensado, propone un trayecto, esta vez, entre amores y desamores.
Con evidentes aires cubano, junto a la gallega Silvia Penide, canta Daniel Cros, Incluso esto pasará, donde nos habla del devenir de la vida, uniendo su voz a la de la cantante, en una conjunción de lo más interesante.
Al multiinstrumentista de Madagascar, Kilema, lo conoció en el Womex y decidieron compartir la canción, Ça va?, un encuentro con una mujer misteriosa en un paseo por Barcelona, con evocaciones parisinas. La influencia musical nos llega, esta vez, desde África.
Ahora es junto a Sebas Garay que, desde la ciudad de Mendoza, en Argentina, nos presentan, Empezó a nevar, una balada, llena de referencias, en la que hablan de una peculiar, y aparentemente cita fallida, por lo que empieza a nevar en primavera. Nuevamente su voz se complementa acertadamente con la más grave, en este caso, del cantante argentino.
Volvemos a Cuba, esta vez de forma plena, en La rueda de la fortuna. La excelente cantautora cubana Mane Ferret es esta vez quien acompaña a Daniel Cros en esta rueda que tanto te da la suerte como te la quita, en la que nos invitan a girar vertiginosamente al final de la canción.
Vuelven las baladas con Brindo porque sí, que Daniel Cros interpreta junto a Pala, el conocido cantante de la colombiana ciudad de Medellin, en un brindis solo por el gusto de brindar y simplemente: Celebrando que estamos vivos, como dice el texto.
Y llegamos ya al final del viaje con La vie en blue, esta vez con el acompañamiento del acordeón de Mariano Pintrinca, que nos devuelve a esas evocaciones galas, reforzadas con una letra en ese idioma donde nos habla de esos sentimientos que hacen que vea: La vie en bleu.
Siguiendo su periplo musical de cantautor, con canciones llenas de intención, de contenido que él interpreta de esa forma única que tiene de hacerlo, con, como decíamos, invitados cuidadosamente escogidos, además de los magníficos músicos que están con él, Daniel Cros ha logrado, en este su último disco, Sed de Viaje, configurar un trabajo que no decepcionará a sus seguidores y que será, para muchos, toda una sorpresa. + Info| Relacionado|Texto: Federico Francesch | DESAFINADO RADIO